JUGADORES

S I E T E .

Blake.

Entro a el Edificio haciendo callar a todos los presentes con cada paso que doy. Ser líder una mafia es difícil, si alguno te encuentra puntos débiles no durarán ni un segundo en dar el golpe y, mis puntos débiles son mis hermanas.

-Ya se envío el mensaje Blake. - me informó Kai.

El es un estudiante de Biología marina y mi mano derecha, es el único - además de Harriet y yo - en vivir después de el juego, es por eso que debemos conseguir jugadores cada año, agotador, pero al final es divertido.

-Ya lo he visto, buen trabajo, me gusta el arte urbano. - sonrió recordando como todos en la universidad hablaban con miedo del inicio.

Entro a la sala mas grande de el Edificio, tiene una mesa de ping pong en medio, dos sillones negros que abarcan las paredes laterales, al final hay un gran escritorio de madera, una silla enorme del mismo color que los sillones, el escritorio tiene una computadora y una laptop; en una de las esquinas esta una enorme pantalla plasma que te muestran la parte delantera y trasera del Edificio, los pasillos, baños, sala, etc.

-¿Harriet no viene hoy?. - pregunto Kai vacilando.

-A ti no debería importarte eso, - escupí- trae a los corredores. - le ordene. El asintió y salio de la sala obediente.

Me acerque a una gran puerta dividida en dos, la tome de los pestillos para abrirla de par en par. Dentro estaban todas nuestras armas y municiones. No tenemos protección porque nos encanta hacerlo al máximo, aunque le insista a Harriet de qué se ponga protección ella siempre me responde con su "Yo apuesto todo o nada". Así de dramática mi novia.

Mi novia...

Sonrió ante mis pensamientos y tomo una arma de mano antes de cerrar la puerta y sentarme detrás del escritorio.

Escucho la puerta abrirse dejándome ver a la mujer de mi vida. Sonríe al verme y corre hasta llegar a mi para sentarse en mis piernas mientras me besa la sien.

-Hola. - susurra sonriente y, con sus pupilas dilatas como siempre que estamos juntos.

Le respondo el saludo mientras miro embobado sus ojos negros, - - te he extrañado tanto. - le susurro mientras veo como sus labios ensanchan su sonrisa.

Me encanta verla feliz, y me encanta mas ser yo quien la esta haciendo feliz.

-¿Cómo te ha ido?.- me pregunta haciendo hacia atrás mi cabello sin quitar su vista de mis ojos.

-Bien, traje muchos químicos que nos podría servir en el laboratorio, - ella asintió y se acurruco en mi pecho. Mi corazón se pone cada vez mas acelerado, ella provoca eso en mi, desde que la vi por primera vez mi corazón solo respondió a ella. - ¿a ti como te ha ido en el examen?

La escuche soltar un pequeño suspiro entrecortado cuando le beso el cabello, - he aprobado, también traje algunos medicamentos para el laboratorio, - dijo separándose de mi y verme a la cara. Podría observarla todo el día y jamás aburrirme, - te he extrañado tanto. - susurra besándome el puente de la nariz para después pasar sus manos que se encontraban en mi pecho detrás de mi cuello y abrazarme.

-Y yo a ti. - le respondo mientras la atraigo delicadamente mas a mi.

-Blake, los corredores ya están aquí. - informa Kai antes de abrir la puerta y pasar mis manos por la espalda y rodillas de Harriet para cargarla y dejarla en la silla mientras yo me levanto.

Kai abre la puerta dejándonos ver a cinco hombres. Cinco corredores, seis si contamos a la chica que esta tecleando en su laptop.

-Ya esta todo listo. - dice Kai cerrando la puerta detrás de el.

-Hoy joderemos a un Club que nos debe mucho dinero, los necesito listos para que los demás puedan huir, si fallan mueren. - les avise mientras les lanzaba una llave a cada uno de algún buen deportivo.

-Ustedes estarán a mi cargo, - escuche decir a Harriet aun sin despegar su mirada de la pantalla - si fallan yo misma los matare o.... No, no hay otra opción, si los atrapa la policía me aseguraré de que alguien que este dentro los mate. - hablo fríamente.

-¿Una mujer nos dirá que hacer?. - tiene agallas, aunque eso lo pueda llevar a su muerte.

-Tienes problema con eso, dímelo, - levanto su mirada y enarco una de sus lindas cejas hacia el pelinegro. - porque claro, no pienso mantener con vida a alguien machista.

Me da gracia como una chica puede intimidar a alguien que le sobrepasa por tamaño. Ella es muy confiada y valiente, demasiado...

Después de que el chico - como sea que se llame - le dijo que no tenía problemas Harriet volvió su vista a la pantalla. Estaba tan concentrada que mi curiosidad quería saber que tanto hacia ahí.

-Los quiero aquí a las doce, ni un minuto mas, ni un minuto menos. Los jugadores deben llevar ropa negra para el camuflaje. Si no llegan los encontraremos nosotros. - les ordene asegurándome de estar inexpresivo, algo sencillo en realidad.

-¿Qué haces?. - le pregunto a Harriet después de cerrar la puerta cuando los seis hombres se han ido a preparar sus cosas para esta noche.

-He hecho que Erin se comiera un rastreador y lo estoy verificando desde esta laptop ya que en mi móvil no puedo rastrearla. - dijo tranquilamente.

-¿Hiciste que?

-Metí un mini rastreador en su comida, es nuevo, no le hará daño, no lo defecara y sabre donde esta todo el tiempo.

-Creí que estabas en contra de la violación a la privacidad. - le dije divertido mientras observaba que hacían todos por la pantalla.

-Lo es cuando es mi privacidad la que están violando. - me respondió y la sentí abrazarme desde atrás, podía sentir como se estremece cuando la tome de la mano y como su corazón se agitaba.

-Esta bien, no le diré nada a Erin si tu te pones protección esta noche.

-No.

-Harriet.... - me gire en mi eje y la rodee con mis brazos haciendo que ella suba la vista hacia mi.

-No me gusta, - me abrazo mas fuerte. - es todo o nada.

Después de un rato acariciando su cabello siento como su cuerpo pesa. Se ha quedado dormida.

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Son las doce, hay seis deportivos con los mejores corredores de cada una de las carreras clandestinas que hemos hecho al volante de ellos.

Me volteo a ver a Harriet que se encuentra en el asiento del copiloto, me guiña un ojo y saca su mano por la abertura de la ventanilla para jalar el gatillo y romper la primera cámara de seguridad.