La Mirada Triste de Kagome.

Capitulo 5

En otra parte el grupo de Inuyasha se movía rápidamente hacia donde estaba el próximo fragmento de la perla.

-¿está cerca el fragmento?-le pregunto Inuyasha a Kikyo quien iba en su espalda.

-sí, está muy cerca pero siento un presencia maligna aproximándose al fragmento-dijo Kikyo mirando hacia el frente.

-será mejor darnos prisa-dijo Miroku preocupado.

Al llegar a la cueva donde se encontraba el fragmento encontraron a Kanna con el en las manos.

-¡Kanna danos ese fragmento!-dijo Inuyasha sacando su espada. Kikyo no dijo nada y solo le disparo a una flecha a su enemigo, la cual el espejo de Kanna absorbió fácilmente. Sin mucho esperar la devolvió e hirió a Kikyo en el hombro.

-Kanna maldita te haré pagar por esto- dijo Inuyasha con Kikyo en sus brazos. Todo quedaron sorprendidos de cierta forma, Kikyo no era tan fácil de herir.

-Lo siento no tengo tiempo para esto-dijo Kanna tranquilamente mientras desaparecía.

-¿estás bien?-le pregunto Inuyasha acariciando la mejilla de su amada.

-sí, Pero eso fue muy extraño-declaro Kikyo.

-la señorita Kikyo tiene mucha razón-dijo el monje Miroku acercándose a los dos.

-será mejor irnos de esta cueva-dijo Inuyasha preocupado por Kikyo.

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-volviste-dijo Naraku viendo a su pequeña sirvienta la cual solo se dispuso a entregarle el fragmento de la perla que había tomado -solo faltan unos pocos fragmentos para completar la perla-

-¡Naraku!-grito Kagura apareciendo muy agitada.

-así que volviste-dijo Naraku sin demostrar ninguna sorpresa, solo demostró un rostro lleno de satisfacción y maldad. - ¿Cómo te fue?

-Ese tipo por poco y me mata-dijo Kagura quien estaba un poco herida por la batalla con Yue.

-Entiendo, pero Kagome y ese hombre ya no me interesan-dijo Naraku desinteresado.

-¿a qué te refieres? Pensé que odiabas a Kagome- pregunto Kagura sorprendida.

-Si está lejos de Inuyasha y de mis planes pues no me importa lo que le pase-concluyo Naraku.

Kagura solo se le quedo mirando sorprendida. Sabía que ese tipo con el que se había enfrentado no era normal y que Naraku no debía subestimarlo, pero a decir verdad ella solo quería ver la muerte de ese ser tan asqueroso que la había creado. Podrán llamarla malagrecida pero Kagura era como el viento y solo quería dejarse llevar, ser libre.

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Cuando Yue y Kagome por fin lograron salir de ese agujero. Kagome pudo ver un mundo totalmente diferente, la única palabra que podría describir ese lugar es ¨paraíso¨ es como si fuese un retrato dibujado por las mejores manos. Arboles enormes adornaban el lugar, el sonido del rio era una nota perfecta y ni hablar del pasto-

-Es hermoso-dijo Kagome sorprendida por la hermosura del lugar. Ella nunca había podido ver un lugar como ese, es cierto que en la época antigua hay lugares hermosos pero no como ese. Simplemente se dejo llevar y se olvido de su compañero.

-¿Te gusta tanto?-pregunto Yue arqueando una ceja. Para el todo eso era normal.

-Este lugar transmite una paz increíble-dijo cerrando los ojos y sintiendo el viento. Era como si aquel lugar le diera la bienvenida. Algo la distrajo y era Yue quien soltó una leve risa.