DESORBITADOS (Completa)

Capítulo 55: Hácker

CLARA'S POV

Parpadeo repetidas veces y tiemblo cuando vuelvo a escuchar esas dos palabras y lo miro atónita, esperando que se ría o diga algo que anule lo que acaba de confesarme.

Pero eso no llega. Sólo me escruta pacientemente con la mirada, intentando descifrarme, esperando una respuesta a su brutal confesión.

Pasa no sé cuánto tiempo antes de que recobre la mente otra vez como para hablarle.

—Eso no puede ser así – le explico negando con mi cabeza—No tiene sentido

Se ríe amargamente.

—Pues - chasquea—Lo es y para mí tiene muchísimo sentido

Se rasca el cabello y se lo alborota. Suspira y me vuelve a observar. Es tan bello, tan masculino y viril.

—¿Por qué? – le pregunto susurrando

—¿Por qué te quiero? – pregunta

—Ajám – respondo apenas. No quito mis ojos de los suyos, intentando averiguar por qué demonios este hombre que está aquí, con toda su perfección, puede siquiera quererme. Estoy demasiado rota y descompuesta, no funciono bien, ni siquiera entiendo cómo es que pueda llegar a decirme esto.

—Porque eres increíble - susurra—Eres todo lo que quiero para mí

Me ahogo y niego con la cabeza. Llevo mis manos a mi boca, tapándome y esperando que se retracte.

—No puedes quererme – logro decirle

—¿Por qué no? – me pregunta

—Porque...porque...

—¿Por qué no me dejas entrar, Clara? – se pregunta y me abraza. Esta vez, lo dejo hacer. Sentir la calidez de sus brazos me reconforta de una forma que creía imposible en mi vida. Es como si algo volviera a su sitio, como si los pedazos que quedan de mi jodida personalidad escindida, se juntaran—Eres sensacional, me encanta cada parte de ti, hasta la parte insegura y depresiva

Sonrío débilmente.

—No merezco tu amor – sollozo en su pecho

Sus brazos me rodean más fuerte y deposita un beso en mi coronilla.

—Mereces todo – él dice—Sólo tienes que poder verlo, cariño.

Suelto ese nudo de angustia que viene gestándose en mi pecho desde que salí de SGM y me permito llorar compulsivamente en los brazos de Ethan Holmes. Su mirada suave y su ternura infinita me sostienen, pese a que estoy actuando como una lunática salida del mejor manicomio.

Soy un desastre.

—Clara, te quiero de verdad – me confiesa observándome. Debo lucir como un payaso ahora mismo, con el rostro hinchado y rojo de tanto llorar—Te quiero rota, te quiero entera – exclama y me besa.

Recibo su beso con gusto, dejándome invadir por su sabor perfecto y su pasión. Su lengua recorre mi cavidad con perfecta delicadeza, adorándome. Me muerde el labio inferior y me suelta, depositando un beso en mi mejilla y luego descendiendo hacia mi cuello. Cierro los ojos y disfruto del contacto.

—Perdóname por lo de hoy – susurra en mi oído—Actué como un imbécil

—Perdonado – logro decir. Abro mis ojos y me topo con los suyos.

—Tienes los ojos más hermosos que alguna vez vi – dice y frunce el ceño—Necesitamos hablar.

—Lo estamos haciendo – sonrío débilmente