Inútil tus cojones. I

Prólogo.

Dedicado a Andreita, ¡Gracias a ti mi intento de libro recibió más atención! ¡Eres un amor!

Lo que veréis en los próximos párrafos es para que logréis introduciros en los pies de Opal, la protagonista. Por su puesto si vosotros os aburrís, saltaros hasta el párrafo que señalaré con "*", aunque os perdereis de la salsa. 

Sonreí amplia mirando mi nuevo departamento. ¡En hora buena! Con lo que me había costado ahorrar todo este dinero, ¡Ya finalmente, después de tanto tiempo, puedo sentir la verdadera libertad!

  — ¿Vas a llorar en serio? — Dijo con amargo tono el de la inmobiliaria al ver que se me escapaban lagrimas de felicidad. Es cierto que cuando amenazas tantas veces a una persona con denunciarlo a la policía por maltrato a sus empleados para conseguir un buen precio puedes hacer que esa persona te odie un poco. —  Es solo un departamento, cría llorona.— Me dio las llaves para hacerme firmar unos últimos papeles. Pagué en efectivo todo, cogí mi recibo y entré dispuesta a bailar salsa como debe ser, en honor a mi nuevo hogar.

Tomé el teléfono en acto reflejo dispuesta a llamar a Nasha, para luego haber colgado el mismo antes de terminar de marcar su número.

Aún es difícil asimilarlo todo...

 Decidí dar un recorrido por el barrio para despejar las "malas energías", como mi abuela diría. Apenas había hablado algún par de veces con un par de vecinos, y no me había dado tiempo de recorrer el vecindario las veces que visitaba el departamento a revisar su estado. En ese momento recordé a Marco, uno de mis nuevos vecinos, que me dijo hace uno par de semanas de un parque bastante bonito muy cerca de aquí, cosa que me pareció buena idea ir a visitar dicho parque.

  * — Santa madre de Dios...— Susurré al ver el parque, ¡Es bestial! lleno de flores, plantas, animales y... niños. Bueno, esos definitivamente hay en todos lados. Vi una especie de arboleda, con arboles (evidentemente) de todo tipo, frutales y florales, ¡Hermosos!. Maravillada por la belleza del lugar, decidí adentrarme en la arboleda, observando impresionada las avecillas volar de aquí a allá, revolotear contra las mariposas, ¿No es hermoso?. 

En medio del espectaculo de repente vi luciernagas volar al rededor de mi, abrí los ojos como platos. Jamás había visto tal espectaculo. Miré a mis pies para darme cuenta que estaba en... ¿Un circulo de setas? 

De repente una luz golpeó mis ojos, y los cerré para proteger mi vista, cubriendo mis rostro con mis brazos. Entonces, levanté la vista cuando la luz ya no me cegaba...

  — Oh, mierda... Eran venenosos.

Yyyyy eso ha sido todo el Prologo, yo misma sé que apesta, no hace falta que me lo digáis. ¡Pero me he divertido! Así me he imaginado todo esto de cómo podría yo misma haber terminado en un circulo de setas, porque siendo honestas, ¿Vosotras os meteriais en uno así por que si? Tío, la última vez que toqué una resultó ser venenosa, ¡A tomar por culo con Eldarya, amo mi vida!

V-O-T-E-N

&

C-O-M-E-N-T-E-N