Harriet.
Blake besa mi cuello mientras su mano acaricia mi cintura.
Cuando gimo se separa de mi rápidamente para después pasarse la mano por el cabello y sentarse en la orilla del colchón.
-Perdón. - dice.
Me bajo del escritorio confundida y con mi respiración acelerada, me acerco a y me coloco de cuclillas para que me vea.
-¿Porque?.
-Dijiste que no. - me responde haciéndome reír.
Se cuanto le cuesta controlarse, sus ojos solo reflejan deseo, uno que esta restringiendo.
-Esta vez no recuerdo haber puesto objeción.
Enarco una ceja ligeramente cuando hablo.
El se ríe y me atrae mas a el, para después acostarse conmigo arriba suyo.
-Te esperare.
Sonrió y me apego mas a su pecho, sinceramente aun no estaba muy segura de querer tener relaciones aun, al menos no hoy. El acaricia mi espalda con las yemas de sus dedos.
-¿Porqué te fuiste?. - pregunto.
Siento como se tensa y me siento a horcadas de el en su pecho para verle el rostro.
-Nada, solamente tenia cosas que hacer.
-¿Porque no me dices?. - pregunto intentando ver sus ojos.
Cuando nuestras miradas se unen inclino la cabeza para analizarlo pero no veo nada sospechoso, lo conozco tan bien que se cuando me miente u oculta algo, y el justo ahora oculta.
Aplano mis labios y decido hundir mi rostro en su cuello, haciendo que se realce la curvatura de mi espalda.
-Dime. - susurro apegandome mas a el.
-Harriet... - me reprime.
Suelto un jadeo provocando que se tense.
-¿Que me ocultas?. - murmuro.
El me toma de la cadera haciendo que me deslize a su cadera y sienta su erección en mi feminidad. De un moviendo yo me encuentro ahora bajo el.
-No juegues conmigo. - gruñe moviéndose para que nos volvamos a rozar.
-Solo quiero que me digas la verdad. - digo a la vez que el vuelve a besar mi cuello. Muerdo mis labios para no soltar ni un gemido ni jadeo.
Lo tomo de los hombros y en su distracción logro empujarlo, quedando yo arriba de el, mostrando quien manda.
El me mira de recorre con la mira lleno de deseo y la hendidura de su labio se curva formando una sonrisa ladeada.
El, empieza a mover mis caderas.
¿Quieres jugar sucio?.
Entonces juguemos.Hago a un lado sus manos y me relamo los labios a la vez que muevo mis caderas lenta y circularmente, robándome un gruñido de su parte.
Le vuelvo a murmurar que me tiene que decir pero el solo me apretuja de una nalga. Decido moverme mas lento mientras siento que masajea mis nalgas sobre la ropa.
Beso su mandíbula y manzana de Adán antes de levantarme de golpe. El me mira entre confusión y diversión, mientras yo, trato de no bajar su vista a la gran carta que tiene en su entrepierna, porque, no se si era yo o su pene ya estaba palpitando al igual que mi coño.
-No habrá ni una mamada hasta que me digas. - digo.
El chantaje, nada mejor que eso... Y, ¿que mejor que chantajear a tu novio que con el sexo?, nada, mas si son como conejos en plena batalla de hormonas.
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JUGADORES
General FictionLa vida de Blake y Harriet consiste en drogas, dinero, y un amor loco, son los lidereres de Crux, su propia mafia, su propio juego, no te metas con ellos... A menos que quieras jugar. Son dos opciones: vivir o morir. ¿Quieres jugar?