D I E Z .

1.2K 85 3
                                    

Harriet.

Después de el desayuno con nuestro padre, el se fue a terminar los preparativos de su inauguración de la nueva empresa, por ende, hoy habrá una fiesta. Así que ahora me encuentro con Erin midiéndose todos los vestidos que encuentra para la alfombra que habrá esta noche. Yo ya tengo mi vestido así que no me preocupo pero.... Voy a olvidar que la amo para darle un buen golpe hasta que caiga inconsciente.

-Ya, Erin por favor... La cabeza me mata. - me quejo recostando mi cabeza en el hombro de Blake.

-Necesito encontrar el vestido perfecto. - dijo. He escuchado esa frase unas cinco veces en el transcurso de la mañana.

-Iré a comprar a Talinol, yo tampoco soporto la cabeza. - dice Blake para salir de la tercera tienda de ropa depositandome un beso en mi cabeza.

-Todo te queda hermoso, solo toma el vestido rojo y vámonos. - no me rendiré, quiero llega a casa y nadar un poco.

- ¿De que color es tu vestido?.

-Rojo.

-Obviamente no puedo llevar el rojo Harriet. No debemos ir iguales, me llevaré el verde. - le dice lo último a la vendedora.

Cuando Erin va saliendo con tres bolsas de la Tienda nos encontramos con Blake tomando una pastilla, me coloco mis lentes al salir y suspiro.

Nunca creí que estaría tan feliz de sentir el sol en mi cara.

-Ya era hora. - dice Blake y podría jurar que debajo de sus gafas de sol acaba de rodar los ojos.

Tomo unas dos pastillas del frasco y nos encaminamos a casa, al fin. Salimos a las nueve y ya serán las tres de la tarde. Todo porque la insoportable que tengo como hermana menor no se apiado de mi resaca ya que seguía comprando y buscando.

Cuando llegamos a casa bajo rápidamente del auto para quitarme toda la ropa y ponerme un bikini negro, me suelto la media cola dejando que mi cabello sea libre, me coloco mis sandalias, tomo el protector solar, dejo cargando mi móvil y tomo la toalla para después ir al bar de la casa.

Tomo una botella de vodka y me voy a la piscina, cuando salgo dejo mis cosas en la silla mientras me pongo el protector solar. Me encanta nadar, y mas si tengo un dolor y calor de mierda.

Me voy nadando a una de las esquinas de la piscina donde se encuentra un lugar con sombra por la cascada que hay. Hago mi cabeza hacia atrás dejando que el agua que cae me relaje por completo. Escucho un carraspeo y abro los ojos pasando mis manos por mi cabello haciéndolo  hacia atrás.

-Señorita, ¿desea algo?.-  pregunta una joven de al menos la edad de Blake y mía.

-Tráeme algo de comer por favor. - le digo.

Me hundo en el agua cristalina y nado hacia uno de los controles que se encuentra afuera para poner música. Me quedo nadando por un rato hasta que un chapuzón me llama la atención. Siento los brazos de alguien tomarme de las piernas abriéndolas.

Blake aparece entre ellas para enredarlas a su cadera, le sonrió y paso mis manos detrás de su cuello mientras el camina hacia atrás, donde esta la cascada. El agua cae sobre mis hombros y los de Blake, el golpeteo de las gotas me relajan y tener a mi chico conmigo me trae la paz completa.

Acarició su brazo antes de sentir como me pega a la pared presionando su cuerpo al mio.

-Aquí esta su comida señorita, ¿Desea algo mas?. - dice Isla, la sirvienta de la casa. A traído mariscos y agradezco monumentalmente por conocer los gustos de la familia tan bien. Le digo que no y vuelvo a poner toda mi atención en el chico que esta entre mis piernas.

-¿Quieres comer?. - le preguntó. El sonríe mordiéndose el labio y recorre mi cuerpo con la vista.

- Todo lo que venga de ti lo recibo. - dice guiñándome el ojo.

-No tienes remedio. - digo entre risas para darle un beso un los labios.

Me suelto de su agarre y me voy nadando a una de las escaleras para llegar a la mesa, abro el vodka y la sirvo en una copa, empiezo a comer mis mariscos y veo como Blake se sienta a mi lado.

-Yo tenia hambre de ti pero me tendré que conformar con los mariscos. - dijo tomando una tostada y colocándose pulpo y camarón en el.

Cuando tomo la copa siento el ardor pasar en mi garganta, creo que no debería tomar.

Me levanto de la mesa llevándome una tostada y me acerco a la ventana que da a la cocina.

-Isla, ¿Tienes limonada?, me encantaría tomar un poco. - le digo y ella asiente diciendo que nos llevara un poco.

La tarde consistió en comida, risas, caricias, besos, roces y carreras de natación.

Ahora me encuentro frente a un espejo esperando que me terminen de peinar para colocarme mi vestido.

Cuando terminan me fijo en el espejo que abarca gran parte de la pared mi habitación, la maquillista ya se fue. Mi cabello esta recogido en una coleta alta elegante, mis ojos se ven mas grandes por la delineación de mis párpados y cejas, el labial es carmesí, me vestido es largo y tiene una abertura dejando ver una de mis piernas, en la parte de arriba tiene tirantes de encaje. Acepto mi apariencia,  mi físico es muy bueno, doy media vuelta en mi lugar para poder ver la abertura de una abertura de el vestido que llega hasta mi espalda baja.

Blake, cariño, prepárate para la mejor erección de tu vida.

Me coloco los tacones y justo cuando termino escucho la voz de Blake diciendo que ya todos debemos irnos. Sonrió para mi misma y abro la puerta.

Se me olvida como respirar, el traje de Blake es negro, de corbata y por Dios.... El saco le marca sus músculos, se ve tan bien, los pantalones de tela lo hacen ver mas alto, su cabello siempre con ese toque desordenado, se termina de acomodar la corbata y sus músculos se tensan cuando lo hace.

¡Voy a mojar mis bragas de solo verlo!.

Lo veo tragar duro y apretar la mandíbula mientras me recorre con la mirada, me doy media vuelta y le muestro mi espalda.

Lo escucho gruñir y me toma de las caderas apretándome a su cuerpo haciendo que sienta su prominente erección mientras cierra la puerta detrás suyo.

-No deberías provocarme. - me susurra haciendo que mi respiración se acelere y se vuelva mas inestable al igual que las palpitaciones de mi corazón.

Escuchamos la voz de nuestro padre que empieza a tocar la puerta y salimos de mi habitación. Me llevo dos dedos a mi cuello para sentir mi pulso y si, puedo sobrevivir esta parte sin tener que pasar por un paro cardíaco.

JUGADORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora