Capitulo 20

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Capitulo 20

—Día 195—


   En cuanto le ordenó a su mejor guardaespaldas que volviese a casa, Tom se aseguró de cerrar las persianas de su oficina y las del gran ventanal que tenía a sus espaldas. Luego prosiguió a sentarse tras su escritorio, encendió una pequeña lámpara que estaba a su lado para que su vista no sufriera tanto y abrió la laptop. El pendrive de información que Mikado había conseguido y por la que Shizuo hubiese dado su vida, estaba aún enchufado en la computadora y el empresario pensaba profundamente en si debía volver a abrir aquellos archivos.

   Movía el mouse con tranquilidad, el hombre de cabellos castaños se veía neutral ante la luz de la lámpara, pero su vista estaba clavada en la carpeta de nombre "Ins. K.J" que estaba entre el sin fin de documentos importantes de diversas empresas y compañias para las que trabajaban y las que tenían en contra.

   Finalmente cliqueó la carpeta con dicho nombre, y varios archivos se abrieron, entre ellos aparecieron varios nombres y documentos, pocas imágenes y algunas ecuaciones que no eran entendibles para Tom. Sin embargo, eso era algo que no le interesaba por los momentos, lo que más llamaba su atención era el hecho de que entre ese millón de carpetas había una en especial que tenía el nombre de Shizuo.

   Le era simplemente extraño puesto que Shizuo siempre estuvo bajo su cuidado, nunca estuvo por completo solo, siempre tuvo alguien que le cuidara de lejos y ese era Tom, y por ello le preocupaba que algo en su amigo más importante estuviese mal, que algo no cuadrara en su vida. Porque siendo el hombre más fuerte, tenía muchos enemigos a sus espaldas y los ignoraba.

   Tom entonces cliqueó sin querer un archivo sin nombre, y allí apareció una lista de nombres ordenados alfabéticamente. Al principio lo vio sin interés alguno, pero el subtítulo "Dollars" le obligó a mirar dos veces. El nombre de su compañía estaba entre esos nombres, aparecía en color azul por lo que lo cliqueó al instante, y se abrió una ventana oculta, la cual tenía fondo negro y letras blancas. En ella estaban anotados los nombres de gran parte de sus trabajadores: informantes, guardaespaldas, hackers, sicarios, entre otros.

  Su semblante se mantuvo neutral en lo que se quitaba los lentes y miró con detalle cada nombre. Al parecer el proyecto había iniciado desde hacía un par de años y los primeros de la lista eran los informantes, parte importante de las instalaciones. Luego estaban los hackers, los guardaespaldas y los sicarios.

  El apellido Heiwajima figuró al principio de la lista, pero no tenía clasificación y estaba remarcado en rojo, eso era una muy mala señal viniendo de ese tipo de personas. Tom al instante recordó que la información venía de una subdivisión que producía perfumes y químicos especiales, los cuales eran vendidos a grandes empresas industriales o eran vendidos a mafiosos para sus trabajos.

  Siguió leyendo y aparecieron los nombres de sus informantes más importantes, los cuales habían desaparecido y de los cuales no se encontraba siquiera el cuerpo. Tom entendió entonces que la instalación de la que tenían información, sabían más de ellos de lo que esperaba y eso era un gran problema. Ahora sabía por qué sus chicos habían desaparecido, por qué sus cuerpos no habían sido encontrados, pero aún no habían pruebas suficientes para planear un ataque.

   El empresario suspiró en lo que cerraba los ojos, sobó el puente de su nariz y miró el techo mientras unía los puntos, relacionaba cada caso, cada nombre, cada incógnita, pero aún faltaban más pistas. Midoki, Orihara, Haraka, eran de los mejores informantes y hackers que tenían los Dollars, pero de la nada habían desaparecido. Tom en ese momento lo tomó con tranquilidad, jóvenes que decidieron dejar ese negocio, pero ahora sabía que esos chicos quizás estuvieron en problemas y la empresa no pudo ayudarles.

Un Gatuno AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora