Enseñame a Amar (P3)

19. De esto se trata la vida, de amar. ( +2k )

La caminata más larga de tu vida dicen que se hace cuando te estas por casar. Entre los nervios, la ansiedad y la felicidad, el tiempo se detiene de una manera maravillosa. Alec sentía todas esas cosas en ese momento. En especial cuando vio a la cara de Magnus.

- Un paso más.

Le susurro sin que de sus labios saliera ningún sonido. Extendió su mano y tomo la de el como si fueran príncipes. Alec le sonrió y se acerco a dejar un beso en sus labios, uno suave que Magnus devolvió con igual de ternura.

- Ustedes están mal de la cabeza. - Les dijo el medico, mirando a ambos con mala cara.

Alec lo miro y sonrió. Aun tenia dificultades para expresarse así que simplemente se dedicaba a sonreírle a la gente. Era la primera vez en toda su vida que sonreía tanto. Magnus le había dicho antes que dejara de hacerlo, era mejor el silencio.

- Magnus entra. Alec quédate afuera y sentate por dios.

Alec le hizo caso y se echo en la silla, estaba seguro que no iba a poder levantarse de ese lugar. Estaba putamente agotado y tenia muchas ganas de llorar por frustración mas que nada. Dentro del consultorio Magnus se sentó como le indicaba el medico en frente de su escritorio. El medico hizo lo mismo y se quedo pensando.

- No creo que entiendas como funcionan las cosas de ahora en mas señor Bane.

- Entiendo perfectamente. Por eso me lo voy a llevar.

- No es cuestión de... Alec no esta listo.

- Alec esta perfecto.

- Se que tu papa ha puesto mucho dinero en este lugar pero eso no lo pone por encima de la medicina. Alec requiere de chequeos constantes, puede tener otro accidente cerebrovascular y mucho mas grave si no se lo cuida como se debe..

- He estado en el lugar de Alec y créame se que el saldrá adelante.

- No romantices algo que va más allá de simples cuidados. Su historia clínica no es muy positiva como para decir "Solo fue algo de una vez" es la tercera vez.

- Hay un equipo de médicos en Mendoza, ellos lo monitorearan.

- Magnus.. Alec no puede dejar este hospital.

- Firma ese puto papel de una vez o te aseguro por mi puta vida que nunca mas vas a ejercer tu mediocre profesión en ningún lugar de este país.

- El dinero no compra la salud hijo. Deberías saberlo...

- No, tampoco lo hace la medicina.

- En estos casos... - El médico intentó volver a querer discutirlo pero vio en el rostro de Magnus algo que no había visto antes. Desesperación. - Dame una semana más y podrás llevarlo a otro hospital con cuidados domiciliarios.

- Esta bien.

Las peleas había que saber elegirlas y cuando eran por alguien mas, a veces había que ceder para dejar que esa otra persona obtuviese lo mejor posible, sea lo correcto. Cuando salió del consultorio Alec lo miró desde una silla pero su pareja no lo hizo.. Magnus se volteo luego de unos minutos largos y se agacho un poco, le pasó la mano y el brazo por debajo de las rodillas, cargando sus piernas, Alec lo observo y no dijo nada. Abrazo a Magnus por su cuello y este le sostuvo con la otra mano por la espalda. Se quedaron así por unos minutos hasta que Magnus se puso de pie y empezó a caminar lentamente hasta la habitación.

- ¿Nos casamos y me darás mi fiesta privada..? - le susurró negando la realidad.

- Voy a darte la mejor fiesta de todas.