Latte macchiato

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Ambos chicos sonrieron, pero muy apesar de eso, el dolor del azabache no desaparecía, algo no iba bien y estaba seguro de ello, pero que podía ser, jamás había sentido algo así, su duda crecía aún más así como el dolor.

El rubio sonreía levemente, el día había sido difícil, pero era inevitable que se sintiera feliz pues había logrado solucionar sus conflictos con sus amigos.

¿Quieres pasar?

El rubio le tomo de la mano, para que reaccionará pues parecía estar en otro lugar, la mente del azabache parecía un laberinto, cuando notó que su mano era sujeta por el rubio, no pudo evitar sonrojarse, desvió la mirada, en ese momento fue casi arrastrado dentro del hogar de los Tweak.

Sabes, pronto tendremos los exámenes finales y las admisiones ala universidad.

El rubio se quitó la chamarra que tenía puesta, Stan supuso que era de Token, ya que le quedaba justa, y Tweek usaba ropa olgada, era uno de los colores predilectos del moreno, el morado hacía ver a Tweek, más blanco de lo que era, los moretones en su cara lo hacían ver como un zombie, a Stan le parecía tan tierno como ese rubio lograba sonreír después de todo lo que le pasaba.

Tweek acomodaba la chamarra que Token le había prestado ya que su ropa estaba muy rota, -talvez deberia lavarla- pensó, en ese momento sintió como era rodeado en la cintura por unos brazos, esto le tomo por sorpresa, muy apesar de ser un amante de su espacio personal, el abrazo le hizo sentir muy cálido, se dió la vuelta entre los brazos, para poder abrazar al azabache.

Gracias, sin ti no habría podido.

No tienes que agradecer, todo lo hiciste tú solo, ellos te quieren.

Yo los quiero.

Respondió Tweek, se sentía tranquilo, hasta hace algunos días el remordimiento lo estaba calcomiendo,si Stan no le hubiera dicho que se estaba comportando como un cretino y debía arreglar las cosas con sus amigos, probablemente así se hubiera quedado todo.

Ambos chicos se separaron el azabache se sentía contentó aunque un poco avergonzado, jamás había querido a alguien, como a Kyle o Wendy, pero Tweek le había entendido, compartían sus problemas, aunque también sus gustos, se encubrían mutuamente, aunque le contara la cosa más absurda el rubio le escuchaba de principio a fin, y le daba aliento, se sentía contentó de haberse cruzado con alguien como él.

Se dirigieron ala cocina donde Tweek le contaba cómo había sido su reconciliación con sus amigos, sus hermosos ojos brillaban, su sonrisa era cálida y contagiosa, el rubio le contaba con gran entusiasmo, pasaron horas y horas platicando, Stan sonreía aunque algo en el no lo dejaba tranquilo, por que le ponía mal ver a Tweek con Craig.

Cuando el reloj sonó marcando la media noche Stan cayó en la cuenta de que ya era demasiado tarde, se levantó de su lugar, se despidió del rubio, quien le abrazo fraternalmente, salió de la casa y se dirigió ala suya, ya que vivían cerca el uno del otro, no debía caminar mucho, la noche era fresca en mucho tiempo no creyó poder sentirse feliz como ahora mismo lo era.

Al llegar a su casa, se encontró con toda su familia reunida incluído su tío Jimbo, le sorprendió pues ya hacía mucho no se reunían, su madre se acercó a él.

- Stanley, ¿donde estabas?

- En casa de un amigo

- Ya veo talvez quieras felicitar a Shelly, se va a casar.

La noticia le tomo por sorpresa, una idea rápida cruzó su mente, "¿Quien es el desesperado?", Una sonrisa se posó en su rostro, su madre creyó que estaba feliz por la noticia, pero Stan en verdad compadecía al tonto que se le hubiera ocurrido hacer eso, sería infeliz toda su vida, o mejor le deseaba que fueran felices así su hermana se mantendría con el toda su vida y Stan no tendría que verla de nuevo.

BromanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora