La Vida Continua

4

— No podemos decirle esto a nadie — Mal tenía las manos en la cintura y miraba a los chicos quienes estaban sentados en el sofá y las sillas de su oficina.  — Ni siquiera a los chicos.

— Pero también son sus hijos — Dijo Jay — Merecen saberlo.

— Por supuesto que son sus hijos pero no podemos decirles y alterarlos sin tener alguna idea de quien podría estar detrás de esto — Dijo Mal apoyándose en la mesa — Creo que Cora está detrás de esto.

— No le quedó muy claro que no se metiera con Evie aparentemente — Se burló Carlos.

— Alguien más tiene que estar en eso — Negó Evie — Si fuera Cora solamente, las pesadillas serían solo para mi, no para ustedes.

— ¿Crees que Uma también este en eso? — Pregunto Mal.

— Sería lo más obvio — Asintió Evie.

— Tu madre había mencionado a Lucifer ¿No? — Jay la miro recordando las palabras que Grimhilde había dicho eso. Carlos lo piso disimuladamente pues habían concordado no decirle nada a Evie.

La peliazul asintió con la mirada perdida.

— Y.. ¿Que Tiene Lucifer contigo? — Pregunto Mal sentándose.

— Nada importante — Negó Evie mirando el reloj y levantándose — Tengo que irme — Tomó su bolso y se despidió de los chicos dirigiéndose a la salida.

— Evie, ¿Te veo esta tarde? Aún necesito la ayuda de mi consejera — Pidió la reina.

Evie se detuvo en la puerta y recordó su agenda del día — Por supuesto, es mi trabajo después de todo — Los chicos rieron ante lo dicho por la peliazul.

— Ven a las 4, tenemos reunión — Dijo la pelimorada tomando los papeles y empezando a mirarlos.

Evie Suspiro aún en la puerta — ¿Reunión de que?.

— Sugerencias y problemas — Le sonrió Mal — Además, Ben está reconsiderando la idea de traer más niños villanos.

— Pero ese es tu voto — Mencionó — Tu eres la reina, es tu opinión la que cuenta.

— Pero tu eres la consejera, usualmente tú eres la que sabe convencer a las demás personas. Además, eres mucho mejor en eso que yo.

— Trataré de no llegar tarde — Sonrió divertida y salió de la oficina.

— ¿Nos necesitas para algo? — Preguntaron Jay y Caros al tiempo. Mal negó y despidiéndose ambos salieron.

Se encontraron con Ben en el pasillo con quien intercambiaron pocas palabras antes de salir casi corriendo dejando confundido al rey.

— Buenos días amor — Sonrió abriendo la puerta de la oficina de su esposa.

— Buenos días cariño — Respondió sin levantar la mirada del papel que estaba firmando. Ben se acercó a ella y la beso en la cabeza.

— Feliz cumpleaños corazón — Mal levantó la mirada hacia su esposo quien le mostró una flor morada. Mal la tomó lentamente y miró a su esposo fingiendo una sonrisa — No te acordabas ¿Verdad? — Sonrió divertido.

— Con tantas cosas que pasan — Mal dejo de hablar y negó con la rosa en sus manos y beso la mejilla de su marido al tiempo en el que la puerta de su oficina se abrió y sus dos princesas entraron corriendo.

— Feliz cumpleaños Mami! — Le sonrieron dandole un fuerte abrazo.

— Gracias chiquitas — Beso la cabeza de las dos y les acarició el cabello — ¿No deberían de estar en la escuela?.