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El libro decía algo sobre ella pero no lo recuerdo bien era algo así como que era la llave de l@s hechicer@s para entrar al infierno o al cielo, la pluma sabe exactamente a donde llevarte y según veo me toca el infierno.

La pluma, tiñiendose de rojo, me guía hasta un gran Castillo. Este como todo, se estaba incendiando, lo raro era que el fuego no me quemaba era como si tuviera un campo de fuerza. Al llegar un hombre vestido de un color rojo pero tan intenso y oscuro a la vez - parecía negro - él cual, casí sin prestar atención, me hizo una seña para que entre.

Tu estadía será limitada, así que aprovecha a buscar y preguntar todo lo que necesites — dijo con una voz ronca y tan tranquila.

Te preguntaría quien eres pero es obvio, sólo quiero hacer una pregunta — digo y el hace señas para que siga hablando — ¿Por que estoy aquí?.

Jajajajaja — su risa pareció aterradora pero cálida — tu pregunta no me sorprende, estas acá por que tu alma es una mezcla y al cielo sólo entran los puros pero tu lado celestial hace que no sufras.

¿Me responderías otras? — digo y él frunce el ceño pero al cabo de un rato dice que si — ¿ Por que no moriré ?.

Pues tú no puedes — mi pregunta ahora si lo tomó por sorpresa — eres la única que puede mantener el mundo en equilibrio, eres como una balanza.

En eso el sonido de otro disparo me hace estremecer. Tu tiempo a espirado — dijo — espero hayas disfrutado la compañía y que algún día vuelvas, no hay muchas visitas agraciadas por estar aquí.

Todo volvió a ser negro y poco a poco se iba aclarando, aún estaba tirada en el cordón de la casa de Juan, pero ahora la gente miraba otro cuerpo, al acercarme la gente me miraba raro pero no me importaba, sólo me importaba el cuerpo de un amigo en la calle. Sin prestar atencion al constante dolor seguía caminando, ahora tenía otro dolor aunque me allá disparado aún así era un amigo.

No podía controlar mi llanto , me sentía desgarrada, no se quien lo mandó o que lo llevo a hacerlo, pero sabía que sea lo que sea era como unas manos cortando parte de mi cuerpo.

Las lágrimas aún estaban y estarían pues no podía resistirlo más.





Que esperaban que los iba a dejar mucho con el suspenso claro que no.
Espero les guste, no me odien y gracias por leer.

                              Los quiero Juan 

El lado oscuro de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora