DESORBITADOS (Completa)

Capítulo 65: Hasta que llegaste tú

1 mes más tarde...

CLARA'S POV

—Si quisiera, no podría estar más nerviosa por esto – exclamo, mientras suelto un gran suspiro de frustración y angustia. Ethan me observa y hace una mueca de disgusto, chasquea y se limita a besar mi frente de forma tierna, indicándome que está conmigo.

—Todo saldrá bien – murmura Henry, mientras soba cariñosamente mi espalda

Estamos a punto de entrar al juzgado letrado en donde se desarrollará el juicio en contra de Logan. Jean se encuentra con Tere y su hermano ya dentro, y yo acabo de arribar junto a Ethan, Henry, Dylan y las gemelas. Me preocupa que el estrés del momento impacte negativamente en Amy, pero pese a mis negativas, ella se ha empecinado en venir.

—Vamos a pensar en positivo – pide Dylan—Todo está dado para que suceda lo que todos queremos

—Se va a pudrir en la cárcel – predice Sam. La miro y hago un gesto de derrota.

—Eso espero – murmuro, mientras me aferro todo lo que puedo a la camisa de mi novio. Él me mira con un gesto de auténtica preocupación, pero sigue sin emitir palabra, lo cual le agradezco.

—¿Vamos? – sugiere Amy, que carga un abdomen de casi treinta semanas. Es absolutamente increíble ver el tamaño de su barriga.

Asiento con la cabeza pese a mis nervios y luego de otro suspiro, emprendo marcha hacia el interior de la finca.

Como cualquier juzgado, luce frío, distante y algo solemne. Una mujer nos pide identificación y anota nuestros números civiles en una planilla, para luego indicarnos por dónde dirigirnos. Caminamos sin decir nada, expectantes, entrelazada con firmeza a la mano de quien me ha sostenido por mucho tiempo, mi novio. Mi compañero.

No me alcanzarán los días para agradecerle todo lo que ha hecho por mí en este tiempo. Jean ha estado excesivamente demandante, hemos ido y venido a juzgados, presentando declaraciones, escuchando a abogados, todo durante un mes. En parte me alivia llegar a esta instancia, estoy deseando que todo esto acabe por el bien de mi mejor amiga y por el nuestro. Ha sido agotador, estresante y para nada grato.

—Es aquí – masculla Ethan, mientras abre con parsimonia la gran puerta de madera que se nos presenta. Trago saliva y vuelvo a inspirar profundamente.

El lugar es pequeño, pero a la vez enorme. Una contradicción extraña. Varias banquinas de madera se presentan ante nuestros ojos, supongo que donde deben ubicarse los presentes, es decir, nosotros. Localizo de inmediato a Jean, que me devuelve una mirada cargada de nerviosismo y angustia. Me separo del agarre de mi novio y corro hacia ella, envolviéndola en un abrazo fraterno lleno de soporte, dándole mi apoyo y mi bendición.

—¿Cómo estás? – logro articular luego de unos minutos

Ella me mira con el rostro totalmente ido.

—Sólo quiero que todo esto termine – exclama, apenada. La abrazo nuevamente

—Todo terminará, cielo - animo—Estarás bien

Ella me aprieta contra sí misma y murmura algo que no comprendo. Saluda con la mano a quienes me acompañan, Ethan se acerca y le dedica una leve sonrisa.

—Todo saldrá bien – se atreve a decirle, y mi amiga lo observa.

—Gracias por todo, Ethan – exclama y le aprieta el antebrazo—De verdad