Capitulo 10: Cazado

35.5K 3.7K 369
                                    


-Ya estamos llegando -Niaj se inclino en su caballo, para poder asomarse por la ventanilla del carruaje -¿Están cómodas?


-Si, gracias -Helen asintió sonriéndole.


-¿Es buena idea visitar a Lady Lancaster? -Elsa acaricio el pelo de su hija, que se había quedado dormida, tumbada con la cabeza en su regazo.


-No lo sé, pero es la única opción -levanto la mano y empujo la cortina del carruaje, inclinando el rostro para poder ver a Ewan, que cabalgaba hablando, bastante enérgicamente con la Guerrera -El no dejara que nos marchemos y Niara nos llevara hasta las tierras de los Bukchaman.


-Estáis pagando un precio demasiado algo por todo esto -Elsa la miro con tristeza.


-No, el precio que se me exigía si era demasiado alto -la miro a los ojos -Esto, es lo único que puedo hacer.






-¿No me dirás que no te causa curiosidad? -Ewan frunció el ceño, mirándola de reojo -¿Por qué Mail Bukchaman? ¿Que puede querer ella de el?


-¿Y que importa? -Niara lo miro con una ceja alzada -Te estás tomando muy enserio el rumor.


-¿Que rumor?-el la miro sorprendido


-Que es tu prometida -Niaj se coloco al otro lado de él y sonrió.


-No es mi prometida -el apretó las riendas en su mano.


-Bien -Niaj miro al frente -Entonces no te importara que la corteje


-¡Como te acerques a ella..! -alzo la voz y entonces se dio cuenta que todos, incluido el cochero de la condesa le estaban mirando, bajo la vista a las riendas en sus manos.


-¿Que? -Niara sonrió -No has terminado la amenaza.


-No era una amenaza -El siguió mirando sus manos.


-Entonces no hay problema, la Duquesa es una mujer tan hermosa -Ewan lo miro de reojo -Tiene una piel de porcelana... -escucho el gruñido de Ewan -Vaya, ese gruñido se ha parecido al de tu hermano.


-Dejadlo ya, estamos llegando. -Niara observo la muralla que rodeaba las lindes del castillo de Winston. En el camino habían visto las miles de aldeas que formaban parte de su condado, todas vigiladas y protegidas por guardias.


-¡¿Quien?! -Un guardia pregunto, desde lo alto de la muralla, mientras otros dos permanecían en la puerta, con sus lanzas.


-¡La Guerrera! -Niara grito y observo como el hombre movía una bandera desde lo alto, los otros dos se apartaron y los portones se abrieron.

La DuquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora