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— Diviertete pero ten cuidado — Advirtió.

— Sabes que lo haré — Sonrió ella sosteniendo el collar. Lo giro divertida y su apariencia cambió rápidamente.

Su oscuro cabello cambió a castaño claro. Su piel morena a piel blanca, sus ojos oscuros a claros.

— ¿Que tal estoy? — Pregunto.

— Te ves igual a ella — Sonrió la rubia. Vete antes de que el niño se despierte — La nueva chica Asintió desapareciendo rápidamente con ayuda del hombre, yendo directamente hacia Auradon.

***

— Nicolas habla de una vez! — Gruñó Evie.

— Evie, puede que esto sea demasiado fuerte — Se excuso El.

— Que me digas Te Digo! — Gritó enojada.

— Está bien! Pero relájate! — Evie Bufo — Evan... Evan está vivo.

***

— Entonces — Sonrió Ben acercando una fresa a la boca de su esposa. La pelimorada la abrió, esperando a que la fresa cayera dentro de su boca pero la fruta nunca llegó.

— ¿Ben? — Lo miró — ¿Ben?... ¿Estas bien?... ¿Ben?.

El joven rey miraba asombrado detrás de Mal. La chica se dio la vuelta despacio y confundida, solo para encontrarse con una chica que lucia confundida.

— ¿Kaela?¿Eres tú? — Pregunto levantándose y olvidando la fresa completamente. Mal miró fijamente a Ben sin decir una palabra, pero para el ella había desaparecido.

— Ben! — Sonrió la castaña acercándose a el rápidamente y dándole un fuerte abrazo — Dios mío te has puesto muy guapo — Sonrió.

— ¿Que dices? Mírate! Estás muy Bella — Sonrió el volviéndola a abrazar.

Aparte de sentirse remplazada, Mal sintió los celos correr por sus venas. Se levantó molesta y recogió sus zapatos y su bolso, empezando a caminar.

Al pasar por el lado de la chica, el Mal presentimiento arrasó con los demás sentimientos. Se detuvo un segundo, pero ellos estaban tan metidos en la conversación que ninguno la noto a su lado, o eso creyó Mal.

La reina se fue molesta hacia la casa de su mejor amiga, mientras Kaela sonría hacia Ben y sonreía triunfante al verla irse.

***

— Evie!... ¿Evie?... Genevie Abre a maldita puerta! — La golpeó furiosa.

— La abriría si te quitas — Dijo detrás de Mal. La pelimorada se dio la vuelta rápidamente para encontrarse a su amiga con Diana de la mano.

Mal se corrió e Evie se acercó a la puerta abriéndola. Diana entró rápidamente comenzando a jugar con sus muñecas en el suelo de la sala.

Mal Entro después de la pequeña y se dejó caer en el sofá.

— Claro, entra — Susurro Evie entrando a su casa y cerrando la puerta. Dejó las llaves en la mesa junto a su bolso. — ¿Puedo ayudarte en algo M?.

— Voy a ir por las niñas y te cuento en la noche — Bufo — Ya vuelvo.

— Traeré tu pijama — Sonrió antes de que Mal desapareciera. — Día Hermosa, ve a ponerte la pijama por favor.

La Niña obedeció rápidamente yéndose a su habitación. Evie se dejó caer en el sofá, sonriendo a más no poder.

— Lo sabía — Susurro. Mal apareció con las dos niñas que apenas y saludaron a su madrina. Se fueron corriendo al cuarto de Día mientras Mal se sentaba al lado de Evie.

Empezó a relatarle la historia del porqué Ben es un completo idiota.

Terminó llorando.

— Pero Mal, el Te ama — La consoló Evie acariciando su espalda.

— Pero la veía de una forma en la que nunca me miró a mi — Sollozo.

— Mal tú no tendrás cambios de humor ¿Verdad? — Pregunto separándose rápidamente.

— No estoy embarazada — Suspiro. — Pero y Tu? Te ves demasiado contenta considerando... Pues todo lo que... Paso.

Evie Sonrió tomando las manos de su mejor amiga — Nico me dijo que Evan está vivo.

***

— ¿Zeus?¿En donde estás hermano? — Pregunto Hades entrando al Olimpo.

— Hades — Apareció el Dios llamado, detrás del otro dios — Hace mucho tiempo que no vienes — Dijo.

— Estaba algo ocupado, viviendo encerrado en la isla — Dijo mirándolo. — Zeus, necesito tu ayuda.

— Es por el chico, el marido de mi sobrina ¿No? — Pregunto sirviéndose un trago. Hades Asintió aceptando el vaso que su hermano le ofrecía.

— Exacto. Tú sabes de la situación por la que está pasando ¿Verdad? — Zeus Asintió.

— Esa chica no merece tanto sufrimiento — Negó bebiendo.

— Por eso mismo. — Hades Suspiro — Necesito de tu ayuda.

— No puedo revivirlo a menos de que tú y el quieran.

— Yo quiero! Pero, no puedo entrar al inframundo hasta tener mis poderes de vuelta.

— Sabes muy bien que debes ganártelos — Dijo Zeus.

— Pero no se Como! No lo sé ¿De acuerdo? Ya intente todo y nada resulta!.

— Intenta por donde no ha empezado — Le Sonrió, dejando a Hades confundido — Cuando los tengas devuelta saca a ese chico de ahí. El pobre está volviéndose loco. — Dejó el vaso medio lleno en la mesa y salió de la habitación, dejando a Hades completamente solo.

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Kaela.

————————————Kaela

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