Vino tinto

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Después de dejar a Stan en la enfermería, Tweek, se dirigió a su salón de clases, algunas chicas parecían mirarle aunque ya estaba acostumbrado desde su cambio de imagen, había algo que no era normal, esas chicas miraban su celular y después lo observaban, la mente paranoica de Tweek, comenzó a articular todo tipo de ideas, desde que el gobierno, lo había grabado cuando se bañaba e incluso habían encontrado su cuaderno de dibujo y se burlaban de su poco talento artístico a su consideración, no pudo evitar sentir miedo, necesitaba calmarse, antes de ir a clase, paso por un café, se sentía un poco más tranquilo respecto a todo lo que sucedía.

Las primeras dos clases pasaron con lentitud, Tweek, se sentía aburrido y preocupado, quería saber cómo seguía Stan, le pareció extraño que comenzará a sentirse mal, si hasta el momento, había estado bien, siguió debatiéndose, en lugar de hacer la actividad de clase. Craig observaba lo que hacía Tweek, noto que parecía estar en la luna, pues hacia gestos y movimientos, como si hablase consigo mismo, las acciones del rubio, le hicieron reír, de pronto este último, se puso de pie de golpe, se acercó al maestro, le dijo algo que nadie escuchó, el hombre le miro con preocupación, asintió con la cabeza en modo de aprobación, y Tweek, salió del aula, todo esto dejó confundido a Craig, quien había presenciado todo.

Tweek, después de algunos minutos debatiéndose el como poder ir ala enfermería, si decía que le dolía el estómago, llamarian a sus padres para que fueran por él, y lo que menos quería era ver a sus padres, siguió razonandolo un poco más, hasta que logro concretar una idea, se levantó rápidamente de su lugar y se acercó al maestro.

- Disculpe maestro, necesito ir ala enfermería, me duele mucho la cabeza.

- Valla, es muy extraño, tu jamás sales por nada, ni siquiera al baño.

Tweek, no pudo evitar ponerse nervioso, ciertamente jamás salia del aula, por ninguna razón, pues desde pequeño, temía ser castigado por ello.

- Ehhh yo..

- Eso significa que de verdad debes sentirte mal, ve anda.

Tweek, salió lentamente simulando sentirse mal, al verse fuera y lejos de la vista del docente, comenzó a correr, no le importó si quiera que pudiesen castigarlo por correr en los pasillos, cuando estuvo frente ala enfermería, acomodo sus ropas, las cuales se habían desacomodado mientras corría, respiro profundamente y abrió la puerta, parecía no haber nadie, supuso que era normal, si, se consideraba que el rumor de que la enfermera tenía un romance era cierto.

Sin siquiera darle importancia, siguio caminando hasta llegar a donde se encontraba Stan, recordaba haber cerrado las cortinas, para que pudiese dormir sin que le molestasen, le llamó susurrando múltiples veces, pero no contesto, se metió por una pequeña rendijilla, tomó asiento en el pequeño banquillo que se encontraba junto ala camilla, mantenía el rostro bajo, talvez Stan, no le contestaba, por que se encontraba ocupado o no quería verle, pero Tweek, en verdad quería saber cómo se sentía.

- Lo siento, no fue mi intención molestarte, solo quería ver como estabas.

Tweek, seguía sin recibir respuesta, entonces levantó la mirada, para su sorpresa, el azabache, se encontraba profundamente dormido, no pudo evitar sonreír, estaba hablando solo y tratando de disculparse con quién sabe quién, se sintió aliviado de saber, que estaba solo, como pocas de las veces, que había podido ver al azabache dormir, comenzó a admirar cada uno de sus rasgos, desde su bien marcada barbilla, a su cabello negro, adoraba ese cabello, podía acariciarlo, todo el día, paso su mano, por la mejilla derecha, después poso su dedo por aquella nariz, la piel de Stan, era muy suave y cálida, paso su dedo índice por aquellos rosados labios, y un pensamiento lo hizo sentirse un poco avergonzado.

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