Bromance

Cognac

La casa de los Marsh se encontraba en completo silencio, cuando Stan entro, no había ningún ruido, así que se dirigió a su habitación, aunque le parecía extraño, tampoco es como si le importará escuchar a sus padres gritarse el uno al otro, ese día se sentía feliz y no había nadie que pudiera cambiarlo.

Se recostó mirando el techo, por costumbre tocó su cabello en busca de su gorro, que para sorpresa del azabache no estaba, rápidamente vino a su mente la imagen del rubio de ojos esmeralda, una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, en ese instante también recordó que en ese tiempo no había bebido una sola gota de alcohol, aunque le parecía interesante, no le dió importancia, parecía ser que esos días que compartió con el rubio, no se había sentido deprimido, mientras su mente divagaba, no se dió cuenta en qué momento se quedó dormido.

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La mañana habia siempre sido un odioso dolor de cabeza, detestaba los rayos del sol que entraban en por su ventana, chocando directamente en su rostro, seguido de esto el odioso sonido de su puerta siendo tocada con suma violencia, era su padre quien desde primeras horas de la mañana ya estaba ebrio, pero hoy no fue así, decidió meterse a bañar, se sentía contentó, algo en el se mantenía feliz, cuando terminó de bañarse, seco su cuerpo, se puso un boxer y se dirigió a su closet, encontró una vieja sudadera color verde militar, un color inusual, era un regalo de su tío Jimbo, jamás la uso por que el color no era de su agrado, pero esta vez era diferente, le pareció indicado, la convino con un jean color negro, unas botas Timberland negras, sin su clásico gorro se sentía extraño, así que tuvo que peinar su cabello, lo peino hacia los lados, pero le pareció ridículo, luego lo peino hacia atrás pero creía verse como un matón, así que se limito a solo revolverlo con su mano, busco en su habitación su mochila, pero no la encontró, supuso que estaba en la planta baja, salió de su habitación y comenzó a bajar las escaleras, escucho a sus padres que comenzaban a pelear en la parte de arriba, bajo rápidamente, llegó ala sala, buscaba su mochila pero no estaba, se quedó parado tratando de recordar cada detalle, de repente se dió una palmada en la frente, salió corriendo de su casa, tomo su celular para llamar al rubio, en ese momento lo vio, saliendo de su casa, llevaba una camisa de franela, roja con azul, unos jeans azul marino, Stan se acercó rápidamente su respiración era agitada, miro al rubio quien le sonreía.

Hola, Stan ¿Como estas?

Ahh bi bien , ¿en tu casa no están mis cosas?
El rubio levantó su mano derecha, con esta sujetaba la mochila del azabache y el gorro del mismo, ambos chicos sonrieron mutuamente, las sonrisas se habían vuelto tan comunes entre ellos, que ni cuenta se daban de cuando sucedían.

El azabache tomo sus cosas agradeciendo nuevamente al rubio, se sentía avergonzado, como había podido olvidar, cosas tan importantes, ambos comenzaron a caminar con rumbo ala preparatoria, platicában sobre una película que habían estado viendo el fin de semana, las escenas de dicha filmación, les habían parecido tan falsas, y la película tan ridícula, "The Room" era el nombre.

Recuerdas cuando Lisa y Johnny, estaban en esa extraña escena de sexo y cuando llegó el chico, que quien sabe de dónde salió, fue tan incómodo jajaja

Decía Stan mientras sonreía alegremente.

No, no, no, la mejor era cuando Johnny, le dice a Mark, el amante de Lisa que es una gallina y hace ese sonido, chip chip chip, jajaja jamás eh escuchado a una gallina hacer así.

Ambos chicos reían efusivamente, adarrandose el estómago, el filme era tan extraño y al mismo tiempo cómico que les era imposible no reirse.

Debes aceptarlo Tweek, no hay actor más genial que Tommy Wiseau, ese hombre es un genio.