Inútil tus cojones. I

.14.

Ya saben como me pongo al encontrarlas fuera de wattpad <3 amé que me reconocieras en el amino, ¡ha sido maravillos! se te quiere <3

Laguna temporal.

Ez's POV

Separo mis labios de los de ella lentamente, más por lo pesado que me sentía al hacer esto que por querer seguir besándola. Me sorprende que se mantuviera inmóvil durante el beso, pero soy consciente de que se aproximan miles de insultos que tal vez no entienda. 

Me atreví a mirarla a los ojos, pero ella... Ella tenía la mirada vacía, como si le hubiese arrebatado el alma. De repente enfocó sus ojos sobre mi, y tras dos segundos de mirarme como si estuviera hecha de barro saltó sobre mi a golpearme.

No le dije nada, no tenía el derecho para hacerlo. Simplemente me limité a esquivar y detener sus ataques pero la chica estaba llena de energía.

Eso, o actuaba bajo alguna clase de posesión demoníaca, lo que no sería extraño teniendo en cuenta su pasión por ser poseída.

Comencé a cansarme y ella aún seguía lanzando sus torpes ataques con la misma ferocidad que hace 5 minutos, tomé la decisión de huir.

No es cobardía, es sabiduría.

Dejé que ella corriera hacia mi y en último minuto me moví, de manera que ella chocó brusca contra la estantería de refractarios. Me maldije inmediatamente, ¿Qué mejor manera para calmar una chica que haciendo que se golpee contra frascos de vidrio delgado?.

Corrí hacia la sala de cristal, pero antes de siquiera llegar al pasillo Opal se abalanzó sobre mi y me tumbó al suelo, quedando ella justo encima de mi torso. Debió ser cosa de segundos, probablemente menos de 5, pero en su momento pude verla moverse en cámara lenta.

Su muño izquierdo goteaba sangre por una herida que ella misma se causó al agarrar un vidrio roto con demasiada fuerza. Me quedé hipnotizado viendo el odio que su mirada emanaba, y para cuando me di cuenta de sus acciones era demasiado tarde. Su puño con el vidrio iba en dirección a mi pecho, apenas logré desviarlo a tiempo.

En el momento en que el vidrio entró en mi brazo ella quedó completamente petrificada, su rostro era inexpresivo, pero sus ojos eran una mezcla de pánico y sorpresa, como si ni ella misma supiera qué ocurrió.

La gente comenzó a correr hacia nosotros, y justo antes de que alguien alcanzara a acercarse a un metro de nosotros salió corriendo.

En menos de 10 minutos ya yo estaba encerrado en la enfermería con el brazo vendado y un terrible peso de consciencia.

Hay que ser claros, su reacción la he provocado yo, me sobrepasé, no tengo palabras.— ¡Pues búsquenla! ¡Quiero a los mejores 50 de cada guardia buscándola por todo el bosque, ya! Leiftan, te necesito con ellos.—El rubio asiente y sale por la puerta tranquilamente, yo miro a Miiko.

— Habría que darle tiempo.—Ella alza la ceja y casi puedo escucharla gruñir.

—Te acaba de apuñalar ¿Y me pides tiempo para ella?

—Lo que le hicimos no está bien.

—No finjas arrepentirte después de haberla obligado a beber la poción, tú mismo aceptaste hacer todo esto.—Me mira como si fuera un loco. Pues vale, lo seré, pero soy el más cuerdo de los dos.

— Te conté de su miedo, Miiko.—le miro serio, ella conserva el silencio ante esas palabras.— Tomamos esa decisión algo apresurados, sabíamos lo mucho que ella valoraba a su hermana menor y lo aterrorizada que estaba ante la idea de que al ser tan joven la olvidara cuando ella volviera a su mundo. La hemos llenado de mentiras, y ha terminado todo en tragedia. Claro que a ti no parece importarte demasiado.