Capítulo 3: Un lunes diferente

356 21 4
                                    


ETHAN'S POV

Lunes.

Otro lunes que agrego a mi lista de semanas vividas, pienso. Me levanto con rapidez una vez que el despertador suena a las 6am, dirigiéndome hacia el baño para tomar mi clásica ducha matinal.

Es como un mandato existencial. Si no me ducho, no soy.

Una vez que salgo de la ducha, decido qué ponerme. Abro el armario y me debato internamente entre usar el traje gris o el negro, decidiéndome por el último. Escojo una camisa color celeste con rayas blancas y opto por no usar corbata. El día de hoy no tengo ninguna reunión prevista con algún inversionista, por lo cual no es necesario.

Ya vestido bajo las escaleras y disfruto del apacible silencio en el que se ve envuelta mi casa. Las gemelas duermen hasta el mediodía, ya que no trabajan y estudian de tarde. Ambas eligieron la misma carrera de mierda, Educación Inicial.

Me preparo un desayuno suculento que consiste en tostadas con jamón crudo y queso, un buen café con leche cargado y la infaltable fruta para rematar. Con toda esa mezcla cago como un elefante casi al minuto de haber terminado.

Me lavo los dientes, me echo perfume y cojo el maletín para luego salir a paso tranquilo y meterme en el auto.

La radio se enciende en cuanto doy marcha y escucho atentamente las noticias del fin de semana. Pienso en la fiesta del sábado y esbozo una media sonrisa al recordar a la muchacha morocha que me acompañó a dormir. No es como si fuese a hablar de nuevo con ella, pero su intervención digamos que fue...interesante.

El domingo me atomizó a mensajes y finalmente decidí bloquearla de whatsapp. Mis hermanas dicen que soy un idiota por hacer eso, pero yo nunca jamás prometí nada y me siento en el derecho de no querer hablar con ella nunca.

No soy de los tipos que puedan sostener algo por más de...dos días tal vez.

No es que no quiera sentar cabeza eventualmente, es solo que por el momento prefiero no tener ningún tipo de ataduras más que mis dos hermanas y la presidencia de la empresa. Y estar en una relación es estar atado, es rendir cuentas, es esfuerzo. Y me vale mierda el esfuerzo, ya tengo que hacer demasiado día a día. Simplemente, no es mi momento. Ni lo será por mucho tiempo.

Tampoco es que sea un idiota con las mujeres. Para nada. Siempre soy claro, lo explico desde el inicio y las trato con muchísimo respeto, como debe ser.

No soy de los tíos que gustan de decir ordinarieces al respecto, ni me gusta andar ventilando lo que hago en mi dormitorio. Supongo que el tener dos hermanas contribuye en esto último. Sólo actúo como me gustaría que actúen con ellas, pienso. Excepto por las cosas que hago con ellas entre mis sábanas.

Llego a la empresa a las 7.15 como es costumbre y ya noto cómo todos los empleados comienzan a correr desesperados por el lugar. Siempre que llego armo revuelo y lo entiendo en parte, soy el Presidente. Pero tampoco es como si fuese un ogro o algo.

Desciendo del auto y de inmediato Billy, el portero, me tiende la mano para saludarme y pedirme las llaves, ya que él se encarga de estacionarlo en el parking privado de la empresa.

Subo las escaleras y las puertas automáticas se abren a mi paso, dejándome ver a Jess, la recepcionista, que me dedica una sonrisa de oreja a oreja fingida.

—Señor Holmes – ella saluda y yo respondo con un gesto aprobatorio de cabeza

—Jess - musito—¿Qué tal estás?

DESORBITADOS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora