La Mirada Triste de Kagome.

Los viajeros- parte 2

Hola a todos, en estos días de cuarentena por el coronavirus me he puesto creativa y les traigo esta nueva historia (sera corta). Espero que todas las personas que están leyendo esto se estén cuidando mucho, por favor laven sus manos muy seguido y traten de salir solo a cosas muy necesarias. Tenemos que cuidarnos nosotros mismos y a nuestras familias. Estoy segura y confio en que pronto podremos salir de esta situación... les mando un abrazo y mil gracias por leer.

-estaba resolviendo unas cosas en el templo- contesto tratando de justificar su tardanza.

Se sentaron como siempre a platicar sobre su día. Hana era sin duda la que llevaba las riendas de la conversación, ya que Yue era un hombre de pocas palabras. Ellos eran como hielo y fuego tratando de coexistir en un mundo solo para ellos. Quizás Kagome había derretido el corazón frio de Yue pero Hana le dio motivos para ser mejor cada día.

-eso que mencionaste antes sobre esos dos viajeros...-

Yue volteo a verla.

-¿estará bien la chica?- Hana se notaba preocupada sobre el destino de aquella chica. Sus ojos dejaban en claro que no quería que nadie pasara por lo que ella tuvo que pasar una vez.

-no tienes que preocuparte por eso- respondió Yue.

-¡pero...!- Hana volteo su cabeza y sus miradas se encontraron. El sol se estaba escondiendo y los ojos de Hana brillaban cual ámbar. El momento era perfecto, Yue sostuvo su mano y este la beso. Fue un beso tierno, tímido se podría decir, pero lleno de mucho sentimiento.

-se lo que estas pensando- dijo Yue sosteniendo el rostro de su querida Hana- si quieres acompañarme entonces no te lo negare, pero debes entender que estare ahí para protegerte sin importar lo que pase.-

Hana apenas podía respirar ante lo que estaba ocurriendo. Su rostro estaba rojo y solo pudo agachar  su cabeza. Estos sentimiento que tenia por Yue eran muy fuertes. Muchos dieran que el fuego apaga el hielo, que son opuestos y que no pueden vivir juntos porque tarde o temprano alguno extinguirá al otro, pero... Hana y Yue son testigos de que cada uno es el ancla del otro.

En ese momento Kagome se encontraba sentada al lado del viejo pozo que antes solía usar para atravesar las épocas. Ella solía ir a ese lugar cuando necesitaba pensar sobre algunas cosas, era su lugar de paz, al igual que el árbol sagrado.

-¡Kagome!- la voz de inuyasha interrumpió a Kagome en su pequeño momento.

-¡inuyasha! Me sorprendiste, ¿Qué haces aquí?-

-¿Qué es lo que te pasa?- inuyasha se sentó en las orillas del pozo para hacer compañía a Kagome.

- es que estoy pensando ayudar al señor que vimos hoy-

-¿estás segura?-

Kagome asintió.

-cuando tome su mano sentí algo. Era como si agonizara por dentro y pude sentir la maldad de aquel espíritu también. Iremos con Yue a ayudarlo-

-¿Cómo? ¿Yo también?-

-¿acaso pensabas dejarme sola?- pregunto Kagome enojada.

-no... bueno...-

-¡abajo!

Su relación a pesar de los años, siempre ha sido la misma. Pelean, se divierten pero siempre juntos mirando hacia el mañana.

3 días después. Yue se encontraba en el templo preparándose para su viaje. Sora le ayudo a ponerse la vieja túnica que el maestro le había heredado y le preparo algunas cosas extras que pudiera necesitar.