El lado oscuro de la Luna

33.

Una vos me percata de que había dejado la puerta abierta. Juan está apoyada en esta con una mirada de lástima. Después de pensarlo le hago una seña para que entre y apenas se sienta en la cama le doy un abrazo que pareció durar una eternidad y ojalá así fuera.

Cuán lo suelto él sólo se queda inmóvil, quería ir a buscar a mis padres pero no podía dejarlos solos, los quería tanto como a mis propios padres. Ellos no me habrán concedido la vida, pero hicieron que esta sea mejor.

En eso una idea paso fugaz por mi mente pero así como llegó se fue al escuchar que la puerta se cerraba, Juan se había ido. Entonces agarré el libro y empecé a buscar un hechizo que me permita llevar a cabo el plan que tanto rondaba por mi cabeza.

Además de estar un poco ocupada con la idea, no logré conciliar el sueño, todo terminaba en pesadillas, pensamientos, planes, etc . Las ansias y la esperanza surcan mi cuerpo, era como un arroyo de sentimientos pero todos iban al mismo mar.

Además pensaba que llevar a cabo el plan no sería fácil por lo que voy a necesitar uno o dos cómplices. Nadie aceptaría ayudarme con algo de tal magnitud, sólo dos personas se me ocurrieron, la primera Fabio. Él también me protegía pero capaz me ayude a emplear todo para que en unas horas esté listo. Y la otra sería Maxi, pues él sólo me conoce porque cuida cada libro que existe en la biblioteca de los elegidos.

Es impresionante como casi todos mis aliados son hombres — pienso — pues jamás me relacione muy bien con las chicas, según su punto de vista siempre fui una machona, la rara, etc. pero eso no significa que no me cayeran bien ni que no hablemos. Siempre puse énfasis en cambiar, pero al fin y al cabo me di cuenta que haga lo que haga no lograría encajar en la mente tan bloqueada que puede haber amistad entre el hombre y la mujer, tan cerrada de que una mujer puede hacer deportes "para hombre" , que podemos ser más que una sirvienta, que un ente que está sólo para agasajar a un hombre. Por suerte muchas mujeres lo entendieron, pero por desgracias otras se lo tomaron muy a pecho, ahora esas mujeres le parece que cortarle el p... a un hombre está bien por que de seguro ese hombre era maltratador, en que pensaban que pensaban enseñarle a sus hij@s, acaso serían capaces de hacerle algo así a sus hijos.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que ese sonido ensordecedor me tomó con total sorpresa, todo la gente se veía horrorizada y preocupada , excepto yo que sólo sentía ese dolor infernal en mi espalda a la altura del corazón, toda la gente empezó a verse borrosa pero eso no evitaba ver lo tupida que estaban a mi alrededor.

Antes de caer al piso casi inconsciente, vi a la persona que disparó y la verdad no sabía cuál de las dos cosas me dolía más que él me haya disparado, pues Richard era la única persona con arma y una sonrisa de psicópata, o el dolor de el casquillo de plomo que agujereó mi espalda e impactó justo en mi corazón.

La gente se volvió oscura, y ahí los veía cuatro personas en las que dejé mi confianza y ya una me falló y se lanzó contra mí otra vez, como un gallina, por la espalda.

Mientras mi cabeza pensaba cosas absurdas para los demás, como muchos me lo habían dicho "un tema de discusión". Pues desde luego lo era, pero por qué hablar de eso ahora que estoy inundada por una oscuridad y lo último que recuerdo fue el sonido de un disparo, el asesino, la gente y luego todo se oscureció.

Entonces aparecieron las tres personas que hasta hora no atentaron contra mi al menos no llegaron a nada . Mis tres defensores los tres futuros guerreros, los futuros defraudados pues ellos no sabían de mi plan de escape para buscar a mis padres. Al cruzarse su mirada con la mía, se acercaron, me intentaban hablar pero no los podía oír, agitaban mi cuerpo pero no sentía nada y la verdad no me parecía una buena señal.

Cuando por fin había aceptado que moriría sus cuerpos empezaron a desaparecer y de pronto una pluma con los colores de naranja a un rojo oscuro se aparecía frente a mis ojos atónitos.

Cómo se portaron bien les dejo otro ahre jajajaja, espero les guste con amor Juan.