El lado oscuro de la Luna

31.

Al llegar a la biblioteca me adentre hacia el lugar de los hechizos, gracias a Maxi ahora sabía bien donde estaba todo, y si no lo sabía simplemente le preguntaba y en segundos ahí estábamos. Si bien aveces me perdía pero no más que unos segundos.

Me decidí por agarrar un libro enorme y supongo el más viejo pues es el que tenia las hojas más amarillenta y más polvo en su tapa.

Al abrirlo, tenía un índice llenos de hechizos para todo hasta para hacer pestañear un ojo. Indague, indague, hasta que por fin encontré el hechizo que necesitaba, también le pedí a Maxi si podía llevarme el libro, obviamente la respuesta fue un si. Me lleve el libro ya que en algún momento necesitaría aprenderme todos estos hechizos o la mayoría.

Al llegar me acerqué al auto y viendo que no había nadie me puse a intentar sacar el vómito. Luego de unos cuatro intentos, muy arduos, lo logre y justo cuando termine aparece Juan Cruz .

Veo que ya estás controlando tus poderes .... o intentando — dice feliz de mi avance.

Si, y ahora más gracias a este libro — digo señalando el grade y un poco pesado libro.

Ver a Juan Cruz me hizo acordar a sus hadas a las cuales nunca más fui a ver, no se si todavía viven,si necesitan ayuda, si lo extrañan.

Quizás necesiten compañía — pienso — vamos a visitarlas.

De camino mi cabeza empezó a doler, y una voz que no reconozco, empezó a gritar repetitivamente — tus padres están vivos y en peligro buscalos rapido—  el dolor era tan agudo que todo empezó a hacerse oscuro y luego de eso sólo sentí como mi cuerpo se desplomaba en el piso.

Cuando despierto me encuentro en un lugar totalmente distinto. Todo esta pintado de blanco, tengo puesto un suero y estoy en una camilla, claramente estaba en el hospital, cuando intentó sentarme una voz a mi lado me hace asustar.

Despertaste — dice Juan Cruz algo contento — ¿Te ... Te sientes bien?, perdón no quería asustarte.

No te preocupes, y si estoy bien .. o eso creo —  mi cabeza en realidad sólo pensaba ¿Pero que me paso?.

Los médicos dicen que se te bajo la presión — dice pero algo me dice que no esta del todo seguro de eso.

Sólo recuerdo que iba para el parque y que de la nada una vos empezó a gritar pero sólo yo la oía, me ... me decía tus padres est... están vivos y en peligro, decía que los .. los  busque — digo y Juan Cruz queda estupefacto.

Tal vez serían las hadas                 intentando comunicarse telepaticamente contigo, pero tú no soportaste al tener tus poderes poco desarrollados — dice aún pensando, pero se le nota en la mirada ese miedo a algo nuevo.

Apenas sale Juan Cruz,  un cuerpo entra lo más rápido que puede, esos ojos tan brillantes de felicidad y de tristeza en candidatas mis pupilas. Mientras mi mente diáfana en su belleza  Juan cierraba la puerta a su espalda.

Hola, ¿Cómo estas ?¿Te sientes mejor? Debes cuidarte ¿O acaso nos quieres dar un infarto? — Juan no paraba de preguntar pero la verdad no estaba escuchando, sabía que estaba preocupado y quien no lo estaría, pero un pensamiento acaparó todo mi atención, si es que era posible por que en realidad no le prestaba atención a nada, estaba como quien dice en la luna de Valencia.

Bueno hace tiempo no actualizo jajaja, pero quiero que sepan que ya está casi todo listo sólo tengo que subir los capítulos y arreglar algunas cosas.
Espero que les esté gustando y me encantaría que si ven algún error o algo me pongan un comentario.
Posiblemente la historia una vez terminada sea reescrita.

    Sin más que decir los quiero Juan