37.

8 1 0
                                        

Desde que entramos no podía dejar de pensar de que a mi papá le pasa algo más que las heridas, pero no quiero decirlo.

 Me limitó a asentir y a empezar a conjurar para curar a mi papá. Al ver que empieza a curarse su cara parece querer sorprenderse pero aún así no se deja camuflar tan fácil su sentimiento de preocupación. Preocupación por algo que al parecer sólo sabe él.

No dijo ni una palabra lo único que me hacía saber que estaba vivo era su respiración, su tacto cada ves más cálido, y su ya poca palidez. Leila sólo mira desde lejos, sus ojos tienen lágrimas, y supongo que será por lo que nos dijo de sus padres, pero pronto los tendría pues se me acababa de ocurrir una idea. 

Mamá ella es Leila, la chica que nos ayudó encontrarlos y como ella no tiene padres quería saber si podrías adoptarla — digo con una cara de complicidad y de perrito.

 Mamá sabía que siempre quise una hermana y ella se lo había ganado era una de las primera chica que me caía bien, además quería saber como hace para mantenerse tan bien.

 Por mi esta bien — dijo mamá para mí sorpresa, quizás serían los nervios de todo lo que pasó, pero que iba decir yo estaba feliz. Papá no dio respuesta alguna más que asentir y seguir en un trance.

Leila otra ves estaba tiesa, supongo que no estaría muy allegada a las muestras de cariño. Ella sería la hermana que no tuve, la ayuda, la contención pues ella también tenía poderes y sabe lo tedioso que es aveces. 

Serás la hermana mayor que siempre quise — digo y como si ya lo supiera abre los brazos para seguir mi abrazo. 

Las horas pasaron y todavía nos faltaba poco para llegar a casa de Juan, pude haber usado un hechizo pero quería recuperar el tiempo perdido, el cual para mi fue una eternidad. Al llegar, en la casa se sentía una tensión muy grande y al entrar un grito de "bienvenidos de nuevo" aturde nuestros oídos. 

Juan, Bautista, Juan Cruz y Fabio, ellos solos, habían preparado todo. Una gran fiesta de bienvenida y quizás un adios. Era raro, pero la verdad me reconfortaba saber que siempre los tendría a mi lado, entonces el recuerdo de Richard viene a mi mente, sólo un sonido y ya una vida se había ido con la misma velocidad del estruendo, del correr del tiempo, tan rápido que ni un adiós pude llegar a pronunciar. 

Intento sacar rápido esos pensamientos. Apesar del  gran dolor debía seguir, pero no podía, ya la fuerza que amenazaba con romper mis párpados si era necesario había ganado, las lágrimas caían, ellos no entendían el por que, pero esa vos sabía muy bien mi dolor y sabía exactamente qué decir para  reconfortarme com su vos y  sus lindas palabras. 

Nadie espera su final suele llegar rápido y sin dolor, y si lo espera nunca se sabe cómo será ni cuándo sólo se producira. Siempre hay que temer, el miedo nos hace saber y nos da valentía a la ves — sus palabras no parecen dagas, sino unas manos suaves rosando mis mejillas, una mano limpiando mis lágrimas.

 Luna se iba a ganando mi amistad, aunque jamás lo admita le agrada hablarme. Todos están callados mirándome con lástima, pues sólo es eso lastima, tristeza todo lo que pueden demostrarme.

Ellos también lo sufren pero intentan ser fuertes por mi....

 Gracias por estar acá como pilares míos como muros que jamás se romperan, también va para vos hermana aunque sólo hemos hablado unas .... 4 horas — todo salió de mi corazón o de lo más profundo de donde sea que salieron, no se si se habrá entendido pues el estar llorando no ayudaba. 

El final de este mundo sólo es el comienzo de otro, mejor o peor,  pero un mundo donde sólo estas vivo y así quedarás hasta llegar a otro mundo distinto — dijo mi papá, las primeras palabras desde que los rescatamos y las mejores que pudo darme.

 Luego de un gran abrazo familiar,  pues esa era mi familia, no muy grande no muy chica, ni de cerca de ser normal, pero al fin y al cabo  mi familia la que no cambiaría por nada, por la que daría vida, la familia que escogí y me escogió.

 Al abrazar a mi padre, pude sentir un aura, algo así como una repulsión entre nuestros cuerpos, como si dos burbujas que limitan dos espacios personales chocaron y él... parecía sentirla igual.





Perdonen la tardanza pero bueno jajajajaj la verdad no hay escusa.


Los quiero Juan

El lado oscuro de la Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora