Bromance

Americano

Mientras Tweek, caminaba, Stan le observaba, tenía curiosidad, por qué le resultaba llamativo ese rubio, lo había visto desde que eran niños, por que hasta ahora, incluso en ese tiempo, él se había negado a trabajar con el rubio, pero últimamente lo notaba más, se dió cuenta que no importaba que tanta gente hubiera a su alrededor, el siempre buscaría con la mirada a Tweek, e incluso llegaba a sentirse muy solo.

- ¿Entonces Butters, es tu novio?

"A que venía eso", pensó el azabache, quien aunque quisiera negarlo, ya lo había dicho, solo quedaba esperar la respuesta, el rubio se detuvo, volteó la cabeza, mirando a Stan, puso una de sus manos en su barbilla.

- ¿Mmm tú qué crees?

Precisamente esa era la duda, ¿él, que creía de todo eso?, el tiempo que llevaba conociendo a Tweek, le decía que lo más seguro seria, que no, pero también había notado que el rubio, no tenía un interés particular por algún sexo, de hecho podría considerarlo alguien abiertamente enamoradiso, ¿como lo sabía?.

Ambos se habian acercado tanto que llegaban a contarse ese tipo de intimidades, según recuerda, Tweek había dicho haber estado interesado en Red, la prima de Tucker, Bebe, e incluso según él, se sintió atraído por Nicole, pero en contraparte, Damien le parecía alguien interesante, pues el aspecto físico del chico lo tenía fascinado, Christoph e incluso Kenny le agradaban, Tweek no aceptaba abiertamente su atracción por los chicos, debido a que temia el rechazo, pero Stan le mostró que eso a él, no le importaba.

- Yo supongo que no.
Tweek se giró y siguio caminando, mientras observaba el suelo.

- Pues, supones bien

Stan sospecho que el rubio, le mentía pues parecía cabizbajo.

- No, no me mientas.

- ¡¡No te estoy mintiendo!!- grito el rubio, seguido de lo que parecía ser un susurro,- Jamás te mentiría a ti.

Stan sin pensarlo abrazo al rubio, pegandolo a su pecho, sintió que fue impropio de su parte suponer algo así.

- Lo siento.

- No importa, no es como si fuera malo, ser pareja de Leo, solo que el ya tiene alguien que le gusta y sería malo que creyeran que está conmigo, así que mañana lo aclararé.

- Entiendo.

Con estas últimas palabras, el dolido pecho de Stan que hasta hace un momento parecía estar siendo apuñalado, se sintió más ligero.

- Vamos.

- Si.

Al llegar a su lugar secreto, Tweek fue por licor y lo sirvió en dos tazas, Stan prendió la consola y alistó el videojuego, el rubio tomo un cigarro de su bolsa y lo encendió.

- Espero no te moleste.

- Claro que no, adelante.

Desde hacía tiempo, Stan noto que Tweek, tenía más vicios ocultos, incluso más que Kenny, pero todo comenzó cuando dejó de beber café, o talvez fue antes, siempre había tenido la necesidad de preguntar.

- ¿Desde cuando fumas?

- Ya te lo había dicho antes.

- No, ¿cuando comenzaste a fumar?

Tweek le dió una fumada a su cigarrillo, mantuvo el humo en su boca, después lo soltó en un suspiro.

- Cuando el café, ya no fue suficiente, fue cuando tenía ammmm, 12.