El lado oscuro de la Luna

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Cuando todos terminamos, dos muchachas se levantan y empiezan a llevarse los platos, luego de llevarse todos los platos aparecen con otro que tienen tres bochas de  helado una de frutilla, una de chocolate y una de vainilla.

Dejan cada uno de los platos en sus respectivos lugares y vuelven a su lugar, apenas se sientan todos empiezan a devorar el helado, yo en cambio ya no tengo ni hambre si que lo dejó.

Me levanto de la mesa pidiendo permiso y salgo en dirección a donde está el baño, la verdad no tengo ganas de ir al baño sólo voy para que pueda dirigirme hacia la puerta. Cuando por fin la ubicó, voy en dirección a ella miro que no halla nadie y salgo.

Fiu ya no aguantaba estar ahí los nervios me mataban — digo para mi mismo.

Avanzó un par de cuadras, pero cuando me doy vuelva, llegó a visualizar una sombra que me seguía entonces apresuro el paso.

Llegó a donde está la casa de Juan estoy en la puerta muy asustada, intentó lo más rápido abrir la puerta para entrar y que todo esto se termine.

Siento una mano que me agarra y me tapa la boca intentó gritar pero su mano aprieta muy fuerte, entonces el sonido no se llega a oír.

No puedo ver quien es pero sus manos son muy ásperas, pero me trata con mucho cuidado. Llevamos un rato en el auto, en el cual me subieron, ahora me están bajando y escucho el ruido del mar, la fría brisa me eriza la piel.

Llevarla a los calabozos del barco mañana a la mañana zarpamos — dice una vos y la persona que me lleva sigue sus instrucciones.

Al llegar a los calabozos me sacan las bolsa, pero todo esta muy oscuro por lo cual no se ve mucho, se que estoy en un barco por el movimiento ocasionado por las pequeñas olas, apenas debe hacer Di z minuto que estoy y ya lo odio.

Tanta oscuridad hace que me dé sueño, busco con la mira si hay una cama o algo, pero todo esta tan oscuro que puedo divisar nada.