Alec apretó con fuerza la manija de la maleta para sostenerse. Miro a un costado y vio a Magnus que se encargaba de los papeles. Se sentía agotado, tal vez como si lo hubieran molido a golpes. Miro al otro costado, el gran ventanal del aeropuerto. Milagrosamente su cabeza no le dolía, seguro por los medicamentos del hotel.
- Bueno ya tengo todo ¿Vamos? - Dijo Magnus tomándole la mano a un despistado Alec.
- Si - le contesto luego de sentir un silencio incómodo. - ¿Las cosas?
- En el check-in se entregan Alexander.. ¿Estas..?
- Estoy bien ¿Vamos? - Empezó a caminar.- Es un vuelo de dos horas..
Magnus le caminó a su lado en silencio, tal vez no sabia que decir. Sabia que no había sido una caída, no había señales de eso. Abordaron al avión y a París salieron. Diciéndole adiós a Londres desde la ventana, literal eso hacia Magnus. Alec le tomo la mano y dejo de hacerlo, al menos ahora iban de la mano.
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Una vez en Paris Alec no quiso hablar y Magnus no quería pelear. Era la media mañana y no entendía nada de lo que hablaba nadie. El hotel era un lujo como el anterior. Tenía paredes con pinturas y eran blancas, un blanco limpio y perfecto. El ruido de los pasos le molestaba pero no había nada que hacer. Una mano llevaba a Alec hasta lo que parecía sería su habitación, y el se dejaba llevar. Cuando entraron en la misma Alec camino hasta la cama y casi sin poder sacarse la campera se tiró sobre ella.
- Alexander.. - Le chillo Magnus.
Se acercó hasta él y le termino de sacar la campera. Tomó sus zapatos y también se los quito. Alec se acomodo mejor y se adormito enseguida. Magnus lo observo de pie junto a la cama por unos minutos.
Alec durmió. Por al menos 10hs, durmió. Magnus se quedo junto a el, mirándolo simplemente al principio para luego acompañarlo y dormir también.
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El atardecer estaba a una hora y no podía permitir que su prometido se perdiera de las delicias de una buena visita a Francia. Su pastelería era exquisita.
- Alexander... Amor... - Le susurro en el odio, despertándolo.- Tenemos que salir.
- ¿Por que...? - Protesto como un balbuceo de niño.
- Porque si. - Alec le gruño y Magnus comenzó a hacerle cosquillas.- Arriba. Arriba. Que es esto de dormir todo el día!
- No, salí... - Ya estaba mas despierto.
- Vamos, vamos que nos tenemos que levantar!
Luego de unos besos y de caricias negociadoras Alec se sentó en la cama y Magnus comenzó a vestirlo.
- Me estas vistiendo.
- Por supuesto. En la salud y enfermedad Alexander.
Alec lo miro y empezó a llorar. Magnus se quedo helado por unos segundos, pero siguió atándole los cordones de la bota. Primero de la izquierda y luego la derecha. Se puso de pie y se acerco a dejar un beso en la frente de Alec que aun sollozaba.
- No te pongas mal. Cuando estés listo me lo contas, no es obligación que lo hagas, yo no me voy a ir. - Llevo las manos al rostro de Alec que lo miraba adolorido, con una macha roja en la frente.- Me voy a quedar acá. Esto es para siempre Alec.
- ¿Me amas? - Le pregunto.
- Te amo. - Le contesto.
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Enseñame a Amar (P3)
FanfictionLa convivencia es fácil cuando se está todo el dia trabajando pero... Y cuando no? La historia de Alec y Magnus parece que ha encontrado la paz en cuanto a su contexto tanto social, familiar como laboral, pero entre ellos... Que pasa cuando los impu...