Medio año y 31 minutos de retraso más tarde...
—El abuelo de la hermana de la prima del carnicero al que le compra la tía de un amigo te desea un feliz cumpleaños.
—Dile a tu amigo que le diga a su tía que visite al carnicero y que él le diga a su prima que le diga a su hermana y ella a su abuelo que digo gracias —digo casi sin aire, en parte por el trabalenguas y en otra por el hecho de que el coach nos ha hecho correr seis veces alrededor del estadio.
Shane me mira con una ceja arqueada, totalmente confundido.
—¿Por qué te enredas tanto, Hensley? Nadie puede entenderte cuando hablas así —se queja negando una y otra vez con la cabeza antes de darme una palmada en el hombro y pasarme.
—Tiene que ser una broma. —Dave llega a mi lado y se cruza de brazos mientras mira incrédulo a Wasaik mientras se aleja—. Es él la persona que tiene un problema con el árbol genealógico de los demás y parece hablar a la velocidad de un correcaminos —añade.
Reprimo un sonrisa divertido antes de darle un codazo.
—Hablando de correcaminos, ¿cómo haremos para llegar a mi supuesta fiesta de cumpleaños? El coach ya nos retrasó y mis pulmones no resistirían una carrera a la velocidad de su pie hasta la casa de Akira y Mei —reflexiono masajéandome el hombro.
Shane mide su fuerza tanto como su fanatismo.
Por casualidad algo bueno ha salido de eso. La última vez que lo acompañé a un partido de los New Orleans Saints lo dejé de vigilar por un segundo y se escapó. Interrumpió en el campo y se le lanzó a Beasley para tomarse una foto con él, la cual más tarde subió a Instagram.
Seguridad lo capturó, pero no fue el único.
Una chica también logró irrumpir en el campo. Su nombre es Shay y no miento cuando digo que es cien veces peor que la sumatoria de cuatro Shanes juntos.
Ella tiene prácticamente un altar de Malcom Beasley en su casa, y ahora que están saliendo lo acosan por las redes y en persona juntos.
En fin, Bill nos ha estado torturando no solo pscológicamente esta vez, sino físicamente. Se acercan los partidos más decisivos y al coach no hay quien lo detenga.
—Tu fiesta no es en casa de las gemelas diabólicas —se entromete Elvis llegando no con una, sino con tres botellas de agua—. Te llevarás la misma sorpresa que yo cuando estoy por terminar un libro y al autor se le ocurre aniquilar cruelmente a medio mundo, separar a los protagonistas y dejar un final abierto cuya continuación saldrá dentro de nueve años perro. —Destapa las tres botellas y se las arregla para tomar de todas a la vez.
Shepard casi lo mata hoy, aunque esa no es ninguna novedad.
—Beber agua en exceso es perjudicial para la salud, Elvis —dice Steve sacándose su casco y caminando en reverso hacia las duchas mientras apunta a Preston con su dedo índice—. Diluye la sangre y contibuye a jaquecas, puede ser causa de insomnio, sudoración excesiva y hasta puedes padecer de un envenenamiento por agua —advierte el estudiante de nutrición, quien ha estado repasando con la estudiante de medicina para los parciales.
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Extra point
Teen FictionSegundo libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Enigmático, mínimamente insolente, juicioso, perspicaz, incorregiblemente malhumorado e increíblemente apuesto. Una pesadilla en el campo y una estre...