Frappé

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La vida continuaba con su mismo ritmo, Stan sonreía cada vez menos con sus amigos y en casa, él solo se permitía reír con una sola persona y ese privilegio era de Tweek, de igual manera el rubio solo hablaba con alguien en todo el dia, él dió por entendido, que las cosas de las que hablaba no eran de interés para ellos, sus paranoias, solo se las contaba a una persona y ese era Stan.

Durante sus clases se volvió muy común que leyera sin importarle nada alrededor, Craig estaba molesto, como podía siquiera ignorales, aunque se sentía tranquilo de ya no verlo beber café, sus tic's desaparecieron, se vestía de forma más adecuada, y dejo de tartamudear, el de gorro azul estaba seguro que lo había visto más de una vez sonreír y aunque en un principio creyó que era debido ala plática, poco después se dió cuenta que solo sonreía cuando Stan, le saludaba a lo lejos.

Muchas veces rechazo las invitaciones de los chicos para salir a divertirse, después de clases corría a toda velocidad para desaparecer de su vista, eso tenía más que molesto a Craig y preocupado a Token, por su parte Jimmy y Clyde tenían la teoría de que él tenía un romance.

Tweek encontró en Stan, un confidente, le contó todo lo que le atormentaba, como lo ignoraban sus padres, el dolor que significaba para él, el rechazo constante, por su parte Stan, le entendía, su vida no era muy diferente, la única diferencia era que Stan no sufría bullying, se ofreció muchas veces a defenderlo creyendo que el rubio era un blandengue que no podía defenderse por sí solo, pero no era así, en muchas partes de su cuerpo tenía moretones y raspones, y algunas veces cuando llegaba tarde a su refugio por alguna pelea tenía sangre salpicada, que no era suya, lo cual le dió a entender que el contrincante se llevó una paliza.

Una tarde, Stan estaba en el refugio jugando, ya casi oscurecia, estaba seguro, que Tweek ya no llegaría, estaba seguro que era momento de irse, acomodo todo como ya tenían acostumbrado, tomo su mochila, cuando escucho un golpe, estaba seguro que era en la parte de afuera, con sumo cuidado se aproximó ala ranura que llevaba ala salida, su corazón comenzó a latir como loco, estaba seguro que saldría de su pecho, no podía ver nada, de su bolsa sacó su celular, se alumbró con la luz de la pantalla.

¿Alguien está ahí?

Aghh

Eres tú Tweek, crei que no vendrías

El chico se acercó a dónde había escuchado el quejido, se encontró con el rubio, ensangrentado y con la ropa rasgada, el azabache se asustó ,no daba crédito a lo que estaba frente a él, como pudo ayudo a levantarse al chico, con sumo cuidado pasaron por la rendija de la cueva, lo recostó en el sillón, y fue en busca del pequeño botiquín que hace tiempo llevo el mismo.

¿Que paso Tweek, quién pudo hacerte esto?

Tomo una gasa y la remojo en alcohol, la empezo a pasar por la sangre que había en la piel del rubio, y por una que otra herida.

Scott, parece que me odia más de lo que esperaba.

Sonrió el rubio, a Stan le pareció increíble que en su estado aún tuviera ánimos de sonreír.

¿Por que no me llamaste?
Dijo el azabache mientras limpiaba con delicadeza las heridas del chico.

Por que no soy ningún marica, yo solo puedo defenderme

Una mueca de molestia se posó en el rostro del rubio, la respuesta había hecho enojar a Stan, el cual puso presión en una de las heridas para mostrar su enojo.

Aghh, por dios, ten más cuidado.

Todo se quedó en silencio, el azabache término de curar las heridas del rubio, teniendo cuidado de no lastimarle más de lo que estaba, después de haber terminado fue a buscar entre las cosas que tenían si había una playera para el chico, no había nada, recordó que traía ropa en su mochila, y así fue, encontró una sudadera, café con rojo en el cuello y puños, la cual le dió al rubio para que se vistiera.

Sabes, jamás he pedido ayuda, odio que me traten como un débil, Token y Craig siempre lo hacen y me sobre protegen, lo que ha producido que los chicos que me agreden, lo hagan con más frecuencia.

¿Ellos no lo saben?

Jajaja claro que no

Valla jamás pensé que fuera tan grave.

El rubio se levantó del sillón con mucho cuidado, respiro profundamente y saco de las bolsas de sus jeans una cajetilla de cigarros, saco uno, lo puso en su boca y lo encendió, comenzó a caminar hacia el azabache.

Será mejor que nos vallamos tu madre no estará contenta si llegas tarde, por cierto gracias.

Esto hizo sonrojar al azabache, tomo sus cosas y apagó todo lo que pudiese estar encendido, tomando solo la lámpara que tenían guardada.

¿Desde cuándo fumas?

Desde que necesito algo que me relaje y no tengo café.

Ya veo

Ambos chicos caminaban lentamente, el rubio por que era un gran esfuerzo ya que cada parte de su cuerpo estaba adolorida y Stan acompañaba al primero.

Cuando lograron llegar a la casa se Tweek, el azabache lo ayudo a subir, no estaban los padres del menor como siempre, lo que lo hizo sentir más cómodo, lo ayudo a recostarse, al asegurarse que estaba dormido, salió sin hacer el más mínimo ruido, bajo las escaleras, no se detuvo hasta llegar ala salida, tomo la puerta la abrió, y salió de la casa, el aire era frío, golpeaba su rostro, un escalofrío le recorrió, cerró la puerta tras él y comenzó a caminar a su casa, los pensamientos le atosigaban, estaba tan sumergido en ellos, que ni cuenta se dió, que estaba en su habitación, ¿como podía ayudar a Tweek?, pensaba una y otra vez, el rubio era muy orgulloso no era cosa fácil.

Entonces una idea vino a su mente, pegarse a él con el pretexto de que le ayude a estudiar, después de todo, ya se lo había prometido, solo tenía que hacer valer la promesa, con ese pensamiento el azabache, durmió tranquilamente.

Ala mañana siguiente, en la preparatoria ala hora del almuerzo, Stan almorzaba con sus amigos mientras buscaba con la mirada a el rubio, lo vio en una mesa lejana, con sus amigos, temía acercarse, pero se armó de valor,se dijo que Tweek era tan amigo de ellos, como de él, no había nada malo en eso, se acercó ala mesa donde estaba.

Hola, Tweek, necesito hablar contigo, ¿Puedes?

Stan recibio la penetrante mirada de Craig, le valió un sorbete, aún si lo hubiera golpeada no le habría importado, el rubio sonrió de medio lado, metió sus cosas en su mochila, se levantó de la mesa y camino despacio, hasta quedar junto a Stan.

Vamos

Ambos chicos caminaron hasta llegar a una esquina de la cafetería donde no había nadie, Tweek se quejaba muy bajo.

Aghh

¿Estas bien?
Al ver la cara de sufrimiento del rubio, sintió un nudo en la garganta.

Claro, gracias a ti
Dijo el rubio esbozando una sonrisa, mientras se ponía una mano en el costado. - ¿Pero dime qué puedo hacer por ti?

¿Recuerdas que prometiste ayudarme a estudiar?
Mirando al suelo preguntó Stan, se sentía como una tonta colegiala.

Si

Recordó Tweek, el cual creía que, el azabache ya lo había olvidado pues no lo volvió a mensionar.

Pues podemos empezar

Stan seguía con mirada baja, no estaba seguro de lo que hacía.

Ohhh claro, por que no, después de clase nos vamos juntos al refugio, ¿te parece?

Al escuchar esto el azabache, sonrió dulcemente, Tweek se sonrojo, jamás lo había visto sonreír así, le parecía tierno, sonrió de igual manera, regresando el gesto.

Todo parecía ir bien, pero alguien no estaba muy contento con eso.

BromanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora