El lado oscuro de la Luna

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Luego de llamarlo como cuatro veces contesta el teléfono, de fondo se oye música de fiesta, pero la verdad no tenía ni idea donde podrían estar, capaz sólo era que había puesto música en casa — ve al grano —  me digo al darme cuenta que ya habían contestado y yo seguía pensando.

Hola Juan, necesito que me vengas a buscar o me habrás la casa de playa — digo rápido, pero lo suficiente para que me pueda entender.

Ehh es que hora no puedo estamos de fiesta con Bautista — dice y me parece que está borracho.

¿Estas borracho? — digo y al ver que no contesta le pregunto — ¿Me puedes pasar con Bautista? — luego de pensarlo me dice que si, bendito Bautista que no toma alcohol.

Hola Luna, ¿Qué pasa ? — dice algo agitado y preocupado.

Necesito que vengan a la casa de playa de Juan porfa, lo más rápido posible — digo está ves suave y más tranquila.

Ok ya vamos — dice y me corta.

Las horas se hicieron eternas tenía mucho miedo de que alguien la viera y la llevarán de nuevo, nunca, pero nunca había tenido tanto miedo y preocupación como el que estaba sintiendo hoy.

Hacia ya una hora que estaba esperando cuando vio un auto que se acercaba y paraba justo adelante de la casa, pero estaba completamente segura que no era el auto de los padre se Juan entonces me escondo y pongo más cerca aún el escudo, pero al escuchar unas voces que llegaban del auto comprendo que son ellos, apenas los veo me acerco corriendo a Bautista y lo abrazo, en ese instante en que mi cuerpo impacta con el de él, de mi ojos empiezan a salir lágrimas, ya no me importaba nada era como estar rodeada de cinco mil soldados, me asentía segura y aliviada, mis ojos a esta altura eran una canilla.

No quiero soltar a Bautista  el tampoco me suelta pero creo que ya es hora de ir nos entonces, sin decir nada lo suelto y como si todos supiéramos que hacer subimos al auto.

Pd perdonen que sean más cortos y que actualice cada muerte de obispo.

                            Los quiero Juan