.2.

892 103 148
                                        

Me encanta verte comentando <3  De mis primeras muchachitas y aún no te vas alv

Se viene un súper parrafote sobre la descripción física de Opal. Os advierto: Voy a poner de nuevo el * para indicaros que se acabó la descripción del personaje, en caso de que la queráis saltar cuando lo encontréis, sin embargo y nuevamente, contiene información sobre la vida de Opal. Podréis entender la historia con normalidad sin leerlo, pero le quitáis magia a la historia.

Galletas de Morfeo

Me estiro y bostezo, acurrucandome en el sofá. Eché una miradita a mi alrededor, sigo teniendo la esperanza de que todo esto es un mal sueño cada vez que me levanto... por lo menos que este en estado de coma y esto no pase en realidad. 

El día transcurrió con normalidad, Keroshane me presentó a toda la guardia de Eel y me hizo un recorrido por el Cuartel General, después de eso me invitó a la cantina para beber y explicarme un poco de Eldarya y como funcionaba todo, después de eso nos hemos quedado hablando tranquilamente.

  — Dime, Kero...— Suspiro parando nuestras risas.—  ¿Crees que pueda volver a casa? — Bajo la mirada, sujetando el refresco con ambas manos, nerviosa.

—  Yo... Bueno, creo que... Lo veo difícil.—Sentencia, seguramente buscó las mejores palabras para decirme "No, forra, ya te quedas aquí".

  — Oh...— Mantengo la mirada en mi refresco, con las manos flaqueantes. Rapidamente levanto la vista y le regalo una media sonrisa.— Supongo que entiendo. ¡Ya encontraré la manera!.

  — No me estas entendiendo, Opal...— Kero me mira con pesar.—  Es imposible.

Claramente mi silencio fue largo. No tengo respuesta para eso... ¿Imposible? ¿Es acaso que ya no puedo volver a casa? Sé que es materialista por mi parte, pero... he invertido tanto tiempo, esfuerzo y dinero en mudarme a ese departamento. He luchado tan fuerte para alejarme de mis problemas  que quizás este es un castigo por alejarme de los que no lo eran.

Pero lo que más me perturba, es que perderé finalmente mi última oportunidad de solucionar mis errores con ella, y no puedo si quiera intentar nada.

  — Saldré un rato.—  Me levanto con dificultad y dejo mi refresco a medio tomar. Salgo corriendo del lugar. ¡Deprimida pero orgullosa, a mi nadie me verá llorar!.

No sé muy bien como llegué aquí, pero en medio de la oscuridad de la noche me parece estar en la llanura Oeste. Me asomé por el acantilado, efectivamente se ve perfectamente la playa olear. Me siento justo en el borde, con mis piernas en el aire, y quedo en silencio mirando el cielo estrellado... En otras circunstancias, yo ni siquiera estaría sola mirando el cielo de la noche.

— ¿Qué haces aquí sola? — Escucho la voz fastidiosa de Ezarel, quien luego se sienta a mi lado.

— La fotosíntesis, ¿Que no ves? — Suelto con claro sarcasmo. ¿Por qué nadie imagina una pregunta más elocuente  que esa? 

  — ¿Estabas llorando? — Giro a verlo a la cara, su rostro era una mezcla de Pena y lastima por mi. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba llorando.

  — Claro que no.— Digo simple, limpiando las lagrimas que dejé escapar. 

Nos mantuvimos en un silencio incómodo por un rato, hasta que decido hablar.—Dime, Ezarel...— Giro la mirada hacia él, quien no despega el ojo de mi ni un segundo.— Si no hay forma de volver a la tierra, ¿Cómo es que había un circulo de setas allá?

  — ¿Ah? — El elfo quedó confundido, e hizo una mueca de inentendimiento absoluto.

— Que iba saliendo de mi departamento cuando encontré el circulo de setas que me trajó aquí. Alguien ha debido ponerlo, y no he sido yo.—  Frunzo el ceño, quizás la persona que hizo el circulo de setas ha perdido su tiempo intentando cruzarlo después de que yo me he colado por error. ¡Debió odiarse por dejarlo solo!.

Inútil tus cojones. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora