Segundo libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador).
Enigmático, mínimamente insolente, juicioso, perspicaz, incorregiblemente malhumorado e increíblemente apuesto. Una pesadilla en el campo y una estre...
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—Me obligó a dormir en la alfombra —se queja Adam—, y hasta el chihuahua tenía una cama.
—Ya conoces a Bill y su trauma con los Hyland. Deberías agradecer que me opuse a que te metiera a dormir con Gloria dentro del terrario —le recuerdo mientras sigo masajeando sus hombros.
—En realidad... ¡cuidado, vas a romper mi acromion! —chilla en cuanto hago sonar uno que otro hueso—. Me gustaría conservar mi hombro, Zoe. ¿Sabías que es la articulación más móvil de nuestro cuerpo?
—Claro que lo sabía, Malcom nos lo enseñó a ambos. —Río y, aún arrodillada tras él en el sofá, dejo de hacer masajes —los cuales se asemejan más a una tortura que a un método de relajación—, y rodeo su cuerpo en un apretado e indispensable abrazo—. Te eché de menos, Adam. Gracias por llegar antes de lo planeado a la fiesta. —Aspiro su fragancia a alcohol en gel y menta y cierro los ojos mientras él se relaja y ríe. La risa hace que su pecho y espalda vibren con familiaridad, y no puedo evitar convertir el gesto cariñoso en casi un homicidio en cuanto torno el abrazo en algo asfixiante—. Sé que estamos hablando del cumpleaños de Shane, pero como lo haremos en el estadio y necesitaba gente para llenarlo, ¿y qué mejor que la vieja pandilla de Betland?
—Apoyo la idea, pero intenta no estrangular a tu mejor amigo antes de la celebración —dice zafándose de mi agarre y respirando con dificultad. Se da la vuelta y sus cálidos e inocentes ojos cafés brillan con incertidumbre—. ¿Sigo siendo tu mejor amigo, verdad? ¿O Blake Hensley ya me quitó el puesto?—inquiere, y de forma automática siento mis mejillas encendiéndose.
—Blake Hensley tiene su propio puesto, no necesita robarle uno a alguien más.
—¿Y qué puesto es ese? —Arquea un ceja expectante, acomodándose el cuello de la camisa—. La realidad es que, teniendo en cuenta que se conocen hace poco tiempo, uno creería que es simplemente un conocido. Sin embargo, hablas refiriéndote a él como un amigo y se oye como si estuvieras platicando sobre el chico que te gusta —resume con rapidez—. ¿Qué puesto ocupa? Y no inventes una palabra que no existe para definirlo, nada de conomigonovio —La combinación suena ridícula y no puedo evitar reír—. Sé todas las palabras y definiciones del diccionario, al derecho y al revés —advierte.
Ayer por la noche, tras la confesión de Kassian y la platica que le siguió, de alguna forma nos quedamos dormidos. En algún momento Bill debió entrar y sacar al niño en brazos, dejándome enredada con Gloria en la cama. Pienso que fue Shepard porque conociéndolo sé que no hubiera dejado que Blake entre a la habitación, o por lo menos no que lo haga sin estar bajo su atenta vigilancia.
Cuando desperté gracias a los gritos de Mei Ling y Elvis, los cuales estaban discutiendo porque alguien alguien había dejado destapada la botella de la leche, me encontré al inocente y familiar rostro de Adam al entrar a la cocina. No quise alejarme de él desde entonces, así que lo arrastré e infiltré en las clases de Parasitología General y Botánica por la mañana.
