Capitulo 25

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Capitulo 25

—Día 200—


  Tom miró entonces a Shizuo, su sangre se había congelado y no quería imaginar qué podría pasar luego de tan semejante noticia. El bombero, al no recibir respuesta, estuvo por hacer un par de preguntas al rubio para llenar su reporte, pero se vio interrumpido por la mirada intimidante del mercenario tras las gafas.


—¿Tiene algún otro dato del cuerpo?— Aquella pregunta sonó como un orden por parte del muchacho rubio, como si exigiera esa información en cuanto antes. El bombero no se pudo negar a contestar.

—Hasta ahora solo hemos identificado el género del cuerpo. Sin embargo, nuestro personal forense mostró que la causa de muerte no fue la explosión, sino una herida en la espalda antes de la detonación. Una herida con arma blanca, un cuchillo o navaja.— El hombre revisaba unas cuantas hojas en lo que hablaba.

—¿Se sabe cuál fue la causa de la detonación?— Tom no entendía cómo era posible que Shizuo estuviese tan calmado, hablando como una persona decente.

—Posiblemente una fuga de gas— comentó el hombre, pero se vio dudoso.

—Fue muy fuerte como para haber sido una simple fuga de gas— comentó entonces Tom con su ceño fruncido—. Creo que el dueño merece más detalles si de su propiedad se trata.

—Lo sabemos, señor— el bombero no podía entrar en detalles—. En cuanto tengamos más información, le contactaremos, señor Heiwajima. Por los momentos, su apartamento quedara bajo investigación, veremos qué podemos sacar de las cenizas.


   Shizuo asintió con su mirada al frente, retomando camino a la acera, lejos del bullicio de personas curiosas por la explosión. Tom le siguió el paso con impresión en su gesto, no esperaba una reacción tan tranquila por parte de la bestia, menos cuando el cuerpo encontrado era posiblemente de Izaya, menos cuando Tom imaginaba que Shizuo estaba siendo más vigilado de lo que esperaba.

   Las ambulancias empezaron a llegar y Shizuo pudo ver como los enfermeros llevaban a sus vecinos a las ambulancias, pudo ver lo terrible que había sido la explosión y el daño que había dejado. Por suerte, según lo que podía ver, no habían más muertos aparte del que yacía en su departamento.


—¿Cómo supiste?— Shizuo preguntó al aire en cuanto se vio de pie, solo, con Tom a su lado, su corazón latía con rapidez y su nariz empezaba arder, pero no dejaría que el sentimentalismo le dominara. El castaño se viró a mirar al rubio, a detallarle, y bufó cansado.

—Estaba revisando las ondas radioactivas del estado, hacía comparaciones con los químicos que se hallaron en la base de datos que Mikado recolectó en el USB. Hay varias señales pero la luz que estaba aquí, empezó a titilar con mayor rapidez y no me quise arriesgar, temí lo peor— Tom se vio desanimado, pensativo—, pero no pensé que fuese algo como...

—¿Una bomba?— Shizuo terminó la frase, Tom asintió—. ¿En mi apartamento?— el castaño asintió de nuevo—. Nos tienen vigilados, y no estoy seguro de si buscan a Izaya o a mi. Como dijiste, ambos somos un tiro al blanco.

—Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea.— El castaño sabía que su mercenario más fuerte estaba derrumbándose internamente, como amigo no quería que Shizuo sufriese, como maestro necesitaba que el rubio fuese más fuerte de lo que ha sido por años.


   Sin embargo, la seriedad del momento se vio interrumpida por la risilla seca de Shizuo causada por el comentario de Tom. El mercenario sabía que en cualquier momento perdería el control sobre sus emociones, sobre sus acciones, y Tom no ayudaba mucho. Shizuo ya no sabía en si debía confiar en sus amigos, pero no tenía más opción, pensando ne ello volvió a tener su semblante neutral.

Un Gatuno AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora