Capitulo 21

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-¿a qué te refieres? ¡Kikyo!- Kagome intento detenerla pero en ese momento abrió los ojos. Se encontraba recostada y junto a ella estaban Yue y Koga.

Estaba atardeciendo cuando la joven despertó.

-al fin despertaste.-dijo Yue quien como siempre estaba a su lado.

-¿Cómo esta Inuyasha?-pregunto ella preocupada.

-se encuentra allí en silencio-respondió Yue.

-el joven Yue siempre es tan amable-comento Sango.

-ya veo porque Kagome lo prefirió por encima de Inuyasha- el comentario del pequeño Shippo no quedo desapercibido por Koga.

-entonces te gusta Ahome- dijo Koga- no puedo perdonar que me quitaras los fragmentos y menos que quieras quitarme a mi querida Ahome.

-¿querida Ahome?-pregunto la joven nerviosa.

-entonces el joven Yue posee los fragmentos de Koga-interrumpió Miroku.

-ahora tenemos los 3 fragmentos faltantes- dijo Kagome observando a Kohaku.

Naraku había escapado por la flecha de Kikyo que lo había herido. Ahora se sentí más seguro porque ella había muerto pero quedaba Ahome y su guardián.

-para vencerla tendré que separarla de ese hombre llamado Yue.- el plan de Naraku era simple o eso parecía. Pero apartar a Yue de su lado era algo muy complicado.

-tendré que corromper su corazón- el plan de Naraku consistía en romper ese lazo que los unía y así poder recuperar los fragmentos. Su punto es que en todo corazón hay algo de oscuridad.

Esa noche el grupo se encontraba descansando o al menos eso era lo que pretendían hacer. Habían pasado tantas cosas que realmente no tenían ánimos de descansar.

Yue estaba en silencio observando la luna y junto a él estaba Ahome.

-siempre te veo observando la luna- le dijo la joven iniciando la conversación.

-desde que era niño he sentido una conexión especial con ella. Además mi padre me conto que cuando conoció a mi madre, la luna brillaba más de lo usual- Kagome se sorprendió por el comentario de Yue. Era muy extraño que hablara sobre su pasado, quizás lo sucedido con Kikyo lo había conmovido esa noche.

-nunca pensé que los ángeles fueran reales- dijo la chica- aunque ahora que lo pienso fue un poco tonto de mi parte. Si existen los demonios como Naraku entonces también tienen que existir los ángeles- dijo para al final soltar una risa nerviosa.

-supongo que tienes razón- contesto el joven.

-¿Qué paso con tus padres?-pregunto Ahome curiosa.

-tener un romance con un humano está prohibido y más aún tener un hijo. Mi madre fue desterrada de los cielos y murió cuando apenas tenía 5 años. Algunos años más tarde mi padre murió por una rara enfermedad y yo quede solo-

Ahome nunca había escuchado esa historia de parte de Yue. No sabía que había tenido un pasado tan triste. Quizás por eso siempre estaba tan serio y frio.

-el maestro me encontró una noche en que nevaba fuertemente. Cualquiera hubiese muerto en esa tormenta pero por alguna razón cuando toco mi cara ni siquiera estaba frio. Desde ese momento el cuido de mí y me enseño todo lo que tenía que saber-

- no sabía- dijo Ahome.

-está bien, puedo recordar que mi madre fue feliz y sonreía todos los días. Le gustaba cantar...-la mirada de Yue no reflejaba tristeza alguna en ese instante. Ahome se sintió feliz.

-me siento feliz de que no tuvieras la misma infancia que Inuyasha- Ahome se encogió un poco al recordar por todas las dificultades por las que paso su amado.

Yue no comento nada y solo volteo sus ojos hacia ella.

-tuvo que aprender a defenderse solo y nunca tuvo a nadie que lo apoyara. Su madre murió cuando era solo un niño y su padre murió al proteger a su madre y a el- Ahome recordó a ese Inuyasha que había conocido al principio, tan desconfiado de la gente.

-tú lo hiciste diferente... tienes un poder muy especial- le dijo Yue.

Los dos se reunieron con los demás luego de aquella conversación. Inuyasha seguía cabizbajo y era algo que Ahome no podía soportar. Todos estaban en silencio reunidos alrededor de la fogata. Hasta que algo paso...

-nadie se mueva- dijo Ahome causando la sorpresas de todos.

-¿Qué sucede señorita Ahome?-pregunto Miroku.

-estoy repeliendo una especie de enredaderas. Parece que es uno de los trucos de naraku- respondió la joven.

-¡maldición! No debimos quedarnos aquí- dijo Inuyasha.

Kohaku intento desobedecer las órdenes de Ahome e inmediatamente sintió una especie de shock provocado por la perla.

-no seas imprudente- dijo Yue sabiendo lo que pasaba con Kohaku.

-pues yo no veo nada-dijo el inocente Shippo.

-se necesita un gran poder espiritual como el de la señorita para poder verlas- respondió el monje.

-si ponemos un pie fuera de este campo seremos alcanzados por esas enredaderas- dijo la joven sacerdotisa.

-¡no podemos quedarnos aquí para siempre!-reacciono Koga.

-mi viento cortante acabara con ellas- dijo Inuyasha sacando su espada.

-no es tan fácil- interrumpió Yue- esas enredaderas tienen su origen no muy lejos de aquí y tenemos que eliminarlo-

-¡perfecto! Entonces iré yo- dijo el mitad demonio.

-no, si vas serás consumido por esas enredaderas- dijo Ahome advirtiéndole- esas enredaderas se alimentan de los sentimientos de tristeza.

-ya veo, en la condición de Inuyasha es imposible que salga de este campo- dijo el pequeño Shippo.

-iré yo- dijo Yue ofreciéndose a salir.

-¿ira usted solo joven Yue?-pregunto Sango un tanto preocupada.

-puedo hacerlo-respondió el joven mirando- con decisión a Ahome.

A la joven sacerdotisa no le quedo de otra que aceptar su decisión y confiar en él. Sabía que Yue era alguien con un enorme poder pero igual se preocupaba.

-¡espera!- dijo Inuyasha deteniéndolo antes de que cruzara la barrera- devuelve los fragmentos de la perla.

Yue lo miro dudoso pero entendió las razones de porque lo hacía.

Cuando puso un pie fuera de la barrera las enredaderas intentaron atraparlo pero de un solo movimiento las pudo cortar y así se fue abriendo un camino.

-las enredaderas no pueden con el- dijo Shippo impresionado por la habilidad del joven.

-es un presumido-dijo Koga celoso.

Yue siguió así hasta que llego al centro del bosque de donde provenían las enredaderas. Justo ahí se encontraba Naraku o al menos eso era lo que parecía...

La Mirada Triste de Kagome.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora