Maratón 3/7
-Jungkook, quiero ir a mi departamento.- pidió Jimin apenas se subieron al auto de Jungkook.- por favor.
Jungkook solo asintió. La había cagado a lo grande y no sabia como mierda remediar la situación. Habia planeado ir a comprar con Jimin, llevarlo a su departamento, prepararle comida deliciosa y por ultimo terminar con unos mimos, pero todo se había ido a la mierda por llevar a ese lugar a Jimin y exponerlo a que lo trataran mal.
Jungkook se estacionó frente al departamento de Jimin y se quito el cinturón para bajarse junto a él pero Park lo detuvo.
-Quiero estar solo.- pidió el castaño con la mirada baja.
-Pero...
-Estaré bien.- dijo Jimin antes de salir del auto y caminar rápido a su refugio.
Jungkook se le quedo mirando. Jimin era un chico tan lindo y puro, no merecía ser expuesto a maldad a ninguna y él lo había dañado.
-MIERDA Y MAS MIERDA.- gritó Jungkook golpeando el volante. Pero por mas que descargara su enojo no podía borrar esa situación tan desagradable.
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Jimin llegó a su hogar y se fue refugiar entre las mantas de su cama para llorar. Quizá era cierto y él era no era mas que una niñita llorona y se odiaba por eso. Por no ser como Jungkook y lograr que los comentarios de los demás no lo dañaran.
No.
No podía hacer oídos sordos a ellos, no luego de darse cuenta de que la única manera para evitar la soledad era a través de su apariencia. De nada le servia ser un chico bueno si la gente lo juzgaba a la primera solo por su fisico.
Parecía que nunca le iba a dar el gusto a nadie.
Cuando era mas joven lo rechazaban por ser gordo.
Luego por tener problemas alimenticios.
Mas tarde por ser homosexual.
E incluso cuando salió del armario públicamente sintió el rechazo de los demás por todas sus acciones.
Su vida era una competa mierda.
-Debí parecer un completo ridículo.- se dijo así mismo mirando sus uñas, buscando un quita esmalte para volver a tener sus uñas limpias.
Las lagrimas no habían dejado de caer preguntándose porqué todo eso le pasaba a él. Nunca seria aceptado y eso le dolía en el alma.
-Me gustaría solo desaparecer.- Jimin se acostó en posición fetal abrazándose a si mismo.
Estaba solo.
Siempre seria lo mismo.
Estúpidamente pensó que Jungkook llegaría a pesar de que él le había pedido que lo dejara solo, creyó que luego de toda las cosas hermosas que le había dicho y lo importante que lo hacia sentir, todo seria diferente.
Pero no.
Con el único que podía contar era con el mismo, el problema radicaba que el mismo era una mierda incapaz de sentir amor propio.
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A las 4 en punto la puerta del departamento comenzó a sonar de nuevo. Jimin escuchó mas se quedo acostado, no estaba para nadie.
Pero la persona que golpeaba la puerta parecía que en cualquier momento la echaría abajo y si no quería tener problemas con el dueño lo mejor seria abrir. A duras penas se levantó y caminó hasta la puerta.
Al momento de girar la perilla, el cuerpo de Jungkook lo envolvió en un abrazo.
-No vuelvas a asustarme de esa manera.- pidió Jungkook alejándose unos centímetros.
-¿qué haces acá?.- preguntó Park alejándose.- vete.
-No me iré.- dijo Jungkook volviendo a acercarse a al contrario.
-Quiero estar solo.
-No quieres eso.- dijo Jeon tomando el rostro de Jimin.- no me pidas que me aleje.
Jimin no soportó mas y se acercó al mas alto sollozando en silencio. Los llantos del castaño era lo único que se oía y Jungkook simplemente lo abraza, dejando que eliminara su tristeza para que al menos escuchara lo que debía decirle.
-¿Por qué tu no me rechazas?.- preguntó Jimin sin despegarse de Jeon.
-¿Acaso me crees tonto?.- Jungkook guió a Park hasta el sofá para poder sentarse con Jimin sobre sus piernas.
-Solo te traeré malos ratos.
-¿Qué dices? creo que el único mal rato que hemos pasado fue hoy en la cafetería y todo por un idiota intolerante.- Jungkook daba caricias en la espalda para tranquilizarlo.
-El señor tenia razón, ni siquiera puedo considerarme hombre.
Jungkook arrugó el entre cejo.- ¿qué? espero que sea una broma lo que me dices.
-No lo es.- respondió Jimin ocultando mas su rostro en el cuerpo de Jungkook.
-Mírame y respondeme sinceramente... ¿ese hombre esta en lo correcto?.- preguntó Jeon uniendo su mirada con Jimin.
-Sí.- respondió Jimin bajando la mirada de inmediato.
-No... lo haremos de otra manera, pongamos una situación idéntica, solo que en vez de que yo seré el chico que usa esmalte. Si ese hombre me hubiese tratado de esa manera ¿estarías de acuerdo?- preguntó Jungkook serio.
Jimin negó de inmediato. Jungkook no merecía ese trato.
-Bien, si tu dices que yo no merezco ese trato, ¿por qué crees que tu si recibirlo? ¿acaso no valemos lo mismo?
-Jungkook, míranos. Soy mas bajo que tu, tengo menos cuerpo, tu intimidas y yo doy risa... tu eres seguro de ti mismo y mírame, soy débil, delicado, sensible, me importa mucho lo que piensen los demás de mi, soy llorón, me maquillo, actuó igual a una mujer... a mi me quedan esas burlas...
-Puedo comprobarte que eres igual de hombre que yo.- dijo Jungkook mirando su entre pierna causando que Jimin se sonrojada y golpeara su hombro juguetonamente.
El ambiente denso ahora estaba un poco mas ligero.
-Gatito, encuentro realmente estúpido que relacionen lo débil, delicado, sensible... ya sabes, cosas que son consideradas "inferiores" con una mujer, la mujer no es el sexo débil, de hecho, no existe sexo débil. No es malo ser delicado, no es malo ser sensible... ¿sabes? siempre he pensado que la gente mas fuerte es la que es capaz de demostrar sus sentimientos, no cualquiera llora en publico, solo los valientes. No es malo que te preocupes por tu aspecto, yo también he usado maquillaje y eso no me hace menos hombre, también me gusta verme bien y eso no me hace una chica...¿puedo preguntarte algo?
Jungkook le enseñó una de sus manos dejando ver sus uñas pintadas con un esmalte negro.
-¿Te parezco menos hombre ahora?
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JUNGKOOK AMA A JIMIN.
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Henkō [Kookmin]
Fanfiction"Donde Jimin y Jungkook se conocen por un intercambio de parejas" -La verdad, yo no me sentía a gusto con esta... experiencia.- susurró Jimin no muy seguro de utilizar aquél término. Jungkook acunó el rostro el peli rosado entre sus manos y rozó s...