2.

58 7 5
                                    

Mis pensamientos eran tantos y tan mezclados que la verdad ni yo los entendía, mis piernas temblaban, mis ojos, si es que  todavía estaban debajo de esa interminable cascada de agua que emanaba como si fuera infinita, estarían rojos .

Aún no llegábamos pero nada me daba buenas señales, mis piernas aún tiemblan mucho más que al principio parecían dos  gelatina estiradas.

Mis piernas no respondían, no podía caminar de lo que temblaban y dejaron caer mi cuerpo cuando efectivamente supe que el humo era de mi casa, no de una lámpara, no de hojas, si no de la paredes y todo lo que había en ella.

No se si mis padres lograron salir, pero mis piernas no querían seguir, ya están cansadas, mi ojos con una cascada mayor y mi cuerpo desplomado en la vereda.

Los pensamientos se esfumaron para dar lugar a algo peor, los recuerdos de los momentos felices, tristes, de todo.

No podía detenerlo, sólo llegan y me lastiman más de lo que cualquier cosa me podría lastimar ahora, por que no era un dolor físico es un dolor interno, tan profundo... y sólo era en un lugar, el corazón.

Los chicos intentaban consolarme, me decía que capas habrían salido, me decían tantas cosas, pero mi cabeza estaba centrada en los recuerdos, en la tristeza y la esperanza, que se supone que es lo último que he de perder.

Cuándo pense que tenía las suficientes fuerzas para seguir mi camino, otro recuerdo me golpeó, mis piernas otra ves fallaron, y como era de esperarse yo otra ves estaba en el piso.

Lloraba, lloraba sin filtro, a los cuatro vientos, vecinos que conocía y los que no empezaron a salir y haber lo que pasaba, era como si nadie se hubiese dado cuenta de nada hasta ese momento. Alguno vecinos lloraban mientras que otros solo miraban con tristeza y melancolía en mirada.

No quería su lástima, tampoco sus condolencias, no me molestaban pero es como que están diciendo algo que me pone peor no puedo parar de llorar.

Aún no hablo con los bomberos que están peleando arduamente con el fuego de la casa, pero algo me dice que son ellos los que no quieren hablar conmigo. Capaz es sólo mi pensamiento, capaz no pasó nada y sólo los llevaron a un hospital para hacerles los exámenes a fondo o sólo para llevarlos al forense.

Mi cerebro pensaba en mil cosas. Nadie lo pararía, ni siquiera yo que soy la que lo utiliza. Las oscuridad, la muerte, la tristeza; pensamiento y sensaciones gobernaban en mi cabeza, pensamientos iban y venían fugaces.

En todo esto un bombero se acerca y para colmo, con malas noticias.

¿Eres familiar de la gente que vivía en esta casa? — preguntó el bombero.

Si soy la hija de la familia — digo llorando.

No se han encontrado cuerpos, pero es posible que con el calor descomunal  del fuego los huesos se hallan hecho polvo — dijo y mi lágrimas salieron con mayor fuerza y ahora con mayor pesar — mis.. mis condolencia.

Luego de decir eso los bomberos se marcharon, la casa ya quemada y húmeda, o lo que quedaba de ella, era negra tan oscura como debía ser la persona capaz de quemar una casa con gente dentro.

Ni me animaba a entrar. Mis sospechas se resolvieron al decir que solo alguien oscuro haría algo así, recordé la oscuridad de esa persona que se parecía a mi, ella debió haber sido la culpable, pero que podía hacer, sólo soy una chica indefensa casi como un fideo.




Pd : perdón que sea más corto , pero es que no tuve mucha inspiración ni tiempo, además se a cortado varias veces la luz, me he quedado sin batería, sin WiFi sin crédito jajajajaja toda una desgracia, pero algo es algo y ese algo es pero les guste.








                               Los quiere Juan

El lado oscuro de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora