Henkō [Kookmin]

Capítulo 8

Jimin sintió una de las manos bajar hasta su espalda baja para pegarlo más a él, el toque lejos de molestarle le agrado por lo tierno pero a la vez dominante de la situación. Park ahora tenía sus manos en el cabello de Jungkook, enredando las hebras marrones entre sus dedos. 

-Eres hermoso.- susurró Jungkook separándose levemente para observar el hermoso panorama que le estaba mostrando su tesoro. 

Mejillas sonrojadas, labios rojos e hinchados por los besos, sus ojitos llorosos por la excitación y su pecho subiendo y bajando con la respiración irregular. ¿Por qué no podía capturar ese momento para siempre y atesorarlo entre los rincones mas ocultos? 

Nuevamente se acercó a tomar los labios de Jimin pero el sonido del estomago del menor lo hizo parar. 

Jimin bajo la mirada avergonzado por arruinar el momento tan perfecto con el sonido de sus tripas gruñendo por la falta de comida. 

-Creo que debemos atender otras necesidades primero.- Jungkook intento alejarse de manera sutil haciéndole saber que no estaba enfadado pero la manito de Jimin lo detuvo. 

-No te detengas por eso.- susurró el castaño mordiendo su hinchado labio inferior. 

-Tienes hambre, créeme que puedo esperar.- Jungkook le sonrió tierno. 

-Siempre arruino todo.- se quejo Jimin de si mismo. 

Jungkook detuvo todo lo que estuvo haciendo y se acercó nuevamente al contrario. Tomándolo de la cintura y levantándolo hasta sentarlo en uno de los muebles de la cocina, luego él tomó posición entre medio de estas.

-No arruinaste nada, ¿crees que después de que comas y veamos la película no seguiremos con esto?.- preguntó Jungkook escondiendo su rostro en el cuello de Jimin. 

-¿No estas enfadado?.- preguntó Jimin acariciando el cabello de Jeon. 

-No lo estoy, gatito. Mejor comamos algo, de esa forma tendremos energía para lo que viene después.- Jungkook tiró el comentario en doble sentido pero Jimin no se avergonzó ni lo cohibió, al contrario, le gusto que nuevamente el chico peli marrón le comprobara que seguirían con lo que hacían minutos atrás. 

-Tienes razón.

Jungkook tuvo que calentar la pizza de nuevo mientras que Jimin preparaba los platos y vasos que ocuparían. Luego de arreglar todo por fin estaban sentados con un pedazo de pizza cada uno mientras veían la película. 

-¿Por qué debe ser de terror?.- preguntó Jimin desviando la mirada cada vez que la música de tensión se hacia presente. 

-Porque se ve que no te gustan.- respondió sincero Jungkook mientras le daba una mascada a su comida. 

-Malo. 

-¿Tienes miedo, gatito?.- preguntó Jeon mientras dejaba la pizza sobre el plato y se limpiaba las manos. 

-¿Y qué si lo tengo?.- preguntó Jimin imitando la acción del contrario. 

Jungkook se recostó en el sillón y señaló su pecho.- estas invitado a protegerte entre mis brazos.

A Jimin inconscientemente se le formó una sonrisa en sus labios. Jungkook siempre decía cosas que lo ponían nervioso pero en un buen sentido, no podía negar que le encantaba que Jeon fuera tan tierno y coqueto con él, aunque extrañamente le desagradaba el hecho de pensar que lo era con otras personas también, quizá él no era tan especial como creía. 

-¿Y? ¿lo aceptas?.- preguntó Jungkook nuevamente mientras golpeaba su pecho y esperaba que el peli castaño fuera a sus brazos. 

Jimin se acercó lentamente al chico, recargando su cabeza contra el pecho de Jungkook. Su cuerpo parecía estar sin vida ya que ni siquiera atinaba a abrazar al contrario. No fue hasta que sintió las caricias de Jeon en su espalda que se comenzó a relajar con las corrientes eléctricas que atravesaban toda su espina dorsal.

-Jungkookie...- susurró Jimin pasando su brazo por sobre el abdomen de Jungkook hasta abrazarlo completamente.- no te detengas.

La voz de Jimin se escuchaba muy calmada y satisfecha con las caricias que le daba Jungkook, es por eso que Jeon no se hizo de rogar e intensifico los toques placenteros al cuerpo del contrario. 

Primero metió una de sus piernas entre las de Jimin y luego bajo su mano libre hasta la espalda baja del peli castaño. Los dedos de Jungkook se movían calmados sobre ese sector, jugando con el borde de la molesta camisa que traía Jimin. 

Park por su parte, había unido sus labios con los de Jungkook, comenzaron con un beso cargado de necesidad y deseo por explorar el cuerpo ajeno, pero el momento exacto en que mandaron todo al carajo fue cuando sus lenguas se encontraron en un danza placentera e hipnotizante. 

Jimin estaba dejando que Jungkook tuviera el completo control de la situación pero no le molestaba, para él era totalmente nuevo aquellas sensaciones que estaba experimentando. 

-Se siente genial.- pensó Jimin al notar como su camisa se alzaba y las manos calientes de Jungkook se adentraban haciendo contacto directo con su piel. Era algo que hace mucho no vivía, había olvidado la última vez en la que Jackson había comenzado con mimos una rutina de sexo e incluso se arriesgaba a decir que nunca escucho decir a su novio lo hermoso que era contra su oído, como lo estaba haciendo Jungkook en ese momento. 

Jeon era algo completamente diferente. Tierno y considerado, pero a la vez intimidante y sexy, era la combinación perfecta para alguien inseguro como Jimin, porque usando todos sus encantos podría llegar a mostrarle un mundo completamente nuevo a su compañero de intercambio sexual. 

-¿Gatito, tu habitación?.- susurró Jungkook en el oído de Jimin mientras este solo soltaba leves jadeos de satisfacción. 

-Aquella.- Jimin señaló la puerta correcta antes de que Jungkook lo alzara entre sus brazos y lo obligara envolver las piernas en su cadera. 

Jimin gimió al sentir el miembro semi erecto de Jungkook chocar contra su intimidad. Sin saber si era correcto o no, apoyo sus manos en los hombros de Jeon y comenzó a moverse lentamente, creando olas de placer en ambos cuerpos. 

-Gatito... ¿estas seguro de esto?.- preguntó Jungkook con algo de dificultad ya que no podía conectar cabos bien si Jimin se seguía moviendo de esa manera sobre su miembro. Aunque de una cosa estaba seguro, si Jimin se negaba él frenaría todo completamente.

-Quiero ser tuyo, Jungkookie.

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