Kagome encuentra a Inuyasha y Kikyo juntos y cuando huye del lugar se encuentra con una esfera que le dice que lo acompañe, ya que podrá fortalecer sus poderes y ser una mejor sacerdotisa. ¿Qué hará Kagome? ¿Dejara ella a Inuyasha?
-no tienes que agradecerme nada. Solo estaba regresando un favor- le contesto Yue secamente.
-.-.-.-.-.-.-.---.-
Los chicos habían vuelto a la aldea de kaede y Koga había regresado con su tribu de lobos, incluso se despidió de Kagome y dio por terminada sus esperanzas de tener algo con ella. Los muchachos le habían comentado todo a la anciana Kaede de como Inuyasha y Ahome habían derrotado a Naraku y de cómo la perla ya no existía en este mundo. También de la muerte de Kikyo...
-supe de inmediato que mi hermana no estaba en este mundo-comento una triste anciana Kaede.
-¿a qué se refiere?-pregunto la joven Sango.
-el día en que fue derrotada por Naraku...vino a despedirse de mi- la cara de la anciana revelaba gran tristeza por perder de nuevo a su hermana mayor.
Kikyo había enviado una de sus serpientes a la casa de Kaede y en un breve susurro le pidió disculpas por haberla dejado cuando aún era una pequeña niña.
-me alegro de que al fin todo este en paz-dijo la anciana cambiando el tema- ¿pero qué paso con el joven mitad ángel?-pregunto haciendo referencia a Yue.
-pues...- sango, Shippo y Miroku se miraron ya que no sabían en realidad que pasaría.
-lo bueno es que Inuyasha está recuperándose- dijo la anciana mirando a Inuyasha quien se encontraba durmiendo en su cabaña.
Ahome se había puesto su antiguo uniforme para sentirse más cómoda y decidió recoger unas hierbas para curar a Inuyasha. En lo que hacía eso sintió la presencia de Yue cerca de ella.
-sé que estás ahí- dijo la joven emocionada- ¿recuerdas cuando me enseñaste a identificar las hiervas medicinales? Recuerdo que me confundí con algunas y termine haciendo un desastre, pero fuiste tan paciente conmigo que volviste a explicarme desde el principio.
Yue vio la felicidad en el rostro de Ahome y le causó cierta tristeza el saber que no era por él, sin embargo estaba feliz; feliz de que su querida Ahome estuviera sonriendo.
-debo marcharme- dijo Yue sin titubeos.
Ahome ya se esperaba eso de Yue, ya que por un lado entendía en la posición que estaba. Pero simplemente no encontraba las palabras correctas para agradecerle y decir ¨Adiós¨
-no sé qué decirte- contesto la joven.
-soy yo el que tiene que agradecerte por tanto-dijo Yue- estoy feliz de que estés donde mejor te sientas.
-muchas gracias, Yue- dijo la joven dedicándole una dulce sonrisa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yue emprendió vuelo y el viento revoloteo el pelo de Ahome. A lo lejos, en el cielo, vio cómo su querido ángel se despedía de ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
