-Así que es cierto -Wert entro en la sala de la casa sonriendo, quitándose los guantes.
-¡¿Como se atreve a entrar sin ser anunciado?! -Diane miro a ese hombre furiosa.
-Oh, mi señora, discúlpeme -pero no dejo de sonreír -No quería importunarlas, pero al saber que habían regresado no pude evitar pasar a verla a usted y a su hermosa hija.
-¿Madre qué...? -Katherine se paro en la puerta, observando con desconfianza a ese hombre.
-De nuevo su belleza me deja sin palabras -Wert la miro de arriba abajo -Me alegra tanto que hayan regresado.
-¡Si nos fuimos es por su culpa! -Katherine entrecerró los ojos -¡Si dejara en paz a mi hermana! ¡Deje de molestarnos!
-¿Yo molestarlas? -el se hizo el ofendido.
-Lord Wert, le pido por favor que se marche -Diane se acerco a su hija.
-Pero mi querida señora -dio un paso hacia ellas.
-¿No ha oído a la señora? -Ewan estaba parado a unos pasos de él, mirándolo fijamente -Largo.
-¿Y con qué derecho me echa usted? -el alzo una ceja
-Con el que se me concede para proteger a los míos -y Ewan camino hacia el despacio.
-¿Los suyos? -rio divertido -Aun no es su esposa MacClain, no se atribuya... -pero antes de terminar de hablar, Ewan le había agarrado por la chaquead y le había levantado en peso, empujándole contra la pared -¡Suélteme!
-No vuelva a acercarse a mi mujer y a mi hijo -apretó su agarre -Y tampoco a esta casa, o me veré obligado a matarle. -lo soltó, y le coloco bien la chaqueta, inclino el rostro sobre el -Ahora largo de esta casa.
-¡Esto no quedara así! -pero Wert gritaba mientras corría.
Ewan lo observo y respiro profundamente obligando a tranquilizarse, cuando se giro se encontró con la mirada de las dos mujeres puesta en el.
-Oh, señoras, lamento el espectáculo ...-señalo hacia donde Wert había partido.
-Así que usted es el padre de mi nieto -Diane le sonrió
-¡Es mucho más guapo de lo que Helen me dijo! -y Katherine se engancho a su brazo y tiro del hacia la sala -¡Menos mal que nos ha librado de ese gusano! ¡Dígame ¿Cuando se van a casar usted y mi hermana?!
-¡Katherine! -Diane regaño a su hija, caminando tras ellos.
-No se preocupe señora -Ewan sonrió levemente, espero a que ellas se sentara y tomo asiento.
ESTÁS LEYENDO
La Duquesa
RomanceCuando Ewan MacLain es informado por uno de los guardias que protegen las Tierras Archivald, que su prometida exige que la reciba, ¡Exige! Lo enfurece hasta límites insospechados, pero entonces piensa, ¿Que prometida? Y ahí comienza la diversión par...