Capítulo 35: Sin planificar

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CLARA'S POV

—Mía – susurra Ethan en cuanto el despertador trona por la habitación. Sonrío como una idiota al notar que me tiene totalmente apresada entre sus brazos y al recordar lo que sucedió en la noche.

Me aprieta más contra sí y el calor de su cuerpo sudoroso despierta mi libido, que a estas alturas me resulta totalmente desconocida. Nunca me había sentido tan necesitada de sexo como con él. Me activa en formas insospechadas, algo que creí que iba a ser imposible dado mi historial.

—Buenos días – ronroneo. La vista del dormitorio de Ethan es absolutamente espectacular, como toda su casa. Hago una mueca al pensar en lo que opinará de mi humilde apartamento, teniendo en cuenta de que su casa es algo así como cuatro veces mi residencia.

—Buenos días – él devuelve y besa mi cuello—Tenemos que irnos

—Sí, lo sé – alargo mis palabras, presa de la pereza y las pocas ganas de encarar el día. Me quedaría toda la tarde aquí, justamente de este modo con él, sabiendo que es mío exclusivamente.

Ethan se levanta y aprovecho para deleitarme con la visión de su cuerpo espectacular completamente desnudo. Se despereza y me dedica un guiño adorable de ojos, que correspondo con un beso volador muy impropio de mí.

—¿Pereza? – pregunta, mientras coge su bóxer del suelo. Asiento con un sonido nasal y observo a detalle cómo cubre sus partes más íntimas, para luego localizar un pantalón de chándal en el armario y colocárselo—¿Quieres tomar una ducha? – pregunta.

—¿Contigo? – devuelvo coqueta. Se ríe y enarca una ceja. Segundos luego, se ha quitado lo que se ha puesto y me mira travieso.

—Encantadísimo – responde y camina hacia el baño.

No demoro en ir tras él.

(...)

Bajo las escaleras tras de Ethan con un nudo en el estómago, ya que puedo escuchar el parloteo de las gemelas desde aquí.

Él me mira y me dedica una sonrisa traviesa, supongo que por lo que acabamos de hacer en la ducha.

—No pasa nada – me tranquiliza—Les caes muy bien

Suspiro.

Cuando llegamos a la planta baja, Ethan camina despreocupadamente hacia la cocina y yo lo sigo como un cachorro faldero, presentándome con las mejillas rojas ante sus hermanas.

La primera en verme es Sam, que me sonríe abiertamente.

—Buenos días - chilla—Hemos preparado el desayuno, espero que comas tostadas

Me río.

—Buenos días, chicas. Sí, como tostadas – confieso avergonzada. Ethan coge una y me la tiende junto a una taza de café humeante. Agradezco y comienzo a comer, tengo muchísima hambre, para variar.

—¿Cómo durmieron? – interroga Amy. Intento sonar tranquila, aunque me muero de la vergüenza.

—Estupendamente – sonríe Ethan. Se lleva su tostada a la boca y noto que le ha quedado un poco de queso en la comisura de sus labios. Un deseo irrefrenable por lamérselo me invade.

—Me alegro – devuelve Amy sonriendo apenas. Su rostro luce hinchado y me pregunto si ha estado llorando.

—¿Qué tal su día? – pregunta Ethan y aprovecho la ocasión para chequear los mensajes de mi móvil. Jean me recuerda nuestra cita de hoy a lo que respondo sonriente con un contundente sí.

DESORBITADOS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora