DESORBITADOS (Completa)

Capítulo 34: Términos claros

CLARA'S POV

Mientras que el agua de la ducha barre toda la suciedad de mi cuerpo, no puedo quitar esta estúpida sonrisa de mi rostro.

Él vino a verme.

¿Qué se supone que significa eso? ¿Le importo? ¿Me extraña? ¿Sólo quiere sexo?

Dios, mi cabeza es un lío. No sé qué es exactamente lo que espero de Ethan y no estoy segura de querer esperar algo, sin embargo, la idea de que haya venido hasta aquí me agrada en un punto que me resulta entre patético e incomprensible.

Nunca fui una persona que pudiese poner en palabras sus emociones, mucho menos después de lo que me ocurrió hace unos años.

Siempre me guardo los sentimientos y trato de no llevarlos al nivel de la consciencia, por miedo.

En el fondo sé que es miedo a salir lastimada nuevamente y me pasa en todo nivel. No expreso y a veces eso parece que significara que no siento, pero en verdad siento, y mucho.

Recuerdo la vez que le confesé a Tomm que lo amaba, me llevó cerca de un año hacerlo y fue lo más difícil que tuve que hacer en años. Me costó asumirlo, interpretarlo y convivir con la idea de que mi corazón le pertenecía. Luego todo se fue a la mierda, pero esa es otra historia.

Seco mi cuerpo con algo de rapidez y maldigo en voz baja cuando soy consciente de que no he traído nada qué ponerme. Eso significa que tengo que salir del baño envuelta solamente con mi toalla, cuando Ethan está a escasos metros.

No pienso demasiado y decido salir, ignorándolo. Atravieso la puerta de mi dormitorio y me ubico frente al armario para elegir qué ponerme. Antes, cojo mi ropa interior y me la coloco.

—¿Qué es lo que vamos a hacer? – medio que grito, para que me escuche.

Ethan carraspea la garganta, y de pronto entiendo que el sonido se siente demasiado cercano. Me giro y lo veo recargado sobre el marco de la puerta, observándome con los ojos oscurecidos y la mandíbula apretada.

La visión espectacular de su cuerpo desgarbado me pone los pelos de punta y hace que se me seque la boca repentinamente. Soy consciente de que estoy en ropa interior, y no me avergüenza ni un poco. No cuando él conoce mi cuerpo más que yo misma.

Él no se acerca, temiendo lo que pueda hacer yo.

Mi nivel de estrés es alto ahora mismo, así que le agradezco el mantenimiento de la distancia.

—¿Entonces? – rompo el silencio.

Traga saliva y me deleito con su nuez de adán bailando en su cuello.

—Este...-exclama—Hum

—Ethan – lo llamo—¿Qué debo ponerme?

—Algo cómodo – exclama con prisa—Ponte algo cómodo.

Afirmo con la cabeza y hurgo entre mi ropa, ignorando el hecho de que él está allí, yo estoy en ropa interior y su mirada me taladra.

No tan inocentemente me agacho en busca de mis leggins y él suelta un gruñido que no me pasa desapercibido.

Me las coloco sin mirarlo y luego pienso qué ponerme arriba. Me decido por una blusa holgada y larga, de color rosa pastel. Me calzo unos deportivos y me miro el cabello, amasándolo un poco antes de quedar frente a mi jefe sexy.

—Estoy lista – explico

Vuelve a tragar.

—Vamos, entonces – dice. Sus pupilas están dilatadas y su expresión es de total nerviosismo, lo cual me resulta entre divertido y adorable.