-Ya estamos llegando -Niaj se inclino en su caballo, para poder asomarse por la ventanilla del carruaje -¿Están cómodas?
-Si, gracias -Helen asintió sonriéndole.
-¿Es buena idea visitar a Lady Lancaster? -Elsa acaricio el pelo de su hija, que se había quedado dormida, tumbada con la cabeza en su regazo.
-No lo sé, pero es la única opción -levanto la mano y empujo la cortina del carruaje, inclinando el rostro para poder ver a Ewan, que cabalgaba hablando, bastante enérgicamente con la Guerrera -El no dejara que nos marchemos y Niara nos llevara hasta las tierras de los Bukchaman.
-Estáis pagando un precio demasiado algo por todo esto -Elsa la miro con tristeza.
-No, el precio que se me exigía si era demasiado alto -la miro a los ojos -Esto, es lo único que puedo hacer.
-¿No me dirás que no te causa curiosidad? -Ewan frunció el ceño, mirándola de reojo -¿Por qué Mail Bukchaman? ¿Que puede querer ella de el?
-¿Y que importa? -Niara lo miro con una ceja alzada -Te estás tomando muy enserio el rumor.
-¿Que rumor?-el la miro sorprendido
-Que es tu prometida -Niaj se coloco al otro lado de él y sonrió.
-No es mi prometida -el apretó las riendas en su mano.
-Bien -Niaj miro al frente -Entonces no te importara que la corteje
-¡Como te acerques a ella..! -alzo la voz y entonces se dio cuenta que todos, incluido el cochero de la condesa le estaban mirando, bajo la vista a las riendas en sus manos.
-¿Que? -Niara sonrió -No has terminado la amenaza.
-No era una amenaza -El siguió mirando sus manos.
-Entonces no hay problema, la Duquesa es una mujer tan hermosa -Ewan lo miro de reojo -Tiene una piel de porcelana... -escucho el gruñido de Ewan -Vaya, ese gruñido se ha parecido al de tu hermano.
-Dejadlo ya, estamos llegando. -Niara observo la muralla que rodeaba las lindes del castillo de Winston. En el camino habían visto las miles de aldeas que formaban parte de su condado, todas vigiladas y protegidas por guardias.
-¡¿Quien?! -Un guardia pregunto, desde lo alto de la muralla, mientras otros dos permanecían en la puerta, con sus lanzas.
-¡La Guerrera! -Niara grito y observo como el hombre movía una bandera desde lo alto, los otros dos se apartaron y los portones se abrieron.
ESTÁS LEYENDO
La Duquesa
RomanceCuando Ewan MacLain es informado por uno de los guardias que protegen las Tierras Archivald, que su prometida exige que la reciba, ¡Exige! Lo enfurece hasta límites insospechados, pero entonces piensa, ¿Que prometida? Y ahí comienza la diversión par...