INFIDELS《PARK JIMIN》TP1 TERMINADA

CAPITULO 27

Recomendación: leer escuchando la canción en la descripción (que manera más hermosa de leer que escuchando la hermosa voz de Jin 😍)
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Cabaña:

Todo había sido demasiado rápido, Kai uno de los mejores amigos de Jimin había ido a recogerme al hospital, apenas y me despedí de Edith y emprendimos camino. Durante el trayecto no decía muchas cosas, pero al final de cuentas el hombre resulto ser muy agradable y se notaba que estimaba mucho a Jimin, lo deduje cuando llegamos a la cabaña y ambos entablaron una pequeña conversación antes de que él se marchase. Aún sigo creyendo que lo conozco de otra parte, pero no recuerdo de donde, no lo sé, más adelante lo averiguare.

El aroma del perfume de Jimin me embriagaba, abrazarlo y sentir los latidos de su corazón contra mi pecho era lo más gratificante en el mundo, me hacen sentir viva y aquellos labios tan dulces con tan solo el rose, me elevaba hasta las nubes....

— ¿Dónde estuviste todo este tiempo?

—esperando por ti.

—Gracias.

— ¿Por qué?

—Por ser tan paciente...

Las palabras podrían sonar simples, pero salidas de sus preciosos labios eran totalmente perfectas. No me interesa nada más que él, solo él.

Perdí la noción del tiempo por un momento, pues ni siquiera me di cuenta cuando entramos a la cabaña. Solo veía sus ojos, tan iluminados de un hechizo hipnotizaste que me hacía sentir paz.

De una se le aleja de mí y se encamina a la repisa donde se encuentra la chimenea.

— ¿qué haces Park?

—Aguarda un segundo... —dice moviendo a lo que parecía un radio un poco antiguo.

—no me digas que...

— ¡listo! —dice de pronto. Del pequeño radio empieza sonar una melodía suave y lenta.

—Jimin...

Me interrumpe, se postra enfrente de mí y carraspea un poco.

— ¿me permite esta pieza hermosa damisela? —extiende su mano derecha y hace una pequeña reverencia de antaño.

Sonrío ampliamente, me pongo de pie y hago una reverencia formal igual que él.

—Será todo un honor caballero —tomo su mano.

Sonríe de igual manera y nos postramos en el centro del living. Toma mis caderas con suavidad y me acerca a él, yo hago lo mismo postrando mis manos alrededor de su nuca y empezamos con el movimiento rítmico de pies.

El tiempo se para por un momento y las cuatro paredes se reducen a nada, donde solo él y yo somos la única materia existente en ese lugar.

—Te amo tanto —dice acariciándome el rostro.

—Y yo a ti —mi mano toca la suya y me es inevitable derramar la primera lágrima.

—No llores amor —limpia mis mejillas.

—lo siento, pero... tengo miedo.

— ¿miedo? —Pregunta extrañado — ¿Por qué?...

—De que me alejen de ti... —me escondo entre su pecho.

Las lágrimas cada segundo se hacían más profundas y hasta este punto sentía una combinación de emociones que me hacían temer de muchas cosas. El porqué, no lo sé, pero temo de mi perfecto presente y de aquel que se atreva a quitármelo...