Kagome encuentra a Inuyasha y Kikyo juntos y cuando huye del lugar se encuentra con una esfera que le dice que lo acompañe, ya que podrá fortalecer sus poderes y ser una mejor sacerdotisa. ¿Qué hará Kagome? ¿Dejara ella a Inuyasha?
Yue siguió así hasta que llego al centro del bosque de donde provenían las enredaderas. Justo ahí se encontraba Naraku o al menos eso era lo que parecía...
Yue solo tenía que eliminar el centro en donde todas las enredaderas se acumulaban pero frente a ellas estaba Naraku. El joven solo avanzo y era como si ignorara el hecho de que Naraku estaba ahí.
-¿no piensas atacarme?-pregunto Naraku con una leve risa.
-¿acaso crees que soy tonto? Sé muy bien que este no es tu verdadero cuerpo, es solo una marioneta- respondió Yue deteniéndose a unos cuantos metros de la marioneta de Naraku.
-adelante- dijo Naraku abriéndole paso para que eliminara las enredaderas lo cual Yue hizo sin vacilar. Sencillamente se volteo y siguió su camino ignorando completamente la presencia de Naraku.
Esto era una trampa de Naraku quien planeo atacarlo por la espalda pero Yue fue más audaz y detuvo su ataque.
-pobre Yue, condenado a ser el segundo- dijo Naraku tratando de corromperlo.
La expresión de Yue no se vio perturbada por las palabras de Naraku.
-sabes que Ahome no siente lo mismo por ti- continuo Naraku- ella lo elegirá por sobre todas las cosas- dijo Naraku haciendo referencia a Inuyasha. En ese momento una imagen vino a la mente de Yue, eran ellos dos juntos, Inuyasha y Ahome.
Algo estaba comenzando a surgir en el corazón de Yue, eran... ¿celos? Naraku pudo sentir ese sentimiento que nacía en el corazón del mitad ángel y se aprovechó. Inundo a Yue en una profunda ilusión que despertaría su lado más oscuro.
En aquella ilusión veía a Ahome en su antigua vestimenta de su época y la joven se encontraba corriendo. ¿A dónde se dirigía? Eso pensaba Yue, quien no se había dado cuenta que estaba en una ilusión.
Siguió a la joven hasta que se detuvo y vio que estaba con Inuyasha. Ambos se miraron con dulzura y se tomaron de las manos.
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-¿lo eliges a él?- se preguntaba Yue.
-observa Yue y libera esos sentimientos de odio y celos- la voz de Naraku resonaba en la ilusión.
– Siempre será de esa forma. Ahome nunca me vera como yo a ella- respondió Yue cambiando su semblante.
-así es Yue, entrégame tu cuerpo y te prometo que obtendrás aquello que más deseas- dijo Naraku haciendo que finalmente Yue cayera en su trampa. Los tentáculos de Naraku recorrieron el cuerpo de Yue para absorber su poder.
-¿no creen que el joven Yue se está tardando?-pregunto Shippo preocupado.
-tranquilo, seguro tiene que estar por ahí dando vueltas- le respondió Inuyasha despreocupado. No pudo evitar observar a la joven sacerdotisa, sentía intriga y quería saber qué clase de expresión tenía ella.
