C U A R E N T A Y D O S .

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Los dos primogénitos de la familia Freeman son incestuosos, ¿Cuántos años en prisión te da eso?, ni idea, pero tengo que averiguar para ir sumándole el trafico de drogas, dinero, armas, asesinatos...

Tiene una linda lista. — digo mientras me rió entre dientes.

Veo nuevamente la fotografía de Kai y la tiro, dejándome a la vista la pared, mi pared, fotos de los tres hermanos Freeman en las calles, en cafeterias, imágenes de Erin fuera del Instituto junto a sus hermanos, cuando ellos iban a ese instituto, Blake y Harriet en la Universidad, comiendo, sus alimentos favoritos, los autos, su casa... la vida entera de esos tres se convirtió en la mía. Aunque claro, pudo haber sido mía si no me hubieran alejado hace tantos años, si Callum no me hubiera enviado a la calle sin nada. Sin importarle que yo sea la madre de sus hijos.

Harriet.

Son cuatro cajas grandes de madera con letras pintadas de rojo mientras las más sobresalientes son urgente y frágil. Blake esta furioso ya que era una entrega que esperaba desde el día de la bomba en el Edificio y nadie además de Edward le aviso, aunque el paquete estaba aquí desde que él se fue de aquí.

—Al parecer hoy es día de que recibamos misteriosas entregas, —digo cruzándome de brazos divertida. —¿qué es?

Blake pide una palanca y me sonríe abiertamente. Camina hacia las cajas y un chico de cabello rosa le entrega la herramienta, la coloca y de un movimiento la primera caja ha sido abierta. Camino hacia ella y siento una ola de alegría y placer recorrer mi cuerpo. Veo a Blake y este me regresa la sonrisa, seguido de un guiño.

—¡Son granadas! —exclamo con alegría.

Y ahora les explico, todo mundo tiene fantasías, así que la mía es lanzarles granadas a múltiples personas, pero nunca hemos tenido un Juego como el de ahora así que nunca habíamos tenido granadas... al menos no a mi alcance, pero, ahora, ahora es muy distinto.

Me agacho y cuento las diez granadas que están cuidadosamente colocadas en la caja junto a tres escopetas, tomo una granada con cuidado y juego con el seguro, lo vuelvo a dejar en la caja y alzo mi vista a los tres JUGADORES (contando a Edward), que están con el rostro contraídos de expectación, junto a la de estar alerta ocultando el miedo.

—No pienso usarlas aquí, quiten esa cara de estúpidos. —les digo.

Giro a Blake y me lanzo a sus brazos, seguido de que le empiezo a besar todo el rostro.

—Sabía que te gustaría. —murmura sobre mis labios, me estrecha más a él y asiento.

—Sin ofender Harriet, —empieza a hablar Eddy. —pero verte con una granada es de ponerse nervioso... ya sabes... estas un poco loca y eres mera rara...— balbucea lo ultimo cuando enarco una ceja.

—Abran las demás cajas. —ordena Blake.

Los tres obedecen y las otras dos se abren, dejando ver metralletas, revolver, más escopetas, etc.

¿Dónde es su tienda de suministros?

Salgo de entre los brazos de Blake y tomo una metralleta, al final de las cajas hay un compartimento que traen municiones de todas las armas, al menos seis municiones de cada una.

Blake revisa todo y un cuando se agacha en la tercera caja hace una mueca de disgusto.

—Creo que necesitare pedir más. —dice al mismo tiempo que escucho los motores aparcar fuera.

Suelto la metralleta y salgo para ver los autos y a los JUGADORES bajar de estos. Siento la mano de Blake en mi cintura y recargo mi brazo en su hombro, abrazándolo mientras le doy pequeñas caricias, refuerza su agarre cuando las siente y sonrió.

—Quiero jugar. — le susurro en el oído.

—Dime lo que quieres que te lo daré.

Sonrió y me giro a los que todavía se van a bajar.

—Vuelvan a sus autos, — grito. — vamos al desierto.



Veo a mi alrededor y todo además de nosotros esta desolado. Cinco autos se encuentran en línea listos para iniciar la carrera.

—Como todo juego este tiene reglas, —grita Blake. — los dos últimos que lleguen a cruzar la meta será mejor que se den por muertos, y si se les ocurre escapar, créanme, desearan la muerte.

—No se si amar o temer a tu novio. — dice Edward a mi lado sin despegar su vista de el castaño que empieza a nombrar los primeros cinco que correrán.

Los primeros cuatro ya se encuentran en posición cuando Blake hace una pausa para ver hacia nosotros y sonreír de oreja a oreja, reflejando una idea y maldad por sus metálicos ojos.

—Y Edward. — lo llama al fin.

Escucho al recién mencionado tragar saliva seguido de un sinfín de maldiciones y lo veo caminar hacia el último auto, cuando ya está dentro de este da la señal de que está listo y segundos después se escucha el disparo de salida, después el rugir de los motores y al ultimo solo se ve una gran nube de humo.

Me acerco a Blake y le susurro. — El negro será el último.

Me mira con una sonrisa ladina y se acerca a mi oreja.

—El azul será el último, pero bien, tomo tu apuesta.

Muerde mi lóbulo y vemos pasar la segunda vuelta en una gran estela de humo, me inclino y noto que el azul va hasta adelante y el negro es de los tres últimos. Sonrió para mis adentros y me vuelvo hacia él.

—¿Qué quieres apostar?

—Si yo gano trataras de venir lo menos posible a la bodega al mismo tiempo que dejaras al pelirrojo, ah, y no te interpondrás cuando hable con Erin sobre la droga.

—¿No crees que pides muchas cosas? —le pregunto enarcando una ceja.

—Nada que no puedas darme hermosa. —dice en un tono ronco y seductor.

—Bien, —acepto. — si yo gano me contaras todo lo que esta pasando en la mafia, lo que pasa por tu mente cuando besas mi vientre y dejarme llevar dos granadas a casa.

—¿Para qué quieres llevar granadas a casa? — pregunta.

Para congelarlas.

Estoy por contestarle cuando los primeros tres autos llegan, mostrando los ganadores y entre ellos esta el negro, el ultimo en llegar es un amarillo y al final...

—¿Y el azul? —pregunto.

—En la segunda vuelta derrapo mucho e hizo que perdiera el control y se estrelló, creo que ya está muerto.

Blake me sonríe victorioso con los brazos cruzados mientras camina hacia mí. Me extiende un arma y dice. —Te toca matar al amarillo.




Bueno creo que ahora si... ARE COMEBACK JAJAJAJA

Admito que los primeros dos caps no me gustaron y no me sentí tan cómoda como en este, los sentí muy robotizados, pero, en fin, perdónenme.

ESPERO LES HAYA GUSTADO Y GRACIAS.

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