La Mirada Triste de Kagome.

Capitulo 20

-únete a nosotros Kagura y tú también Kanna- les sugirió la joven.

-¿será que podre ser libre?- se preguntaba Kagura.

Naraku no era un ser tonto y siempre supo que Kagura intentaría traicionarlo, fue por eso que preparo un plan para cuando esto pasara. Uno de los insectos de Naraku se encontraba espiando y a través de él vio lo que estaba sucediendo. Prefirió mil veces matar a Kagura y Kanna apretando sus corazones.

-¡Kagura!- el grito de Kagome de desesperación al ver que no podía hacer nada para salvar sus vidas. Murieron en ese instante y no quedo nada de ellas.

-lo lamento mucho-pensaba Kagome viendo aquella triste escena.

-ese maldito Naraku...-dijo Koga-

-tenemos que volver. El último fragmento es el de Kohaku y todavía no sabemos cómo salvar su vida- explico Yue.

-mientras tanto creo que lo mejor será ir a darle apoyo al perro apestoso- dijo Koga sacándolos de sus pensamientos.

Con el grupo de Inuyasha todos hacían su mayor esfuerzo para proteger a Kohaku.

-¿Cuánto tiempo piensa tardar Kagome?-pregunto Inuyasha desesperado.

-seguro Kagome ahora se encuentra impactada por la muerte de Kagura y Kanna- dijo Naraku sorprendiendo a todos.

-¿fue capaz de incluso matarlas?-pregunto Sango sorprendida.

-eran solo un estorbo para Naraku- dijo Inuyasha dejando ver en su expresión que estaba muy enojado.

-No importa cuánto luchemos ahora... Naraku no tiene la perla de Shikon aquí-pensaba Kikyo viendo a su enemigo- date prisa Kagome.

En ese momento fue como si ambas almas se hubieran unido y Kagome pudo sentir la desesperación de Kikyo. Era como una pulsación en su pecho y aunque se encontraba volando con sus alas pudo ver una visión muy clara de Kikyo.

Kikyo tomo su arco y apunto a Naraku.

-¿Qué piensas hacer Kikyo?-pregunto el enemigo sin temor.

-¡Kikyo apártate de esto!-dijo su amado Inuyasha- recuerda que yo derrotare a Naraku. ¡Yo te protegeré Kikyo!

-no permitiré que sigas viviendo después de todo ese daño que causaste- respondió Kikyo de manera amenazante- lo único que puedo hacer en estos momentos y ganarle tiempo a Kagome-pensaba Kikyo.

Naraku y todos los que estaban presentes se dieron cuenta de que algo estaba sucediendo con Kikyo.

-su cuerpo esta emanando un gran poder purificador-respondió el monje Miroku.

-si Kikyo dispara esa flecha seré dañado gravemente-pensaba Naraku con cierto temor.

Por el miedo que tenía decidió inundar el lugar con un veneno espeso pero eso no detuvo a Kikyo y disparo su fleca, como siempre dio en el blanco pero a un precio muy alto...

-¡Kikyo!-grito Inuyasha viendo como el cuerpo de su amada caía en el suelo. Una de las extensiones de Naraku la habían atravesado y contaminaron su cuerpo.

Ante toda la conmoción Naraku aprovecho para abandonar el lugar porque sus heridas no le iban permitir seguir luchando.

-¡resiste Kikyo!-decía un desconsolado Inuyasha.

Inmediatamente la tristeza inundo el lugar sabiendo que la hora había llegado. Inuyasha tenía a Kikyo en sus brazos y todos miraban con tristeza la escena.

Sesshomaru al no tener nada que hacer ahí había decidido partir pero esta vez Kohaku no lo acompaño. Quiso dar su último adiós a la sacerdotisa Kikyo.

En ese momento llego Kagome, Yue y Koga. No podían creer lo que sus ojos veían.

Kagome corrió hacia Kikyo con lágrimas en sus ojos.

-¿Por qué lloras?-le pregunto Kikyo calmada.

-si hubiera llegado antes... ¡debiste esperarme Kikyo!- decía la joven con suma tristeza.

-no llores Kagome- dijo Kikyo tocando la mejilla de su reencarnación- ahora ya que estoy bien- esto último lo dijo dedicándole una sonrisa.

-¿no puedes ayudarla?-pregunto Inuyasha esperanzado.

-yo...-

¿Cómo decirle que no podría salvar a la primera mujer que amo? Kikyo ya no tenía salvación porque su cuerpo era simple barro. Aunque tratara de sacar el veneno de su cuerpo como lo hizo una vez, ya no había marcha atrás. Su cuerpo estaba deteriorado por los años.

-ella no puede salvarme ya-respondió Kikyo en lugar de Kagome - todo termino Inuyasha.

-lo lamento mucho- dijo la joven arrodillada junto a Kikyo.

-ahora todo depende de ti Kagome- Kikyo dijo esas palabras encomendándole todo a ella- tu y yo sabemos lo que tienes que hacer para acabar con esto. Cuando el momento llegue quiero que tomes la decisión correcta.

Kagome asintió ante las palabras de Kikyo y luego la dejo para que se despidiera de Inuyasha.

-era la primera vez...- dijo Kagome casi en un susurro que solo Yue pudo escuchar.

-¿a qué te refieres?-pregunto el joven.

-la primera vez que sentí a Kikyo tan cercana a mí- las palabras de Kagome fueron como un hechizo que hicieron que varias mariposas aparecieran en el lugar. Eran mariposas blancas y brillantes... parecían estrellas.

-es hermoso- dijo sango sin poder creer lo que veía.

Todos estaban asombrados.

-¿Qué es esto?-pregunto Inuyasha aun con Kikyo en sus brazos.

-es la despedida de Kagome- le respondió Kikyo sonriendo.

-quiero que me perdones Kikyo- Inuyasha se sentía impotente ante el hecho de que no pudo hacer nada por Kikyo por segunda vez.

-no tengo nada que perdonarte. Este año que pase junto a ti y a los demás me sentí más humana que nunca-respondió la sacerdotisa.

-no sé si podre...- Inuyasha fue interrumpido por la caricia de las manos de Kikyo en su rostro.

-quiero que vivas feliz Inuyasha... quiero que sigas tu vida- las palabras de Kikyo fueron llenas de amor. Kikyo habia comprendido que inuyasha merecía ser feliz con o sin ella. 

Al final un tierno beso se dio entre ambos. El cuerpo de Kikyo se convirtió en un alma que fue recogida por las mariposas y volvió al cuerpo de Kagome. Al momento de entrar, la joven tuvo una visión. Se encontraba en un campo de flores de diferentes colores, el cielo despejado y un suave viento soplaba.

-hermoso- pensaba la joven.

-es increíble como mi reencarnación posee los mismos sentimiento que yo- Kagome volteo y ahí estaba Kikyo diciendo esas palabras.

-Kikyo-

-tu naciste para estar junto a Inuyasha. Te admiro mucho Kagome- las palabras de Kikyo fueron como un aliento para Kagome.

-no podre ayudarte de ahora en adelante... pero te aseguro que no habrá mas muertes- en ese momento Kikyo se volteo y camino hacia el horizonte.

-¿aqué te refieres? ¡Kikyo!- Kagome intento detenerla pero en ese momento abriólos ojos.