Capitulo 27

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Capitulo 27

—Día 201—


   Tras una noche en vela debido a la desconfianza, Shizuo con la única que hablaba era con Erika, quien al parecer confiaba en él sin motivo alguno. Estaban en la sala principal mientras tomaban chocolate caliente hecho por Erika, y se limitaban a hablar de lo mucho que habían hecho con Izaya, confirmándole al mercenario que en realidad no le habían lastimado.

   Shizuo de todos modos no terminaba por confiar en los secuestradores, y no quería creer en el arrepentimiento de la chica de baja estatura, pero no teníamás opción que intentar socializar con ellos, o por lo menos con ella. Mizu, que había recorrido toda la casa, volvió a donde su dueño para dormir sobre sus piernas, el rubio vio al animal sobre su regazo y éste, tras limpiar sus patas en la camisa blanca del mercenario, se acurrucó preparado para dormir.


—Gracias a él es que sé que Izaya sigue vivo, pero en peligro— comentó Shizuo, pero fue que su mirada se fijó en la mancha de sangre que quedó en su camisa, manchas en forma de patas de gato—. Erika, creo que tenemos otra pista.


   La castaña le miró con curiosidad y se asustó al ver la sangre, pronto tomó al gato con sus manos y lo revisó en busca de alguna herida, el pequeño gato solo pensanba en que le estaban mimando y maullaba alegre por nuevamente tener a alguien que jugase con él.


—Voy por Shinra— avisó el mayor al ponerse de pie. Shinra y sus amigos estaban en la sala de la casa, mientras los demás dormían en sus habitaciones.


   En cuanto el rubio tocó el hombro del científico, éste se despertó con rapidez y se puso en pie, dejando a Celty sobre las almohadas del sofá. Tras un bostezo, Shinra miró con curiosidad a Shizuo para saber por qué le había despertado, pero en cuanto le vio la camisa manchada de sangre, su pregunta mental, combió.


—Mizu tiene sangre en su pelaje, no le pertenece ¿Podrías averiguar de quién es?— El rubio pidió aquello con seriedad mientras señalaba su camisa manchada. El castaño se limitó a asentir, extrañado, y despertó igual a Celty.


   En cuanto Shinra y Celty buscaron la laptop y Saburo les prestó el radioscopio, el científico tomo las muestras de sangre del pelaje del felino y las examinó con algunos químicos para limpiarla. Luego conectó la máquina a la computadora, y se metió a la base de datos de la ciudad para buscar a quién le pertenecía la sangre.

   La búsqueda tardó alrededor de una hora, todos estaban despiertos con tazas de café en espera de que la computadora consiguiese al misterioso personaje, hasta que finalmente sonó, indicando que la búsqueda había concluído. Shinra se acomodó sus gafas y leyó el expediente de la persona que aparecía en su monitor.


—¿Dónde trabaja?— Preguntó Shizuo, pues era lo que realmente importaba de la búsqueda—. Ese hombre ya está muerto, lo único que necesitamos de él es saber de dónde fue enviado.

—Tienes razón— Shinra leía detenidamente cada casilla de información—. Su expediente criminal está limpio, al parecer trabajó durante 10 años en Rusia y volvió a Japón poco después. Armaba bombas para las fuerzas rusas, pero aquí no aparece dónde trabajaba. La casilla aparece en blanco.

Un Gatuno AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora