Kagome encuentra a Inuyasha y Kikyo juntos y cuando huye del lugar se encuentra con una esfera que le dice que lo acompañe, ya que podrá fortalecer sus poderes y ser una mejor sacerdotisa. ¿Qué hará Kagome? ¿Dejara ella a Inuyasha?
La perla había caído al suelo del campo de batalla.
-¡tienes que continuar!-dijo Yue depositando a Ahome en el suelo- yo te cubriré las espaldas.
Ahome hizo caso y corrió en busca de la perla. Cuando vio que uno de los insectos de Naraku intentaría tomarla, formo un arco y flecha de energía y elimino el obstáculo.
Ella pudo tener al fin la perla en sus manos y con los dos fragmentos faltantes, la completo...
-completo la perla-dijo Shippo sorprendido.
-ahora seremos testigos de lo que pase, Shippo- respondió Miroku quien se encontraba al lado de Inuyasha.
Un inmenso brillo invadió el lugar y se podría decir que gran parte de la tierra.
-¡imposible! Una simple asquerosa humana como tú- dijo Naraku con rabia.
-yo no usare esto para acabar contigo-dijo Ahome guardando la perla y preparando su arco.
En eso Inuyasha se puso de pie.
-es hora de que pagues por todo lo que has hecho-dijo el mitad bestia posicionándose junto a su amada.
-Inuyasha...-la joven Ahome se encontraba sorprendida por la resistencia de Inuyasha y por su valentía. Sabía que esto era cosa de los dos...
Juntos unieron sus ataques como en los viejos tiempos y dieron justo en el blanco. Sin más trucos, artimañas, ni juegos... al Naraku no tener la perla de Shikon en sus manos, se encontraba desprotegido y era un simple mitad demonio como cualquier otro. Siendo el ataque de Inuyasha y Ahome, mortal.
El monje Miroku había estado observando todo y cuando vio que Naraku había sido eliminado, no dudo en verificar si era cierto.
-mi agujero negro...-
-¿Qué paso Miroku?- pregunto Shippo aterrado y se asustó aún más al ver que este apunto su palma hacia él.
-ya no está- la felicidad no cabía en la cara del monje.
La felicidad se apodero de todos al ver que aquello que los atormentaba ya no estaba entre ellos. Inuyasha y Ahome habían cumplido la misión.
-esto aún no termina- dijo Ahome sacando la perla de Shikon.
Inuyasha miro la perla y recordó todo lo que había pasado con Kikyo, su deseo de ser humano, dejar todo por ella.
-hace mucho tiempo quise usar esa perla para volverme humano y estar con Kikyo. Hoy me doy cuenta de que no vale la pena y que estoy bien como estoy, porque tengo a alguien que me quiere como soy-dijo dedicándole una mirada tierna a la joven.
El sol estaba saliendo y aquella larga noche estaba por terminar. Todos se reunieron con Ahome porque esperaban con ansias saber cuál era la decisión de la joven.
-esta perla a traído innumerables desgracias a nuestras vidas y a las de muchas otras personas. Perla de Shikon, quiero pedir mi deseo- dijo la joven y la perla comenzó a brillar.
-el deseo correcto no es uno egoísta en el que piense en mi propio beneficio- pensaba la joven. -deseo que seas destruida para siempre...
Ahome y todos vieron como aquella joya desaparecía en la nada. Con su destrucción vino un increíble brillo que pudo ser visto en todas partes.
-estoy segura que Kikyo no pidió ese deseo al morir y Naraku habría pedido el mismo deseo que Kikyo. La perla nunca cumplirá los verdaderos deseos de las personas... ella solo busca el caos. Midoriko, espero haber tomado la decisión correcta- pensaba Ahome sintiendo como todo terminaba.
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El momento de paz fue roto al ver como Inuyasha caía al suelo. Sus heridas seguían abiertas. Ahome se acercó para ayudarlo pero noto algo extraño...
-mis poderes no funcionan...-
La sorpresa se musito no solo en la cara de la joven también en la de todos, especialmente en la de Yue, quien había recordado el deseo que le había hecho experimentar Naraku... el querer ver la muerte de Inuyasha.
Fue en ese momento en que su mente comenzó a pensar ¿realmente él era de esa forma? ¿Era su parte humana tan horrible como para querer ver a Ahome triste?
La mirada de Yue era fría, sin expresión.
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Entonces recordó las palabras de Inuyasha.
-¡eso no es amor! Pense que eras un mejor contrincante pero veo que eres un cobarde-
Si era cierto que amaba a Ahome tendría que aceptar que fuera feliz con o sin él.
-tus poderes no funcionan por tus sentimientos- dijo Yue acercándose a tocar el hombro de Ahome- tienes que tranquilizarte.
-¿mis sentimientos?-pregunto Ahome secando sus lágrimas.
-si tan importante es este hombre para ti... entonces yo lo curare- Yue había tomado la decisión de usar sus poderes angelicales para realizar un milagro en Inuyasha.
Yue se arrodillo y cubrió con sus alas a Inuyasha. Luego de un momento, un extraño brillo y lágrimas por parte de Ahome, Inuyasha estaba curado.
La joven sacerdotisa no pudo ocultar su felicidad y le agradeció a Yue.
-no tienes que agradecerme nada. Solo estaba regresando un favor- le contesto Yue secamente.
