La decepción

692 37 2
                                    

Era la hora de la cena y toda la familia se encontraba reunida en el comedor, excepto Hugo. El rey estaba ausente sin haber dado una causa aparente.

Sofía había rogado poder acompañarlos a cenar como en los viejos tiempos, tratando de olvidar la enfermedad que la mantenía postrada en una cama. Sin embargo la molestia de Hugo era obvia, nisiquiera quería verla después de aquel malentendido con Alonso. Ella no podía entender como él había dudado de su amor. Si ella solo había vivido para él desde que era una niña.

Finalmente se escucharon abrir las puertas y el fornido rey apareció frente a los ojos de la familia. La mirada de Sofía comenzó a brillar encontrándose de inmediato con su mirada dura que al verla se ablando y soltó una sonrisa melancólica haciéndole notar lo mucho que la amaba.

Sus hijos se levantaron de la mesa para brindarle una reverencia a lo que él contesto de igual forma.

~Sientense, no es necesario que hagan esto cada que llegó tarde a cenar.

~Es parte del protocolo padre, agrego Dave haciendo que Hugo soltará una sonrisa traviesa.

~Acepto que sean niños bien educados pero soy su padre, no un extraño.

Scarlett se mantenía con la cabeza baja intentando esconder aquel moretón que le había provocado el golpe de Ali. Sabía que si su padre llegaba a descubrirlo se crearían grandes problemas. Ali era un hombre mezquino al igual que su madre y temía por el bienestar de su familia ahora que el rey Zandar había desaparecido misteriosamente.

~Sofia.... Me encanta que estés acompañándonos está noche, ¿Pero no crees que tu salud es delicada?.

~Hugo.... ¡Me siento tan sola! Quiero estar con ustedes como en los viejos tiempos y sentir como si nada hubiera cambiado.

~Necesito hablar contigo más tarde, debo disculparme por todo...

El rey estaba complacido observando la belleza de su esposa, pero aún así no pudo pasar por alto el comportamiento de su hija mayor.

Hugo fijo su vista en ella observando que la princesa desviaba la mirada cada que se sentía atrapada en los ojos de su padre.

~Scarlett ¿Qué te ocurre? Hablo observando el nerviosismo en su hija.

~N....nada papá, estoy perfectamente.

~No lo estás, te conozco lo suficiente para saberlo.... Además....¿Qué tienes en el rostro?. Hablo provocando que todos los miembros de la familia tuvieran un pequeño colapso nervioso.

~Me... Me lastime con la perilla de la puerta. Respondió reprendiendose internamente, nadie creería una excusa tan tonta como esa, mucho menos su padre que era sumamente perceptivo.

~¡Ten más cuidado! Susurro volviendo la vista hacia su comida.

Todos suspiraron tranquilos pero Hugo los mantendría vigilados hasta saber la verdad.

Una vez hubo terminado la cena Hugo se levantó de la mesa provocando que todos sus hijos hicieran lo mismo. El rey se llevó la mano a la frente y soltó una risa característica. Sabía que por más que intentara dejar los formalismos con su familia ellos no lo harían.

Sofía se acercó hasta él y este le ofreció su brazo para que juntos volvieran a la habitación.

~Debes decirme que le pasa a Scarlett, sé que tú lo sabes.

~Hugo.... Creo que ella debería hablar contigo, no me parece bien que te oculte lo ocurrido, pero fue su desicion y debemos respetarla.

~Hablare con ella más tarde... Por ahora solo te debo una disculpa, estaba tan tenso, pero como sabes mi reina y mis princesas son lo más importante para mí y me duele que alguna de ustedes este en peligro. Al saber sobre ese matrimonio arreglado me salí de control, no podía pensar en nada más que salvar a mi hermosa joya. Pero no debo molestarme contigo, tú eres igual de inocente que ella. Y se que juntos saldremos adelante y podremos buscar una solución a todo esto ¡Cómo lo hemos hecho siempre! Así que te pido que me disculpes y comprendas. Reconozco que me puse un poco celoso al ver a Alonso merodeandote pero se la razón ¡Tengo a la esposa más linda y buena del mundo!.

~¡Oh Hugo! Estaba tan preocupada. Creí que me odiabas y no es para menos yo también lo hacía.

~Jamas podría odiarte, nunca lo he hecho, simplemente estaba muy preocupado por Scarlett.

Sofía envolvió sus brazos alrededor de su pecho y escuchó latir su corazón.
Él era solo suyo y estarían juntos por la eternidad o almenos eso era lo que ella creía.

Hugo camino con decisión hasta el cuarto de su hija. La princesa se encontraba preparándose para dormir.

Al ver a su padre parado en la puerta se llevó un gran susto, sintiendo de inmediato que sus días estaban contados.

~Hola papá ¿Pasa algo? Susurro con miedo observando sus facciones duras.

~Quiero hablar contigo y debes decirme toda la verdad. Sabes que no puedes mentirme ¡Te conozco lo suficiente como para saberlo!.

~Y.....¿De que quieres hablar Papi? Respondió apretando los dientes.

~Eso que tienes en tu mejilla no fue provocado por la perilla. Dime qué te ocurrió o me voy a enojar contigo. Hablo con firmeza pues sabía que era la única forma de tratar a la testaruda princesa.

~Papá.... Yo.... Estoy muy preocupada por lo que te pueda pasar si.... si te lo digo.

El rostro de Hugo comenzó a ablandarse caminando rápidamente a acariciar su cara.

~No importa lo que pueda pasarme, si alguien te hizo algo yo seré capaz de todo por protegerte.

~¡Te lo diré! Pero promete que no harás una tontería... porque Dave ya se encargó.

~¡Te lo prometo pero dime quien fue!

~Fue..... Ali.... Le molestó que hiciera un comentario malo sobre su madre.

~¡Debí suponerlo! Grito enfurecido ~ Detrás de un problema siempre se encuentra Hildegard.

~Papá, tienes que calmarte un poco, Dave se portó muy valiente y le dió su merecido.

~Quedate tranquila mi niña, sonrió para después besar la marca de su mejilla. La princesa se abrazo de él. Pero Hugo no podía dejar las cosas así.

Apenas salió de la habitación de su hija se dirigió al cuarto de su hijo para saber a detalle lo que había ocurrido.
El joven al verlo comenzó a temblar de nervios al sentirse descubierto. Pero cuando el rey lo felicito por su valor el príncipe sonrió complacido.

~Te agradezco por todo Dave, eres un gran príncipe y serás un gran rey algún día. Gracias a tu acción me he dado cuenta que tu madre y yo te hemos educado bien. ¡Estoy muy orgulloso de ti! Quería que lo supieras ya que no suelo decirlo amenudo, pero siempre lo pienso.

~Gracias padre, siempre haré lo correcto. No podía permitir que alguien golpeara a mi hermana. Y haría lo mismo con cualquier otra mujer.

Hugo le dió un abrazo y el joven se sintió feliz. A pesar de ser hombre su padre siempre le daba el mismo cariño que le brindaba a sus hermanas y apreciaba mucho eso.

El rey camino con decisión hasta su caballo con dirección a Tangu ¡Ese niño recibiría su merecido!.

Un amor inesperado SEGUNDA TEMPORADA (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora