DESORBITADOS (Completa)

Capítulo 49: Esperanza

CLARA'S POV

Esto es peor que dar un puto examen final en la universidad, carajo

Eso es lo que estoy pensando en cuanto las puertas corredizas de SGM se abren paso ante mi humanidad, esperando que las atraviese bajo esta nueva situación tan extraña como excitante.

Soy la novia del jefe.

Joder.

Saludo a Jess, marco mi entrada a las 8.30 en punto y me dirijo hacia el ascensor en donde chequeo mi aspecto en el espejo. No me veo mal, de hecho, me veo hasta relajada, cosa que me parece bastante divertida.

Busco mi móvil para revisar los mensajes y suelto un suspiro cuando veo que aún no tenemos novedades de Jean. Decido esperar un rato, supongo que Tere se pondrá en contacto conmigo en cuanto se sepa de qué va la hostia.

Cuando el ascensor llega a su destino, un retorcijón estomacal me ataca de improviso y me debo apretar la zona como por instinto. Las puertas metálicas se abren y lo primero que veo cuando lo hacen es la figura de Lillian.

Se sonríe a medias.

—Clara, tanto tiempo. Me alegro que estés mejor – pronuncia

Intento sonreír, aunque estoy casi segura de que no me sale bien.

—Buenos días Lillian, es un gusto verte – miento descaradamente.

—Ethan y Dylan están esperándote – pronuncia y nuevamente, las mierdas estomacales me abordan

—Gracias. ¿Te puedo pedir un café? – pregunto

—Claro – exclama y se remueve—Ten

—Muchas gracias – respondo y le doy un trago a la bebida energética.

Bien. Es hora.

Camino a paso decidido pero tranquilo por el corredor que me lleva al despacho presidencial y suelto un suspiro familiar de no se qué, antes de entrar.

La puerta se abre y veo a un Dylan risueño que me escruta divertido. Entonces lo entiendo.

Él lo sabe.

—Buenos días – exclamo y miro a mi novio. ¿Puede ser más guapo?

Él sonríe de costado.

—Buenos días, Clara – exclama

—Buenas – devuelve Dylan, con sorna—Se te extrañaba ya por estos lares, Clarita

Me río. Es tan jodidamente extraño todo esto. Me acerco al rubio y le beso la mejilla y titubeo unos instantes cuando tengo que saludar a Ethan.

—Oh vamos – se mofa Dylan—Ya sé todo

Lo miro y enarco una ceja.

Miro a mi novio.

Se ríe como un niñito inocente.

—Tuve que hacerlo – exclama temeroso—No paraba de hacer preguntas

Sonrío levemente y me acerco para depositar un casto beso en los labios carnosos de mi jefe-novio-presidente-dueño.

Son muchos títulos.

—¡Enhorabuena tórtolos! – vocifera Dylan—Ya me estaba estresando por toda esta mierda

Lo miro arrugando el gesto, pero él me responde con un movimiento de manos, quitándole importancia.