T R E I N T A Y S I E T E .

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Callum.

Cierro de golpe la laptop, apretando la mandíbula y tomando largas y grandes respiraciones para lograr calmarme.

Me dejo caer en mi silla acolchonada abochornado, aflojandome la corbata e intentando asimilar toda mi información.

Mis primogénitos...

Vuelvo a abrir la laptop y los sonidos junto a las imágenes vuelven.

Los dedos de Blake enredados en el ahora corto cabello de Harriet. Ambos desnudos, mi hija arriba de mi hijo mientras gime su nombre a la vez que el mayor jadea y gruñe sobre la blanquecina piel de mi menor. Vuelvo a cerrar el aparato, lleno de ira y frustración.

Yo se, que no fui un buen padre, que solo estuve financieramente, que soy de la peor calaña, pero no creo merecer y no soportare esto. Ambos son mus hijos y ambos pueden ir a prisión, me lastima que la inteligencia que poseen lo utilicen en este tipo de cosas, en empeñarse a ocultar, a mentir.

Me llevo una mano a la cara y empiezo a sobar mi sien, mientras una solitaria lágrima se dibuja en mi mejilla.

Pequeña, (Erin).

Ven a mi oficina. Hablaremos.

No me responde pero a los tres minutos ya logre tranquilizarme, o al menos logro parecerlo gracias a mis poses indiferentes. Erin golpea dos veces y asoma su cabeza por la ranura que ha hecho en la puerta.

Asiento una vez y entra.

-Que tengas buena tarde padre.

-Siéntate hija, por favor. - le digo señalando un asiento.

Ella obedece y espera a que vuelva a hablar.

-Dime, ¿Donde están tus hermanos?.

La noto confundida, un gesto normal que no me indica que ella lo sabe.

-Tal vez en el jardín, o la piscina, o sus habitaciones o el cuarto de juego, no se, esta casa es muy grande.

Yo se donde y que están haciendo.

-Muy bien, pero dime, ¿están cada quien en su habitación o ambos en la misma?.

Lo capta en seguida y la veo bajar su vista a su regazo nerviosa para luego carraspear, viendo detrás de mi hombro.

-No lo se... - susurra y vuelve carraspear, rascándose la mejilla. - creo que siguen en la mía, es que yo no le entendía a una tarea y ambos me explicaron.

Lo dice animada y desesperadamente por la recién idea que tuvo, dándome a entender que lo sabia, así que la presiono más.

-Tú nunca has necesitado ayuda en el colegio, Erin, con una vez que se te explique lo comprendes.

Me mira de reojo nerviosa y la noto como empieza a jugar con sus dedos. Mis tres hijos son tan diferentes y parecidos a la vez, Erin no sabe mentir, a Harriet no le gusta hacerlo y Blake siempre ha sido bueno. Erin es demasiado afectuosa, Harriet lo era antes de entrar a la adolescencia y Blake solo lo es con sus hermanas menores, aunque, con una se pasa de afecto. Erin es demasiado transparente, Harriet es de cabeza fría en algunos momentos, haciendo que sea indescifrable lo que piensa o como actuará y Blake es muy impulsivo, usando la altaneria o sarcasmo antes de iniciar los golpes o gritos. Los tres son altaneros, egocéntricos y hasta narcisistas, Harriet es racista en algunos casos, Erin disfruta del humor negro y Blake... El disfruta hacer la guerra.

Debí ponerle Ares.

-Hija, ¿sabes que es el incesto?.

Erin frunce el ceño rápidamente y vuelve a ponerlo normal, repitiendo esa acción mientras se mueve en el asiento.

-Si, padre.

-Y, ¿sabes que es ilegal?. - le pregunto entrelazando mis dedos sobre el escritorio.

Ella asiente lentamente, con su mirada ahora perdida.

-¿Y también sabes que no puedes volver a ver a tus hermanos si otra persona se da cuenta?.

Erin abre los ojos, como si se le saliera de las cuentas y se levanta rápidamente.

-Ellos no hacen eso padre. - los defiende.

-¿Me dirás que no lo sabias cuando tus gestos me decían otra cosa?.

-N-no se d-de que me hablas.

-¿Desde cuando lo sabes?, yo hace dos meses lo sospechaba pero hoy lo confirme.

Veo que sus ojitos negros se inundan de lagrimas y niega.

Las lágrimas caen.

-Lo se desde siempre pero por favor no les hagas nada, por favor no le digas a nadie, - hipa. - papá por favor no los alejes de mi.

No puedo.

Erin.

Empiezo a negar con la cabeza mientras las lagrimas descienden de mis ojos, pidiéndole a mi padre que los deje quedarse, que nos perdone y que lo deje pasar, que no haga nada, que les permita quererse, que los apoyo como yo lo hago.

-No, Erin.

-Papá, por favor ellos se aman y se protegen mutuamente, se que te decepcionamos pero por favor... - dejo la palabra al aire.

-Vete a tu habitación, Erin. - me ordena.

Vuelvo a negar.

-Solo déjalos explicarse, dales una oportunidad, déjales que se amen. - lloriqueo.

Escucho unos golpes en la puerta, seguido del "pase" de mi padre y un guardia entra.

-Lleva a mi hija a su habitación y procura que no salga.

Abro los ojos como platos hacia mi papá, sintiendo como me empiezan a jalonear el brazo a la vez que mi padre se levanta de su asiento.

Corro al segundo piso con el guardia pisando mis talones y cuando llego al pasillo veo indecisa las puertas que dan a la habitación de Harriet y Blake.

¿En cual están?.

Corro nuevamente pero ahora hacia la de Harriet, golpeando desesperadamente y deseando que estén aquí para poder advertirles pero en el segundo golpe un cuerpo me rodea, levantándome del suelo y cubriendo mi boca, para después  introducirme en mi habitación.

El guardia me baja y sale rápidamente, encerrándome con llave.

Corro a mi buró y tomo mi móvil, llamando a ambos chicos. Ambos móviles me envían a buzón, haciéndome llorar con mas fuerza pero ahora de frustración.

Me dejo caer al suelo pegada a la pared dejándome llorar, haciéndome un ovillo.

Tengo miedo, miedo por mis hermanos, por lo que pueda pasar, por la curiosidad de saber como lo confirmo mi padre.

Empiezo a escuchar algunas voces y me levanto de golpe, corriendo para pegar mi oído a la puerta.

-No me iré hasta que se pongan ropa y bajen a mi despacho.

Es la voz de Callum.

Escucho que algo le grita Blake, seguido de un portazo. Unos segundos después se escucha otro portazo y pasos fuertes que de seguro es de un furioso Blake.

Suspiro nerviosa y enciendo la TV para distraerme un poco, esta en las noticias y lo que dice el señor con una barba escasa me llama la atención, haciéndome fruncir el ceño y el corazón se me empiece a acelerar de miedo por las maldades que hace esa mafia.

-El día de ayer se encontraron escasos restos humanos en lo que parecía ser los escombros de la sede de la mafia que inserta miedo a los habitantes de Los Ángeles, en las afueras de la ciudad. Y no solo eso, después de incansables búsquedas encontraron unas cuantas herramientas que parecen ser de tortura. La policía esta investigando el caso desde hace tres años y parece ser que después de tanta espera encuentran pistas del o los que gobiernan esa pequeña comunidad llamada Crux, integrantes a los que conocemos como JUGADORES.

JUGADORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora