INFIDELS《PARK JIMIN》TP1 TERMINADA

CAPITULO 26 "dime la verdad" Parte 2

Recomendación: Leer escuchando la canción arriba en la descripción.

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Ya habían pasado más de 48 horas y contando. Hasta este punto ya me sentía demasiado desesperado. Por más que quería ver a Seulgi no me dejaban.

Después de reanimarla no tarde mucho en llamar a una ambulancia, la cual gracias al cielo no tardó mucho en llegar. Después de inspeccionar a Seulgi se dieron cuenta de las graves cortadas en sus costados –se auto lesiono –por ende, la policía me cuestiono y abrió una "investigación" en contra de mí, para saber si estaba involucrado en tal agresión, pero no paso más.

Mi mente está a punto de explotar, tratando de darle vueltas al mismo asunto.

¿Yo lo provoque?

Ni siquiera lo sabía.

—¿Sr. Park? —el doctor me llamo de pronto.

Me levante de la silla de inmediato y me encamine a él.

—dígame, ¿cómo está mi esposa?

—estable, pero tiene que quedarse unos días en hospital para análisis y reposo.

—lo entiendo, ¿puedo pasar a verla?

—no sería muy recomendable.

—por favor...

Escucho al hombre suspirar.

—Solo sea cauteloso —me dice —pues aún está en recuperación.

—de acuerdo, muchas gracias. —dije por último y le muestro una media sonrisa.

El doctor me da una señal aprobatoria y después de hablar algunas cosas con la enfermera se marcha.

Esta vez soy yo el que suelta un leve suspiro mientras me encamino a la habitación. Abro con suma delicadeza la puerta y me adentro a la pequeña estancia, el sonido peculiar del oxígeno me recibe y mientras observo el lugar mis ojos caen en ella.

La analizo cuidadosamente y un ligero escalofrió me recorre cuando veo sus muñecas vendadas...

Me encamino a ella y tomo una de la silla y me siento a su lado.

—Seulgi... —la llamo bajo mientras tomo una de sus manos con delicadeza —no fue mi intensión herirte —las lágrimas no tardan en salir de mis ojos y el dolor me abriga. —discúlpame por ser el causante de tus desgracias, soy la peor persona del mundo, no te merezco...

Cada palabra que decía era totalmente involuntaria y aunque deseaba contarle la verdad no podía, realmente no.

Un sonido me saca de mi transe. Seulgi solloza y su mano aprieta la mía con débil fuerza, con lentitud voltea su rostro y es cuando veo sus ojos envueltos en agrias lágrimas.

—Seulgi...

—no tienes por qué lamentarte, Jimin... —me dice con voz quebrada —yo son la que te debe todas las disculpas del mundo...

—no digas eso.

—Si... nunca te he contado la verdad, te he ocultado muchas cosas Jimin —su voz se escucha aguda y sus lágrimas no dejan de salir —tú solo te encargaste de darme lo mejor mientras pudiste, pero yo, nunca te lo agradecí.