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Nadie dijo nada en los veinticuatro kilómetros aproximadamente que hay para llegar a la casa, estábamos a cada uno en su mundo, pero algo, un ruido totalmente desagradable corta el silencio sepulcral, Juan vómito arriba del auto.

Bautista empezó a putear, ya que sólo faltaban  un par de cuadras para llegar a la casa, intentó tranquilizarlo diciendole que con magia podría limpiarlo y dejarlo como nuevo, pero la verdad es que Juan Cruz sólo me enseñó alguno hechizos no todos.

Llegamos a la casa y un gran peso cae en mi espalda, la culpa, una gran carga para mi pequeño cuerpo.

¿Vienés? — dice Bautista y me saca de mis pensamientos.

Si — digo pero él queda algo confuso.

Por lo del abrazo — dice pero lo intervengo.

Perdón sólo me dejé llevar — digo pero el hace una mueca como que eso no era lo que iba a decir.

No sólo quería decirte... es que no se suena raro... pero me gustó — dice y me suena tan tierno — me gustaría que podamos ser amigos de nuevo, buenos amigos, que puedas llorar conmigo y yo confiar en ti.

Ayy veni nene — le digo abriendo los  brazos para darle otro abrazo, él hace un desdén  pero termina viniendo.

Vamos debemos entrar — dice y me lleva en dirección a la puerta de la casa.

La casa esta tan vacía como tú cerebro

No te preocupes ya tendré que hacerlo funcionar otra ves — digo entre risas — hace mucho no me hablabas.

Es que tu no me dejas mucho — dice  Luna oscura.

Perdón, encima ahora debo buscar un hechizo para limpiar el auto de los padres de Bautista — digo con pesadez de sólo pensar que debo ira hasta la biblioteca de los herederos y leer quinientos libros hasta encontrar el que busco.

Ahh eso es fácil  — dice tan tranquila , pero desaparece al escuchar unas voces que venían hacia acá.

Juan se acerca lo reconocía por la voz , cuando llegamos estaba algo ebrio, pero ahora se escuchaba como nuevo, no se a donde fueron ni en donde estaban pero si se que en ellos podía confiar y que donde sea que hallan estado se fueron para venir a buscarme.

El ruido que hizo la puerta al abrirse me sacó de mis pensamientos, efectivamente Juan era el que la abrió.

Hola — dijo algo tenso.

Yo sólo me limitó a observarlo, supongo que por el pelo mojado y un poco la ropa, Bautista le había metido la cabeza en el agua fría. Luego de un pequeño lapso de tiempo volvió a hablar.

Lamento no estar sobrio al irte a buscar, si lo hubiese estado y veía que alguien pasaba te juro .......— dice pero no lo dejó terminar .

¿Que lo matarias? — digo algo triste por esa reacción — ¿Y eso a que te llevaría ? A nada , sólo sería un pase libre a la cárcel y una tortura para toda la vida, es una carga muy grande matar a alguien.

Él no sabía que decir, iba a responder pero prefirió callar, no se por que estoy siendo así de mala con él, después de todo él sólo quiere ayudarme, por que .... por que ¿Me ama?.

Tu corazón habla aún más fuerte que la razón — la voz la reconocía, ella tenía razón pero no podía hacer nada.

El lado oscuro de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora